El mundo despide al Papa: tendrá un funeral sencillo, como él lo pidió

El mundo católico amaneció de luto este lunes 21 de abril tras confirmarse el fallecimiento del Papa Francisco, ocurrido a las 7:35 a.m. (hora local) en su residencia de la Casa Santa Marta, en El Vaticano. Jorge Mario Bergoglio, de 88 años, murió a causa de complicaciones respiratorias que se agravaron en los últimos meses, a pesar de los esfuerzos médicos por estabilizar su salud.

El primer Papa latinoamericano y jesuita de la historia deja una huella profunda no solo en la Iglesia Católica, sino también en el escenario global, gracias a su visión pastoral, su defensa de los más vulnerables y su estilo humilde y cercano. Mientras los fieles del mundo rinden homenaje a su figura, la atención se concentra ahora en los actos fúnebres que honrarán su legado.

Un funeral distinto: así lo quiso Francisco

Lejos del protocolo pomposo que históricamente ha acompañado la muerte de los pontífices, el Papa Francisco solicitó que sus exequias se celebren de forma sobria. Así lo dejó por escrito en noviembre de 2024, cuando detalló sus deseos personales para el día de su partida.

Entre los cambios más significativos que pidió se encuentra la eliminación de algunos símbolos tradicionales, como el uso de los tres ataúdes, el catafalco y el báculo papal. También indicó que no desea tratamientos ni honores más allá de los correspondientes a su condición de obispo y Papa.

Esta decisión está en línea con el estilo de vida que mantuvo durante su pontificado, caracterizado por la austeridad, la cercanía al pueblo y el rechazo al boato innecesario. Desde el inicio de su papado, Francisco rompió esquemas: vivió en una residencia común, se transportó en autos sencillos y promovió una Iglesia menos clerical y más comprometida con la justicia social.

Tras el fallecimiento del pontífice, la Santa Sede activa el protocolo para la Sede Vacante, que incluye el llamado al Cónclave en el que los cardenales de todo el mundo se reunirán para elegir a su sucesor.

Aún no se ha confirmado la fecha exacta del funeral ni del inicio del proceso de elección del nuevo Papa, pero se espera que en las próximas horas se emita un comunicado oficial con el cronograma correspondiente.

Por ahora, el Vaticano vive días de duelo, oración y reflexión ante el fin de una era marcada por la sencillez evangélica y el llamado a construir una Iglesia en salida, como Francisco siempre soñó.