Los distribuidores de combustibles en Colombia alertaron sobre pérdidas por alza en precios del diésel
Desde el sábado 31 de agosto, el precio del Acpm (diésel) en Colombia subió a $11.360 por galón, una tarifa que representó un aumento significativo comparado con los $9.456 que se mantenían congelados desde 2020.
Este incremento generó una serie de reacciones entre los distribuidores minoristas de combustibles y los transportadores, por lo que se convirtió en el tema central de la negociación entre el Gobierno nacional y los gremios afectados.
Las estaciones de servicio en Colombia temían pérdidas económicas millonarias si el Gobierno no decidía revertir la reciente alza de $1.904 en el precio del diésel. Según la Confederación de Distribuidores Minoristas de Combustibles y Energéticos (Comce), detener este incremento pudo resultar en pérdidas considerables para las más de 6.368 estaciones de servicios operativas en el país.
La crisis se desató con la propuesta hecha por el Gobierno nacional para poner fin al paro camionero que llevaba varios días. El Ejecutivo sugirió revertir el reciente aumento del precio del diésel y, en su lugar, establecer incrementos graduales de $200 pesos mensuales hasta diciembre. Sin embargo, esta medida habría dejado en una situación complicada a los minoristas de combustibles, quienes ya habían comprado el diésel a los nuevos precios, y ahora anticipan un “hueco” financiero en sus ingresos.
Según cálculos de Comce, estas estaciones de servicio enfrentarían pérdidas cercanas a los $23.000 millones de pesos. Este déficit se calculó multiplicando los $1,704 pesos adicionales que no se recuperarían desde que se implementó el aumento, por el número de galones de diésel despachados a partir del 31 de agosto.
Las estaciones de servicio advirtieron que su distribución minorista de combustibles líquidos es un servicio público esencial con tiempos de rotación de inventarios que fluctúan entre uno y cuatro días en condiciones normales. A pesar de ello, el paro camionero y los bloqueos en las vías impidieron la rotación normal de inventarios, agravando la situación.
El gremio señala que cualquier suministro de productos, como en este caso el diésel, se maneja como una venta en firme, adquirido al precio máximo de venta en planta de abastecimiento estipulado por el Ministerio de Minas y Energía y multiplicado por los galones despachados.
Por este motivo, con el acuerdo al que llegó el Gobierno nacional y el gremio transportador para revertir el aumento, los distribuidores de combustible le solicitan urgentemente al Ministerio de Minas y Energía desarrollar mecanismos de compensación entre las plantas de abastecimiento mayoristas y los distribuidores minoristas para mitigar el impacto económico negativo.
Con el país la confirmación de la resolución acordada por los ministerios de Transporte, Hacienda y los gremios transportadores, las estaciones de servicio hacen un llamado para que se dé una solución en la que se contemple tanto la estabilidad financiera de sus operaciones como el bienestar de los transportadores y usuarios de diésel en Colombia.
Bloqueos de camioneros amenazaron al suministro de energía en colombia
El país enfrenta una crisis en la generación de energía eléctrica debido a los bloqueos en las principales vías. Estos bloqueos impidieron el suministro de carbón y combustibles líquidos a las plantas termoeléctricas, según informó la Asociación Nacional de Empresas Generadoras (Andeg) .
Los bloqueos afectaron particularmente el abastecimiento de carbón en los departamentos de La Guajira, Boyacá, Norte de Santander y Córdoba. En el Valle del Cauca, la situación es similar con los combustibles líquidos, lo cual bloqueó las rutas de acceso desde los terminales hasta las plantas de generación.
Las termoeléctricas a carbón produjeron cerca del 12% de la energía consumida en el país durante los últimos 15 días, utilizando un promedio de 14.000 toneladas de carbón diarias. La generación con combustibles líquidos ha tenido una demanda de aproximadamente 1.000 barriles al día. Sin embargo, las reservas actuales solo garantizan la operación de las plantas por un período muy limitado: el inventario de carbón duraría aproximadamente 15 días, y las reservas de combustibles líquidos, entre tres y cinco días.
Andeg había alertado que sin una solución a los bloqueos, no se podrían mantener los niveles necesarios de producción de energía para satisfacer la demanda. Este escenario es aún más crítico considerando que los aportes hídricos no han alcanzado los niveles necesarios para una recuperación completa de los embalses.
Según Andeg, la falta de transporte de combustibles podría empeorar seriamente la capacidad de las plantas de generación de mantenerse operativas. Tanto el carbón como los combustibles líquidos son esenciales para las operaciones de las plantas termoeléctricas, y su ausencia podría llevar a un déficit en la oferta de electricidad en el país. Con Infobae