29 de noviembre
Nacional

Alcalde Galán implementaría nuevas medidas contra la crisis hídrica

La Alcaldía de Bogotá explora medidas para mitigar la crisis hídrica que enfrenta la ciudad, y considera la posibilidad de importar agua desde el sistema de embalses del norte hacia el sistema Chingaza, dada la insuficiencia del ahorro logrado con las recientes restricciones de agua.

Esta iniciativa surge en respuesta a la sequía prolongada y la disminución significativa del nivel de los embalses que suministran a la capital, incitando además a la imposición de multas por el uso inadecuado del recurso hídrico.

Debido a la reducción en las precipitaciones y los bajos niveles de reserva de agua, el consumo en Bogotá excedió los límites sostenibles, llevando a medidas de racionamiento que apenas han resultado en un ahorro del 8.6%, por debajo de la meta del 11%.

Los embalses de Chingaza reportan niveles críticamente bajos, con un 15.52% de su capacidad, situación que llevó al alcalde Carlos Fernando Galán a buscar alternativas para asegurar el suministro de agua a la población. Entre las soluciones propuestas se encuentra la evaluación de la factibilidad de traer agua del agregado norte y la posible expansión del embalse Tibitoc para aumentar la captación y almacenamiento de agua.

El alcalde Carlos Fernando Galán, en conversaciones con medios locales, reiteró la gravedad de la situación, destacando la necesidad inminente de implementar medidas adicionales que permitan enfrentar la escasez.

Pese a los esfuerzos, la concientización sobre la importancia del ahorro de agua entre la ciudadanía ha sido insuficiente, evidenciado por el incumplimiento de las restricciones y el derroche de agua en algunos sectores. Esto ha llevado a la administración a contemplar sanciones económicas como medio disuasorio contra el desperdicio de agua.

“Hoy estamos a tope que es 7.5 m³ por segundo. Estos contratos van a permitir un ahorro de más de 10 e inclusive, en algunos picos, a 12 m³ por segundo; eso permitirá traer más agua del Agregado Norte y reducir la presión sobre los embalses de Chuza y del embalse de San Rafael”, dijo el mandatario capitalino a City Noticias.

Ante esto el alcalde de Bogotá manifestó en su cuenta de X: “Más allá de la coyuntura actual, […] Bogotá tiene desde hace varios años un problema estructural frente al suministro de agua. Nuestros embalses debieron ampliarse hace años, pero esto no se hizo”.

El desafío de asegurar un suministro de agua sostenible para Bogotá es complejo y requiere de soluciones estructurales a largo plazo. Galán ha señalado que más allá de las medidas inmediatas, se requiere una revisión profunda de la infraestructura de almacenamiento y distribución de agua en la ciudad, implicando una necesidad urgente de inversión y planeación estratégica para expandir la capacidad de los embalses existentes y explorar nuevas fuentes de abastecimiento.

Bogotá logra consumo mínimo histórico de agua en lucha contra la sequía

En un esfuerzo notable por alcanzar las metas de ahorro de agua establecidas, Bogotá registró el martes 16 de abril un consumo mínimo histórico desde la implementación de las medidas de racionamiento. La capital colombiana logró disminuir su uso del recurso hídrico a 15,72 metros cúbicos por segundo, acercándose significativamente al objetivo de 15 metros cúbicos por segundo impuesto por las autoridades locales.

Detrás de esta reducción en el consumo de agua en Bogotá hay un contexto de urgencia dada la baja en los niveles de los embalses, en particular del sistema Chingaza, que para la misma fecha mostraba una capacidad de apenas el 15,28%. Esto marca una tendencia decreciente en la disponibilidad del recurso, impulsando llamados continuos del alcalde Carlos Fernando Galán para promover un uso más eficiente del agua entre los habitantes de la ciudad y sus alrededores. El alcalde enfatizó la importancia de reducir el consumo no solo reteniendo agua sino adoptando prácticas de uso más sostenible a diario.

Complementando esta situación, el séptimo ciclo de racionamiento programado para el miércoles 17 de abril afectará a municipios de Cundinamarca como Funza, Mosquera y Madrid, así como a sectores de Kennedy y Fontibón en Bogotá. Estas medidas buscan enfrentar de manera directa la crisis hídrica que amenaza no solo el suministro para consumo humano sino también la disponibilidad de agua para actividades económicas y agrícolas fundamentales para la región.

El esfuerzo concertado de las autoridades y la ciudadanía para preservar uno de los recursos más vitales ha sido de vital importancia para contrarrestar el consumo desmedido del recurso hídrico en la capital. La situación actual en Bogotá sirve como un llamado de atención sobre la importancia de la gestión del agua y la necesidad de promover una cultura de conservación y responsabilidad ambiental entre todos los sectores de la sociedad. Con Infobae

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