24 de noviembre
General

Familia del Magdalena recibió cuerpos de dos seres queridos desaparecidos

Con la promesa de una oferta laboral y la esperanza de mejorar sus condiciones de vida, los jóvenes Éder Honak Durán Ortiz y Jhon Eduar Miranda Durán, tío y sobrino, ambos de 22 años, partieron de sus hogares en Santa Ana, Magdalena, rumbo a Valledupar el 16 de enero de 2008. Desde entonces, la familia Durán no tuvo más noticias de ellos hasta el pasado mes de julio, cuando, a partir de la información proporcionada por la JEP y la UBPD, pudieron darles una digna sepultura.

Éder y Jhon eran inseparables. Desde muy pequeños compartían la devoción por la pelota. Para ellos, cualquier día, bajo el sol o la lluvia, era perfecto para correr detrás del balón. Las polvorientas calles de su natal Santa Ana fueron el escenario de incontables partidos de fútbol que jugaban con sus amigos, entre los que se encontraba su vecino Deiver Yesid Martínez Padilla. Estos momentos en la cancha afianzaron su amistad y forjaron recuerdos imborrables de una infancia llena de alegría, que quedaron grabados en la memoria de quienes los conocieron.

Cuando Eder cumplió 14 años, una invitación despertó en él un gran interés: formarse como árbitro. “Eran mis amigos de la infancia y el fútbol era la mejor excusa para vernos.

Un día, un director técnico nos preguntó si estábamos interesados en ser árbitros. A Eder le sonó la idea e inició su capacitación como juez. Un día me comentó que un desconocido le había hecho una oferta de trabajo a él, a su sobrino Jhon y a Deiver Yesid, en Valledupar. Después me enteré de que habían viajado. No supe más de los tres”, expresó un amigo de los jóvenes, quienes fueron desaparecidos forzadamente.

Según una hermana de Jhon Eduar, el muchacho le comentó sobre la oportunidad laboral que le habían propuesto días antes de hacer el viaje. Aunque fue una noticia inesperada, la familia entendía que el joven deseaba un cambio en su vida, mejores ingresos y retomar sus estudios, que había suspendido debido a la difícil situación económica del hogar. Tras perder contacto con él, su mamá comenzó a tocar las puertas de varias entidades que le ayudaran a ubicarlo. La búsqueda se convirtió en su obsesión hasta que recibió una llamada anónima. Al otro lado del teléfono, un desconocido la amenazó, le dijo que Jhon Eduar estaba bien, que era mejor dejar las cosas así, que no se ganara un problema. Hallazgo de los cuerpos y entregas dignas Para que la familia Durán comenzara a conocer la verdad sobre lo ocurrido con Éder y Jhon, fue determinante la intervención forense en el ‘cementerio alterno’ de El Copey (Cesar), realizada el 31 de mayo de 2022 por la UBPD, en el marco de la medida cautelar adoptada por la JEP. La decisión fue tomada por el magistrado Óscar Parra, de la Sala de Reconocimiento, en el marco del Subcaso Costa Caribe – Caso 03, que investiga asesinatos y desapariciones forzadas presentados como bajas en combate.

El Sistema Integral para la Paz llegó al ‘cementerio alterno’ de El Copey tras las solicitudes de intervención presentadas por los familiares de varias víctimas, entre ellos los de Eder y Jhon. Sus seres queridos solicitaron la búsqueda el 7 de febrero de 2023 ante la Territorial Atlántico de la UBPD. Durante su participación en diversos espacios, aportaron información sobre las desapariciones y conocieron los avances del trabajo forense realizado en el cementerio.

El municipio de El Copey forma parte del Plan Regional ‘Del Ariguaní al Río Magdalena’ de la Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas. Según los registros de la entidad, allí se reportan 201 solicitudes en la zona, con un total de 1.096 personas dadas por desaparecidas.

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