Paloma Valencia se despachó contra el presidente Petro y lo llamó ‘arrogante’
De cara a las próximas marchas convocadas por el Gobierno nacional este 1 de mayo, en el que también se conmemora el Día Internacional del Trabajo, la senadora del Centro Democrático Paloma Valencia se despachó en reparos contra el presidente Gustavo Petro.
Según publicó en su cuenta de X, el mandatario ha perdido la objetividad de su cargo y se ha dejado deslumbrar los beneficios que le otorga estar en el puesto más importante del país, incluso, tildando a Petro de haber adquirido la enfermedad de la “arrogancia”.
“Dicen que el poder transforma a las personas, que pocos gobernantes son capaces de tenerlo sin transformarse en un ser ajeno, convencido de que es sobresaliente, incapaz de reconocer sus fallas. Sumido en los delirios de su grandeza que es alentada por un círculo cercano que le proporciona la seguridad que solo el espejo de la reina en Blancanieves sería capaz de dar: eres el más bello y el mejor”, señaló.
Incluso, la senadora no guardó comentarios para Laura Sarabia, actual directora del Dapre y quien se ha convertido en la mano derecha del mandatario, a pesar de los escándalos que protagonizó cuando se revelaron unos audios junto al hoy embajador de Colombia ante la FAO, en el que se habría hablado el ingreso, presuntamente ilegal, de dinero para la campaña del entonces candidato a la presidencia.
“Petro parece haber adquirido la enfermedad en uno de los grados más críticos. Está enloquecido de vanidad. Y Laura Sarabia, según dicen, se ha convertido en el espejo que le muestra una imagen del tamaño de su ego”.
La congresista de oposición también expresó su molestia por los frecuentes mensajes del presidente a aquellos que critican su gestión. Según sus palabras, la vanidad del presidente no estaría dejando ver a Petro el descontento de los colombianos, y prefiere atribuir los reparos a ataques organizados en su contra.
“Responde con poemas de ningún valor ni literario ni intelectual, pero grandilocuentes, llenos de frases de cajón con los que se autoconsagra como el líder del pueblo colombiano. Pero no de todos, porque en su delirio considera que los colombianos que no se ajustan a su visión de país, no hacen parte del pueblo, sino que son los enemigos que deben derrotarse. Esos colombianos, nosotros, que lo criticamos estamos llenos de malos sentimientos, malas intenciones, poderes perversos. Y él, Petro, está llamado a combatirnos”, reprochó.
En otro momento de su columna, la senadora se refirió a las marchas que pretende convocar el Ejecutivo este 01 mayo, tildando la iniciativa de un abuso con los colombianos, pues el presidente se estaría aprovechando de la tradicional y multitudinaria salida de los manifestantes para hacerlos pasar como simpatizantes del Gobierno.
“Las marchas multitudinarias de la oposición no fueron debidamente registradas ni medidas por nadie, resultaron reducidas por el presidente que optó por decir que éramos 250 mil en todo el país. El tema sería una anécdota de un gobernante en negación; pero es más que eso. Quiere iniciar algo cómo una guerra de marchas. Abusivamente se tomó las marchas del 1 de mayo que tradicionalmente son masivas en todo el país. Les sumará un esfuerzo estatal, saldrán los contratistas y funcionarios para no perder sus cargos, traerán comunidades del CRIC rellenas de recursos y uno que otro petrista”, indicó.
Valencia también dedicó unas palabras a la polarización que vive el país por cuenta de las reformas que intenta pasar el Gobierno nacional para dejar la mayor responsabilidad en las pensiones, salud y hasta la generación de energía, que dejaría al sector privado en una profunda incertidumbre su futuro en el país.
“El proyecto estatista -que ya fracasó en Colombia cómo en muchos países latinoamericanos- parece venir con toda su fuerza. Tienen la consigna de que no haya sector privado en la salud, ni en las pensiones, ni en la generación de energía, ni en los servicios públicos, ni en las obras públicas. Son señalados por el pecado de hacer utilidades, tener ánimo de lucro. Ese modelo estatista es el preludio de mucha pobreza, ineficiencia y sobretodo de superpoderes estatales. Un Estado ultra poderoso del tamaño del ego de su gobernante. Vienen tiempos muy duros”, concluyó. Con Infobae