23 de noviembre
Salud

Fenómenos de El Niño y La Niña no solo traen sequía y lluvias, también enfermedades

Colombia se encuentra en una fase de cambio climático debido a los fenómenos de El Niño y La Niña, lo que ha generado un incremento en el riesgo de transmisión de diversas enfermedades.

Durante el periodo de transición, caracterizado inicialmente por sequías y altas temperaturas seguidas de las primeras precipitaciones, se ha observado un aumento en la proliferación de mosquitos transmisores de dengue, Chikunguña y zika.

Esta situación es propiciada por las condiciones climáticas favorables para la reproducción de estos vectores, así como por la necesidad de la población de almacenar agua ante la escasez de precipitaciones, creando así posibles focos de cría de mosquitos.

Además, la presencia de enfermedades diarreicas agudas (EDA), infecciones respiratorias agudas (IRA), rinitis y enfermedades pulmonares crónicas se ha visto incrementada, relacionadas tanto con las condiciones climáticas prevalecientes como con los cambios en el comportamiento de la población.

Ante este panorama el Instituto Nacional de Salud alertó también sobre un riesgo elevado de problemas para personas con condiciones de salud preexistentes como hipertensión, diabetes y obesidad, exacerbados por las altas temperaturas y los golpes de calor.

La prevención se convierte en una herramienta fundamental para combatir el impacto de estos fenómenos sobre la salud pública. Entre las medidas de prevención recomendadas se incluyen el uso de protección solar, la higiene regular de manos, evitar consumir alimentos en la calle y el uso de tapabocas cuando sea necesario, con el objetivo de minimizar el riesgo de contagio de estas enfermedades. Es crucial que la población adopte estas recomendaciones para proteger su salud, particularmente en momentos de transición climática como el que vive Colombia actualmente.
Cómo prevenir el contagio de enfermedades respiratorias y gastrointestinales

La prevalencia de enfermedades respiratorias agudas podría aumentar en Bogotá y otras grandes urbes colombianas si continúan las lluvias, según alertó el médico infectólogo Jorge Alberto Cortés en entrevista con Red+ Noticias.

Paralelamente, una temporada prolongada de sequía podría desencadenar afecciones tanto respiratorias como gastrointestinales, debido a la modificación de hábitos de higiene personal y alimentaria entre los ciudadanos. Este cambio en el patrón de enfermedades también afecta a municipios más pequeños, donde se ha registrado un incremento en los casos de dengue, superando los 32.000 en las últimas semanas en Colombia.

La situación epidemiológica actual enfrenta a la población a dos escenarios distintos, cada uno con sus propias complicaciones sanitarias. Por un lado, las precipitaciones constantes obligan a las personas a exponerse a la humedad y al frío, lo que tradicionalmente ha derivado en una mayor incidencia de infecciones del tracto respiratorio.

Por otro lado, la fase de aridez lleva a los ciudadanos a alterar sus hábitos de higiene, como el almacenamiento de agua y la disminución en la frecuencia de lavado de alimentos, lo cual podría conducir a un incremento de los problemas gastrointestinales y respiratorios de otra índole.

Además de estos desafíos sanitarios directamente relacionados con el clima, Cortés recalca la importancia de mantener prácticas básicas de higiene, independientemente de las condiciones meteorológicas. El aumento de afecciones derivadas del dengue en localidades fuera de las grandes ciudades pone de manifiesto la complejidad de los retos de salud pública en el país, donde el control vectorial y la educación sanitaria se vuelven fundamentales para enfrentar la diversidad de amenazas a la salud.

La necesidad de adaptar las estrategias de prevención y cuidado de la salud según las variaciones climáticas subraya la importancia de la vigilancia epidemiológica y la responsabilidad individual en la adopción de medidas preventivas. La anticipación a estos cambios y la implementación de acciones concretas son claves para minimizar el impacto de estas enfermedades en la población colombiana.

Las estrategias para prevenir el dengue y enfermedades respiratorias han sido destacadas por expertos en salud, enfocándose en evitar la proliferación y picadura de mosquitos, así como en la adopción de medidas higiénicas y de autocuidado. Entre las recomendaciones más enfáticas se encuentra la de cerrar ventanas durante horarios críticos, evitar acumulaciones de agua que sirvan de criadero para los mosquitos y el uso de repelentes que contienen Deet.

Particularmente en zonas de alto riesgo de dengue, se aconseja limitar la exposición a los mosquitos al amanecer y al anochecer, momentos del día cuando estos vectores están más activos. Adicionalmente, se recalca la importancia de mantener estrictas prácticas higiénicas para evitar infecciones, especialmente respiratorias, como el lavado de manos frecuente, evitar el contacto cercano con personas enfermas y el uso de mascarillas en lugares con aglomeraciones.

La hidratación constante con agua potable, el consumo seguro de alimentos y la limpieza regular de áreas comunes son también parte integral de las precauciones sugeridas para esta temporada de enfermedades. Estas acciones no solo buscan minimizar los casos de dengue sino también reducir el impacto de infecciones respiratorias que pueden complicarse en coexistencia con el dengue. Con Infobae

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