José Jaime Uscátegui arremete contra el proceso de paz con el ELN
El representante a la Cámara por el Centro Democrático José Jaime Uscátegui viajó esta semana a La Habana, Cuba, para verificar el estado de las negociaciones entre el Gobierno nacional y el ELN. Concretamente, quería conocer el estado de las personas que ―según los indicios― siguen secuestradas por ese grupo armado y tratar de presionar por su liberación. Por eso, en señal de protesta, se amarró a las rejas de la embajada de Colombia en la isla.
José Jaime Uscátegui (J.J.U.): Bueno, he verificado el estado actual del proceso. Este proceso ha acumulado más de un año y medio de diálogos y seis ciclos de negociación. Sin embargo, es preocupante lo poco que se ha avanzado. La Delegación de Gobierno afirma que los últimos acuerdos representan un gran avance, porque nuevamente va a haber cese al fuego y hay un compromiso real de no secuestrar, algo que ellos denominan “retenciones extorsivas”. Sin embargo, la realidad es que en este momento hay más de 20 personas secuestradas en manos del ELN. El verdadero compromiso debería ser la liberación inmediata de estas personas, y la promesa de no continuar con estas prácticas es demasiado espumosa y abstracta.
Infobae Colombia: ¿El anuncio del ELN de que va a dejar los secuestros lo ve como algo positivo o negativo, más allá de “espumoso”?
J.J.U.: Es insuficiente que ellos afirmen que no van a secuestrar con fines extorsivos. Me pregunto, si no van a solicitar dinero, ¿podrían secuestrar con fines políticos? Podrían secuestrar a un congresista y argumentar que, dado que no están pidiendo rescate, eso estaría permitido dentro del acuerdo. O podrían secuestrar a un ciudadano, un empresario, un registrador, un fiscal o cualquier persona, siempre y cuando no pidan dinero. Entonces, ¿está bien que secuestren? Este es el tipo de incoherencias o zonas grises que no están aclaradas. Por eso insisto, si hay un verdadero gesto de paz, debería ser liberar a las personas que ya tienen secuestradas. Hablar de ceses al fuego en realidad solo beneficia a la misma guerrilla, porque con eso evitan la acción ofensiva de las fuerzas armadas colombianas.
Además, continúan con el negocio del narcotráfico y mantienen todas sus economías ilegales. El secuestro es solo una de las muchas actividades ilegales que manejan.
Infobae Colombia: ¿Entonces estaría de acuerdo con financiar al ELN para que deje el secuestro y otras actividades criminales?
J.J.U.: Por supuesto que no, eso no tiene presentación. Es inaceptable que haya dinero para pagar a personas que continúan delinquiendo. Esto es insostenible tanto en Colombia como en el exterior. Confío en que la comunidad internacional no se prestará para esto. Más bien que le metan plata al mecanismo de verificación. Este mecanismo no se ha reunido desde octubre, como pude constatar en Cuba. Es este mecanismo el que brinda tranquilidad a los colombianos y a la comunidad internacional de que se están cumpliendo los acuerdos, especialmente en lo que respecta al cese de la violencia.
Se le ha dicho al ELN que adelante su sexto congreso general o nacional. Ellos tienen su congreso cada diez años. El último fue en 2015 y seguramente utilizarán esto como discurso y justificación para decir que antes del 2025 no tomarán una decisión de fondo frente a la posibilidad de firmar acuerdos de paz definitivos.
Entonces yo digo, si el dinero va a llegar, que sea para fines como estos o incluso para reparar a las víctimas que ellos mismos continúan dejando en el camino durante esta negociación.
Infobae Colombia: Volviendo al tema de los secuestros, ¿Ha logrado hablar con los familiares de las personas secuestradas? ¿Qué opinan ellos del proceso de paz con el ELN?
