Hace 29 años el cantante Iván Villazón desató un huracán en plena Plaza Alfonso López.
El intérprete vallenato, Iván Villazón, jamás imaginó hace 29 años, en los dos problemas que se acababa de meter cuando lanzó su elepé titulado ‘Sin Límites’.
En la radio todo era jolgorio, los locutores nombraban canción tras canción y hablaban de esa tradicional foto que el cantante había colocado en su carátula tomada en 1967, con motivo de la creación del Departamento del Cesar. En la fotografía aparecían personajes como Hernando Molina Maestre, Roberto Pavajeau, Rafael Escalona, Alfonso Cotes Queruz, Toño Salas, Nicolás ‘Colacho’ Mendoza y Andrés Becerra, además se había incluido él y su acordeonero Franco Arguelles.
Los hombres de radios describían la portada de su disco nombrando uno a uno los personajes que aparecían en la icónica foto. Lo que pocos sabían es que Iván tratando de hacerle un homenaje a su padre, Crispín Villazón, que hacía parte de esa cofradía, pero que en el momento de tomarse la foto no estuvo presente; decidió incluirlo remplazando la cabeza del patriarca Roberto Pavajeau, por la de su padre. Y ahí fue Troya.
Cuando a ‘El Turco’ Pavajeau le mostraron esa caratula; entró en cólera y con la evidencia en la mano se fue para Radio Guatapurí a poner su queja en la emisora local. Naturalmente le abrieron los micrófonos. Mientras ‘El Turco’ explicaba el motivo de su molestia, la gente empezó a llamar a la emisora para expresar su opinión. Algunos solidarios con Pavajeau “ante tremendo exabrupto”; y otros simplemente apoyaban a Villazón, expresando que eso “eran cosas del folclor”.
Segundo problema para Villazón
Por otro lado, al pobre de Villazón se le estaba armando en segundo tierrero en su misma casa materna, por culpa de la bendita carátula. Al enterarse el político Crispín Villazòn lo que su hijo había hecho, en vez de alegrarse por el homenaje, agarró tremenda rabia. Sus argumentos también eran válidos. “Mira Clarita lo que me hizo tu hijo, ponerme en el cuerpo de Pavajeau más gordo que yo. Por Qué ese muchacho no pudo poner mi cabeza en el cuerpo de Colacho, de Leandro o del mismo Escalona, flacos como yo. No. Solo se le ocurrió meterme en la camisa de Roberto. Que lo friegue ‘El Turco’ y sí él no demanda voy a ser yo el que lo haga, por lo que me hizo”.
Pero Clarita Aponte sabía que pese a la rabia, Crispín no iba a dejar a su muchacho solo en este lío, y le pidió calmar a ‘El Turco’. Literal, lo envió a la guerra.
Lo mejor de todo es que Robertico Pavajeau, no oía, ni veía, ni entendía de razones. Y frente a su casa ubicada en el corazón del Valle, plena Plaza Alfonso López, seguía mostrando su descontento ante la hazaña de Villazón.
Ya el problema con medios de comunicación incluidos se iba agrandando, cuando ‘El Turco’ desde el famoso Palo de Mango, anunciaba una demanda en contra de Iván Villazón, por alterar una icónica fotografía y cortarle su padre la cabeza en la misma. En resumen, irrespetar a una tradicional familia vallenata.
Irónicamente lo único que pudo calmar el inconformismo de ‘El Turco’ fue lo que le dijo Crispín el padre del cantante, después de pedirle disculpa por la ofensa de su hijo.
Medio en broma y medio verdad, le dio la razón y le dijo que sí el
tomaba la decisión de no demandar a Villazón, él sí lo iba a hacer, por la insensatez de su hijo. Anhelaba que mejor lo hubiese puesto en el cuerpo de los otros personajes de la foto y no en el de Roberto Pavajeau, por su complexión robusta.
Sin querer ofender a nadie, tratando de salvarle el pellejo a su hijo, le dijo también,
-Turco pudo haber sido cualquiera sin cabeza, él solo quería que yo saliera en ese disco” .
-Ah ja y porque no le cortaron la cabeza a Andrés Becerra o a otro de la foto. Respondió enojado Pavajeau.
La excusa del progenitor de Villazòn medio calmó al ‘El Turco’, y la invitación a fumarse la pipa de la paz por lo menos le quitó la furia. Le propuso hacer una parranda en el patio de la casa de Don Roberto, frente a la Plaza, para arreglar el asunto. La misma casa donde habitaba Robertico. La parranda sería con Escalona incluido, el gran amigo de los hermanos Darío y Robertico Pavajeau. Crispín sabía que ante una petición de Rafael Escalona, Pavajeau no se resistiría, lo quería demasiado. Ese era su as bajo la manga.
Pero la famosa parranda jamás se realizó y el enojo de ‘El Turco’ sucumbió ante el cariño y la nobleza de Iván Villazón. Solo eran cosas del folclor y él, tan parrandero y folclorista lo sabía.
El otro resentido
Sí Iván creía que el asunto estaba arreglado y que ahora todos serían felices, estaba muy equivocado. Fue Alfonso Cotes Maya, nieto de un personaje de mítica fotografía quien un año después, volvió a armar el tierrero concursando en El Festival Vallenato con un tema titulado ‘La Cabeza de Pavajeau’ y alzándose con el triunfo en esa fiesta de acordeones de 1976. La canción hacía alusión al problema del montaje de la foto, pero el más perjudicado con esa canción fue Andrés Becerra, ya que en el canto, ‘El Turco’ pregunta el por qué no descabezaron a Becerra que seguro ni invitado era a la parranda.
En una entrevista que le hicimos a Becerra para el Noticiero TV HOY mi hermano Rafael y yo, al día siguiente de ganarse Cotes Maya el primer lugar en la canción inédita del Festival Vallenato; este muy, pero muy bravo, nos dijo que él no era ningún pato, que fue a esa parranda invitado por Escalona que lo recogió en su casa. Y que esa era una falta de respeto del nieto de su gran amigo Poncho Cotes Queruz.
El médico compositor conoció del descontento de Becerra y luego concurso con otra canción llamada ‘Andrés’. Era el desagravio para el amigo de la familia que había sido ofendido.
Eso tampoco fue nada. Solo cosas del folclor que ocurren en este Macondo grande, donde todo el mundo canta.
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