Tragedia en casa campo de Valledupar cobró la tercera víctima
En la Clínica Médico Centro falleció en las últimas horas Hilda Rosa Hernández Bolaño, de 51 años, quien había resultado herida en la tragedia registrada el pasado 1 de junio, por el desplome del techo en la Casa Hotel Riascos, durante la celebración de un matrimonio cristiano.
Hernández Bolaño, quien era oriunda de Barranquilla, permanecía en la Unidad de Cuidados Intensivos del referido centro asistencial con múltiples fracturas, trauma raciomedular, fractura vertebral en L2 y contusión pulmonar que le causaron complicaciones en la salud y posterior deceso. Había sido rescatada entre los escombros junto a más de 30 personas, por parte de los organismos de socorro y el Cuerpo de Bomberos de Valledupar.
Jaide Medina Calderón, secretaria de Salud Municipal, informó que Hilda Rosa Hernández estaba a la espera de una intervención quirúrgica, pero desde el viernes venía presentando fiebre y estaba siendo sometida a otros exámenes, pero lamentablemente falleció la mañana del domingo.
La mujer era comerciante independiente y tenía su emprendimiento de venta de comida rápida, en el barrio San Joaquín de esta capital. Era una de las invitadas a la celebración de la boda de Ebet Shaday Calderón y Camilo Andrade, miembros de la Iglesia Cristo Vive en Mí.
Como se recordará, en el desplome del techo de la casa campo, perdieron la vida de manera inmediata Naileth Guerra Ochoa, de 23 años, quien servía en la iglesia cristiana Adoremos y era una de las damas de honor en el matrimonio; además de Saray Michel Valera Manga de 13 años, oriunda de Barranquilla.
En esta tragedia fueron atendidas 43 personas en varios centros asistenciales de la ciudad, de los cuales nueve permanecen bajo observación médica, incluso a una de las heridas le fue amputada una de sus piernas, y otras requieren intervenciones quirúrgicas por fracturas y otras patologías.
La Fiscalía General de la Nación adelanta las investigaciones para determinar las causas de este colapso estructural. Preliminarmente se conoció, que la obra construida para la realización de eventos masivos, no contaba con los permisos urbanísticos requerido, rutas de emergencia y probablemente presentó problemas en el sistema de desagüe haciendo colapsar el techo por el fuerte aguacero que se registraba en la ciudad la noche de la tragedia.
Entre tanto, la Alcaldía de Valledupar suspendió una obra que se está adelantando en la referida casa campo, sin los requisitos de ley como las licencias de construcción expedidas por las curadurías en la ciudad.
Asimismo, anunciaron medidas de control en este tipo de lugares masivos que arriendan sin los controles de la municipalidad.
NO HAY ASISTENCIA MÉDICA OPORTUNA
Los terribles momentos que vivieron los casi ochenta invitados a la boda no han terminado, principalmente para las personas que aún sufren las consecuencias y permanecen en los centros asistenciales.
Edith Vásquez, quien sobrevivió a la tragedia y tiene a varios familiares hospitalizados, denunció que ahora viven un nuevo calvario y es el de no contar con la atención médica oportuna por parte de las entidades de salud.
“Mi hermana fue recluida en la Clínica Laura Daniela, y aunque necesitaba una cirugía se urgencia, el proceso fue retrasado alegando fallas en el Adres y la EPS Salud Total. El sobrino sí fue intervenido la misma noche de la tragedia para una amputación, pero ahora se espera la autorización para trasladarlo a otra ciudad para recibir atención de mayor nivel. Él estuvo más de 40 minutos debajo de los escombros, por eso tiene tantas afectaciones”, explicó.
Agregó que otras de las falencias en la atención en salud es la falta de apoyo psicológico tanto para las víctimas como para la familia, cuyos miembros en su mayoría estaban presentes el día de la tragedia. “De forma particular estamos buscando apoyo, ya que hay una gran afectación emocional que debe ser tratada con urgencia”.