Gobierno Trump regañó a Colombia y exigió mano dura en la erradicación de la coca
En un nuevo episodio de tensiones diplomáticas en torno a la lucha contra el narcotráfico, el Departamento de Estado de los Estados Unidos envió un mensaje contundente a Colombia, instando al Gobierno de Gustavo Petro a demostrar resultados concretos en la erradicación de cultivos de coca. A pesar de que el informe anual de la Estrategia Internacional para el Control de Estupefacientes exaltó algunos avances del país sudamericano, la administración de Donald Trump no escatimó en exigir un mayor esfuerzo para frenar el aumento de los cultivos ilícitos.
El Gobierno colombiano celebró su protagonismo en la reciente publicación del informe del Departamento de Estado de los EE. UU., el cual resaltó el récord histórico en interdicción de cocaína en 2024, con un aumento del 14% frente a 2023. Además, se destacó el incremento en la incautación de precursores químicos utilizados en la producción de estupefacientes.
Según el Gobierno colombiano, estos avances reflejan los esfuerzos bilaterales en la lucha contra el narcotráfico, el trabajo constante entre entidades de ambos países y el compromiso con un enfoque integral para abordar el problema desde diferentes frentes. Asimismo, el informe acogió con interés la Política Nacional de Drogas 2023-2033 de Colombia, titulada “Sembrando vida, desterramos el narcotráfico” y se leyó en el informe de la Casa Blanca.
Sin embargo, el reconocimiento vino acompañado de una advertencia. A través de su cuenta oficial en la red social X, la Sección de Asuntos Antinarcóticos y Aplicación de la Ley del Departamento de Estado respondió a la Presidencia de Colombia con un mensaje claro: “La Política Nacional de Drogas de Colombia tiene objetivos admirables, pero es momento de ver resultados. @infopresidencia, debido al récord de cultivos de coca, el gobierno necesita lograr avances inmediatos y tangibles en erradicación, para el beneficio y la seguridad de nuestras naciones. @CancilleriaCol”.
El mensaje de la administración Trump deja en evidencia la creciente preocupación de Washington por la proliferación de cultivos de coca en Colombia e hizo un llamado a la Cancillería, misma que lidera Laura Sarabia, la ‘mano derecha’ de Gustavo Petro. A pesar de los logros en interdicción y control de precursores químicos, el aumento de la producción de cocaína sigue siendo un problema de gran magnitud, generando inquietud entre los aliados internacionales.
Colombia defendió su enfoque integral en la lucha contra las drogas, que incluye estrategias de sustitución de cultivos y desarrollo alternativo en las regiones afectadas. El Ministerio de Relaciones Exteriores ha reiterado la necesidad de ofrecer alternativas económicas rápidas y rentables para las comunidades impactadas por el conflicto del narcotráfico, con el fin de reducir su dependencia de la economía ilícita.
Sin embargo, la administración Trump ha enfatizado en reiteradas ocasiones la importancia de la erradicación forzada como estrategia prioritaria para disminuir la producción de cocaína. Esta postura fue motivo de tensiones con el Gobierno colombiano, que mostró su intención de equilibrar las acciones represivas con estrategias de desarrollo sostenible.
Cooperación bilateral en la lucha antidrogas
A pesar de las diferencias en los enfoques, la cooperación entre Colombia y Estados Unidos en la lucha contra el narcotráfico sigue siendo un pilar fundamental en las relaciones bilaterales. El Plan de Acción Conjunto de Seguridad Regional fue señalado como una de las iniciativas más prometedoras en este sentido, al tiempo que fortalece las capacidades de la fuerza pública en la lucha contra el crimen organizado transnacional.
El informe del Departamento de Estado también reconoce el esfuerzo de 60 países en la lucha contra las drogas, en el que se abarcan aspectos como el control del tráfico ilícito, la regulación de sustancias químicas y el combate contra el lavado de dinero. Por lo que Colombia sigue siendo un aliado estratégico para Washington, aunque la presión por obtener resultados tangibles sigue aumentando.
Las declaraciones del gobierno estadounidense sugieren que la presión sobre Colombia podría intensificarse en los próximos meses. Con un récord de cultivos de coca registrado recientemente, la administración Trump busca medidas concretas para contrarrestar la expansión de la producción de drogas en la región.
Mientras tanto, Colombia enfrenta el reto de equilibrar sus estrategias de seguridad con iniciativas de desarrollo sostenible que permitan reducir la dependencia económica de las comunidades rurales en relación con el narcotráfico. La capacidad del gobierno para gestionar estas presiones externas sin comprometer sus propias políticas será clave para el futuro de la lucha antidrogas en el país. Con Infobae