7.902 personas están en riesgo de confinamiento forzado en el Putumayo
Una nueva amenaza por cuenta del accionar de los grupos armados organizados se cierne sobre los habitantes del municipio de Puerto Guzmán, en el norte del departamento de Putumayo, alertaron desde Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (Ocha) el miércoles 29 de enero.
El organismo multilateral señaló que unas 7.902 personas, que residen en las zonas rurales, están en riesgo de tener que confinarse de manera forzada en sus hogares ante la presencia de grupos armados organizados que tienen injerencia en ese territorio del sur de Colombia, recogieron en la emisora Blu Radio.
Adicionalmente, desde noviembre del año pasado, en los mencionados sectores se tiene un reporte de cuatro enfrentamientos por lo que las alertas están prendidas entre la población civil que teme quedar en medio de los combates.
“Las inspecciones de Policía José María y El Recreo, contiguas a la inspección el Gallinazo, confinada desde el 23 de noviembre del 2024, enfrentan un alto riesgo de confinamiento, desplazamientos forzados y prolongación de las restricciones a la movilidad. Además, se alerta sobre acciones de reclutamiento, uso y utilización de niños, niñas y adolescentes, así como de posibles restricciones de acceso humanitario debido a la complejidad geográfica de la zona”, citaron del informe de Ocha en el medio radial.
En el organismo indicaron que comunidades indígenas, que habitan en las mencionadas inspecciones, también se encuentran amenazadas por la presencia de las estructuras ilegales.
“Las comunidades campesinas e indígenas Nasa de las inspecciones de Policía Gallinazo, El Recreo y José María enfrentan amenazas constantes, homicidios selectivos y contaminación de caminos veredales con MAP, lo que ha afectado gravemente su salud mental, acceso a medios de vida, protección, educación y transporte”, indicaron en ese organismo.
Se debe recordar que en ese departamento se mueven miembros de las disidencias de las Farc que responden al mando de Néstor Gregorio Vera Fernández, alias Iván Mordisco, y de la estructura de Alexander Díaz Mendoza ‘Calarcá’, que desde el año pasado entraron en guerra. Igualmente también se tiene reporte de la presencia de los denominados Comandos Bolivarianos de la Frontera, por lo que hay máxima tensión.
Estas organizaciones buscarían dominar la producción de cocaína y los cultivos ilícitos que, según un informe de la Fundación Paz y Reconciliación, se incrementaron entre el 2022 y 2023.
En una operación que subraya los riesgos persistentes en las zonas más afectadas por el conflicto armado en Colombia, el Ejército Nacional desactivó un total de 2.645 artefactos explosivos improvisados en la región del Catatumbo (Norte de Santander), donde padecen por la confrontación entre el ELN y el Frente 33 de las extintas Farc, por el control de la ruta del narcotráfico hacia Venezuela.
Precisamente en la institución castrense atribuyeron al ELN la instalación de los artefactos explosivos en la zona rural de la golpeada zona nortesantandereana.
Los explosivos, que en conjunto alcanzaban aproximadamente una tonelada de peso, fueron colocados por miembros del ELN como parte de una estrategia de retirada para evitar enfrentamientos directos con las fuerzas militares.
Según el capitán Julián Benítez Montoya, comandante del Grupo de Manejo de Artefactos Explosivos de la Segunda División del Ejército Nacional, cada uno de estos elementos fue destruido mediante procedimientos técnicos cuidadosamente planificados, minimizando riesgos para los habitantes de la región y para los propios soldados.
El uso de explosivos por parte del ELN refleja la complejidad del conflicto armado en Colombia, donde estas tácticas buscan frenar el avance militar y generar un impacto psicológico en las comunidades y las fuerzas de seguridad. Con Infobae