J.J.U.: Todos ellos están completamente arrinconados y llenos de una incertidumbre enorme. Hablé con la familia del odontólogo Juan Balter, quien lleva ya varios meses secuestrado en el Magdalena, en El Banco, Magdalena. Está la familia de Ulises Torres, que también ha enviado muchos mensajes a través de las redes sociales. También está la familia de José Emerson Díaz, entre otras personas más. Ellos están en una encrucijada muy grande, porque los captores son del ELN, según todas las informaciones que hay. Si protestan o dicen algo diferente a lo que es el libreto del Gobierno, corren el riesgo de que asesinen a sus seres queridos. Están muy angustiados, según lo que he podido escuchar y ver.
Deberíamos haber regresado de Cuba con una respuesta para esas familias. Teniendo allá a los cabecillas del ELN, ¿cómo es que no es posible decirles ‘vengan, defínanos cuál es la ubicación de estas personas’ o al menos ‘entreguen una prueba de supervivencia’? Así podríamos darle esa tranquilidad inicial a las víctimas, pero nada de eso se logró en Cuba. A pesar de que soy congresista e hice mi mayor esfuerzo, no formo parte de la delegación ni del mecanismo de verificación. Por eso me tocó amarrarme a una embajada con el ánimo de hacer un llamado pacífico y respetuoso. Pero quienes sí tienen el poder y la posibilidad no lo están haciendo.
Infobae Colombia: ¿Cómo cree que va a estar el proceso de paz en el momento en el que Petro entregue la Presidencia?
J.J.U.: Si antes del 2025 no hay una concreción, una firma y un acuerdo real, que hasta el momento no existe, este esfuerzo se habrá perdido. Ya estaremos en un año electoral y formalmente comienza la campaña electoral para el 2026. Lamentablemente, en estas condiciones, Gustavo Petro nos va a entregar un país con más de 400.000 hectáreas de coca, con unas estructuras armadas completamente empoderadas y fortalecidas, y un país sumido en una gran crisis institucional, con miles de nuevas víctimas de la violencia. Esto representará un nuevo ciclo de violencia o el reciclaje de nuevas guerras en Colombia. Ese es el panorama real. No habrá paz total y, por el contrario, con esa impunidad total, vamos a tener un caos total. Nos va a tocar empezar de cero para ver cómo se puede reconstruir lo poco que quede del estado de derecho en Colombia.
Infobae Colombia: ¿Usted cree que el próximo presidente de Colombia debería continuar con el proceso de paz con el ELN? ¿Qué cambios le haría al proceso?
J.J.U.: Mire, lo que está en juego es la defensa del Estado de Derecho. Las instituciones no se negocian, la justicia colombiana no se negocia, la fuerza pública no se negocia, el modelo económico no se negocia a punta de chantajes. Ya está demostrado que todo se puede dirimir por el canal Institucional. Hoy tenemos a un guerrillero desmovilizado como Presidente de la República, lo que demuestra de sobra que el país se ha transformado y que la democracia ha venido evolucionando y se ha fortalecido. Entonces, mi propuesta sería alguien que retome un discurso de defensa del Estado de Derecho, de sus instituciones, de la fuerza pública y que, por supuesto, conserve la mano tendida para negociar o dialogar. Pero no en medio de ceses al fuego, ni viendo cómo secuestran a ciudadanos mientras nosotros aplaudimos a delincuentes en Cuba, en Venezuela, en México o en cualquier otro rincón del mundo, como si estas personas hubieran mostrado un acto real de paz o una disposición real de paz.
Infobae Colombia: Muchas gracias por compartirme sus impresiones sobre el proceso de paz con el ELN
J.J.U.: Sí señor. Vamos a estar atentos al siguiente capítulo de toda esta historia y estaremos allí, tratando de ayudar de alguna manera. Para mí, la posición más fácil hubiera sido quedarme aquí en Colombia y lanzar críticas, como siempre lo hemos hecho, al proceso de paz. Sin embargo, espero que se valore el hecho de que uno se presente con el deseo de desenredar esos nudos. Uno queda muy preocupado cuando ve que las cosas no avanzan. Muchas gracias y a la orden. Con Infobae