El ‘Chiche’ Maestre convierte un grito de derrota en un éxito del alma con ‘Reina guajira’
De cuando en cuando ocurre un fenómeno en la música vallenata con alguna canción, que no solo se convierte en éxito, sino que trasciende y gusta tanto que su letra se riega como el bostezo, de boca en boca. Tanto así que la cantan los jóvenes, los mayores y con mucho más sentimientos los niños.
Ese es hoy el caso de ‘Reina guajira’, una sentida canción que está en el primer lugar de sintonía en la mayoría de las emisoras del país, interpretada por Elder Dayán Díaz; el hijo de Diomedes, y compuesta con todo el sentimiento patillalero de José Alfonso Maestre.
Lo que muchos no saben, es que la historia pese a que es muy real, demasiado real diría yo, no le sucedió al Chiche Maestre; le sucedió a un buen amigo de él, a un compadre. Como el Chiche vivió a su lado ese dolor, ese guayabo, esa tusa o como le quieran llamar; sintió la necesidad de cantarle a esa pena como si fuera propia.
Eso no es raro en nuestros compositores, porque quién no ha escuchado ‘El Pirata de Loperena’. Ese desamor al que Escalona le cantó no era propio, le ocurría a un buen amigo de él, un amigo de infancia muy querido. Ese corazón sangrando que iba a pintar Molina no era precisamente el de Rafa Escalona, era el corazón de su amigo Hugues Martínez, que suspiraba por una linda dama llamada Mercedes.
Hace tiempo que me encuentro retirado/ y que no camino por el barrio e’ Loperena/ y te juro que vivo como el pirata/ rondando las murallas e’ Cartagena.
Garantizo que ningún hombre resiste/ esta gran pena que me vive atormentando/ y por eso, le voy a pedí a Molina/ que pinte este corazón sangrando.
Igual le ocurrió a Maestre, y quiso cantar la historia cuando vio a su amigo sufrir por esa pasión que pese a que se vivió a plenitud, termino de forma abrupta por circunstancias de la vida; porque ese anillo que el pretendiente le colocó a la niña guajira en su dedo; su amor de ayer
no lo pudo hacer, puesto que ya él había colocado un anillo en otro dedo también muy querido para él. El dedo de la madre de sus retoños.
Es ahí cuando esa experiencia vivida, esos momentos hermosos, se vuelven una vorágine de recuerdos que duelen mucho más allá del dolor. Y se mezclan esos atardeceres compartidos por un par de locos en medio de la lluvia y el sol, en un tiempo sin hoy y sin después; que entre una eternidad de recuerdos, se pierden en el universo del padecimiento mismo de lo imposible. Porque al final ella siempre supo que lo único válido allí, era soñar.
Pero lo que más llama la atención y hasta duele, es que pese a que el mismo muchacho conoce su razón de perder, reclama con un derecho que solo le otorga el amor. Reclama con mucho dolor y despecho, porque el pretendiente nuevo, con gran astucia para conquistar a la niña de casta, primero endulzó y se ganó a su papá.
Y él sabe que así reclame, no tiene otra opción que seguir caminando por la ruta que ya trazó, porque además, su turno acaba de terminar en un reloj de arena que ya completó el tiempo que tuvo para decidir su mañana.
Al final, queda ese sabor a derrota, unido a la gratitud del último encuentro; pese al desconsuelo y a una cruel despedida donde toca soltar de su ser un pedazo de vida que ya no le pertenece. Ya no hay nadie a quién sentir, ya no hay nadie a quién abrazar; porque el deber y el respeto por lo ajeno y lo sagrado, prevalece ante las ansias del querer
Es entonces cuando el ‘Chiche’ Maestre, como el alquimista del canto que ha sido siempre, transforma esos versos cargados de adiós, ese llanto por la que se fue, en un canto que le ha dado la vuelta a la geografía nacional y ha traspasado fronteras. Que ha puesto a cantar a todo el mundo, que ha estremecido corazones.
Maestre convierte ese grito de derrota en un éxito del alma, cambia frases de olvido por versos, cambia el llanto por melodía, y extingue el olvido para perpetuar una historia, que se confunde con parte de la quimera de su propia vida que un día cantó. Una historia con una
magistral interpretación, que como ‘Ahí vas Paloma’, su canción más sentida, también empieza a cabalgar por el mundo de la fama y la inmortalidad.
Taryn Escalona
@tarynescalona
Extraordinaria la reseña, poética, diría yo. Felicitaciones poeta Tarín. Dios lo bendiga.