30 de noviembre
General

A sus 96 años partió a la eternidad Monseñor José Valbuena Jáuregui

Por complicaciones de salud propias de su avanzada edad, en el municipio de Silvania-Cundinamarca, falleció este Domingo de Ramos, Monseñor José Agustín Valbuena Jauregui, quien fue Obispo de la Diócesis de Valledupar durante 26 años.

Valbuena Jáuregui nació el 20 de mayo de 1927 en Facatativá (Cundinamarca), hijo de José María Valbuena y Albertina Jáuregui, en el seno de una familia humilde muy católica; quinto hijo, y único varón de siete hermanos.

Hizo estudios de bachillerato en Ibagué y cursó Filosofía y Teología en el Seminario de la misma ciudad.

Fue ordenado sacerdote en Ibagué el 20 de noviembre de 1949 y luego realizó estudios de Sociología en Bogotá y de Liturgia y Pastoral en la Abadía de San Andrés en Brujas (Bélgica).

En el ejercicio del ministerio sacerdotal desempeñó los cargos de, Vicario Cooperador de El Espinal; Profesor en el Seminario de Ibagué; Vicario Cooperador en el Guamo; Párroco de Nuestra Señora del Carmen en Honda; Párroco de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro en Ibagué; Párroco de María Auxiliadora en Ibagué; Delegado de Acción Católica; Capellán de la Normal de Maestros; asesor del Movimiento Familiar Cristiano; miembro de la Comisión de Liturgia, del Consejo de Pastoral y consultor Diocesano.

Fue preconizado Obispo de Valledupar el 14 de septiembre de 1977 por el Papa Pablo VI. Su ordenación Episcopal tuvo lugar el 25 de octubre de 1977, en la Iglesia Catedral de Ibagué, de manos del Nuncio Apostólico en Colombia Monseñor Eduardo Martínez Somalo, luego Cardenal de la Santa Iglesia.

Se posesionó como Obispo de Valledupar, el 10 de diciembre de 1977 reemplazó a monseñor Vicente Roig y Villalba. Y luego de su retiro lo sucedió en Valledupar monseñor Oscar José Vélez Isaza.

Fue el gestor de la creación del Seminario Diocesano Juan Pablo II y de las Pequeñas Comunidades Eclesiales Diocesanas, un 4 de Noviembre de 1984, hace casi ya 40 años, y lo hizo pensándolo como un regalo a San Juan Pablo II, en su Visita Apostólica a Colombia en la Ciudad de Barranquilla en 1986, otorgando a la Diócesis de Valledupar el título de Las Pced «Columna Vertebral de la Pastoral Diocesana.»

La Diócesis de Valledupar lamenta esta irreparable pérdida y a la vez, exalta el legado imborrable que ha dejado este siervo de la iglesia católica.

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