Petro tacha de crimen de lesa humanidad el reclutamiento forzado de menores en el Cauca
El presidente colombiano, Gustavo Petro, calificó este viernes de «delito de lesa humanidad» el reclutamiento forzado de menores emprendido por grupos irregulares armados que operan en el departamento del Cauca, en interés de evitar los bombardeos del Ejército colombiano contra sus posiciones.
«Van 350 niños reclutados de los grupos indígenas […] eso, para mí, es un delito de lesa humanidad que no sé bien cómo tipificarlo porque son rehenes. Un niño no es un combatiente, es un rehén […]. Cuando es uno, es un rehén y cuando son varios, es una toma de rehenes y cuando es todo el tiempo, es una toma sistemática de rehenes. Estatuto de Roma, Corte Penal Internacional: delito de lesa humanidad o crimen contra la humanidad, argumentó el mandatario en una alocución.
«El narco se gana a la población»
Esta situación, dijo, impone al Gobierno y al Ejército colombiano, intervenciones radicales para mejorar la calidad de vida de las poblaciones vulnerables, que ante la falta de respuesta del Estado, se suman directa o indirectamente a las filas del narcotráfico.
«Si el narco se gana a la población, los niños pasan a las armas; si los niños pasan a las armas, no se puede bombardear [y] los niños del Cauca se vuelven el escudo de los armados contra el Estado», sostuvo.
En este marco, explicó, «la población rural caucana» –y acaso también la de «los barrios populares» de la capital departamental, Popayán– ha sido tomada «como objeto de un crimen contra la humanidad para que el Estado no choque militarmente contra los del ‘business’ (personas que hacen parte de las economías ilícitas)».
Así las cosas, «los del ‘business’ siguen enriqueciéndose, con eso compran más armas, controlan más población, se mueven y hacen ‘business’ con la sangre del pueblo colombiano», indicó.
Ofensiva con brazo social
El pasado 12 de junio, Petro ordenó a las fuerzas militares culminar la ofensiva en el Cauca contra el Estado Mayor Central (EMC), una disidencia de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), y calificó a esa organización como «una fuerza hostil al pueblo», al considerar que solo se dedica a «matar gente humilde».
Empero, días más tarde, el ministro de Defensa, Iván Velásquez, precisó que los bombardeos excluían las zonas donde se detectara la presencia de menores. «Donde haya menores no hay bombardeos y eso es definitivo. Los bombardeos no están prohibidos, está prohibido que se bombardee donde haya menores», dijo el funcionario tras ser inquirido por la prensa.
Ante esta dificultad, el Ejecutivo ha optado por una estrategia a largo plazo: el uso de las Fuerzas Armadas para aliviar las necesidades sociales. «Me parece que el Ejército tiene que asumir aquí una responsabilidad, conjuntamente con el Gobierno […], que es desarrollar […] el «departamento social» de las fuerzas militares», sostuvo el jefe de Estado neogranadino en sus reflexiones de este viernes. Con RT