Valledupar cumplió con el Simulacro Nacional de Respuesta a Emergencias
El municipio de Valledupar fue parte del Simulacro Nacional de Respuesta a Emergencias, un ejercicio coordinado por la Oficina Municipal de Gestión del Riesgo de Desastres. Con un escenario de vendaval, la ciudad puso a prueba la efectividad de sus planes de emergencia y la coordinación entre entidades participantes, en busca de fortalecer su capacidad de respuesta ante posibles desastres.
La jornada contó con la participación de 76 entidades, entre las que se destacan sectores como el educativo, salud, fuerza pública y comercial, además de instituciones gubernamentales como la Gobernación del Cesar, Policía Nacional, Corpocesar y Emdupar.
La sala de crisis estuvo ubicada en el tercer piso de la Alcaldía de Valledupar, donde se coordinaron las acciones de las entidades operativas: Cruz Roja, Cuerpo de Bomberos y Defensa Civil.
De igual manera, este simulacro busca fortalecer la articulación entre los diferentes niveles de gobierno y entidades privadas, permitiendo evaluar cómo estos actores responden ante una emergencia real. Con el vendaval como posible escenario, se probaron los tiempos de respuesta, la capacidad operativa y la toma de decisiones del Consejo Municipal de Gestión del Riesgo de Desastres, manifestó Jorge Pérez, secretario de Gobierno.
El ejercicio permitió recrear escenarios de riesgo, y medir la capacidad de respuesta de los sectores de la salud, hotelero, educativo, privado y el Balneario Hurtado, demostrando que la ciudad está preparada para actuar ante una eventual emergencia.
Asimismo, con la participación de más de ocho mil personas de la comunidad, y más de 1.600 estudiantes, el simulacro contó con la presencia de 121 trabajadores del sector salud, 32 efectivos del Ejército Nacional y 258 funcionarios de la Alcaldía de Valledupar.
De otra parte, se reportó que cuatro de las 76 entidades participantes decidieron no realizar el simulacro al considerar que aún no estaban listas para enfrentar una situación de emergencia. Este hecho, sin embargo, fue valorado como una oportunidad para despertar conciencia y promover la importancia de la preparación para estos simulacros, objetivo fundamental de la Oficina de Gestión del Riesgo.
El compromiso es seguir trabajando para que toda la comunidad esté cada vez más preparada y resiliente ante los posibles riesgos.