22 de noviembre
Opinión

El Amor, el Mandamiento más Importante

“Saludaré este día con amor en mi corazón.

Porque éste es el secreto más grande del éxito en todas las empresas. La fuerza muscular podrá partir un escudo y aún destruir la vida, pero sólo el poder invisible del amor puede abrir el corazón del hombre, y hasta que no domine este arte no seré más que un charlatán en el mercado.”

Og Mandino
El vendedor más grande del mundo


En 1990 comenzó una nueva vida para mí, cuando me desempeñé como vendedor de la enciclopedia Thema del grupo editorial Prolibros. La inspiración de Jorge Duque Linares, quien ostentaba para esos tiempos el cargo de gerente regional de Prolibros del Caribe (pero seguidamente forjamos una amistad), me llevó a nutrirme de los principios del éxito en pro de convertirme en el vendedor más grande del mundo. Así, como resumo en el epígrafe, el pergamino # 2 fue para mí la afirmación permanente cada día durante muchos años, hasta llenarme de amor.

En nuestra sociedad el amor es considerado un atributo; pero es más que eso, es un mandamiento. Precisamente, la misión de Jesús, el nazareno, fue mostrarnos la inmensidad de esta fuerza, el AMOR, para que aprendiéramos a amar; misión que la gran mayoría aún no ha comprendido por estar dormidos, esperanzados en su pasión, en su muerte y resurrección. En respuesta a la pregunta de un fariseo, intérprete de la ley, Jesús dijo: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.” (Mateo 22:37 –39). Si, el amor es el mandamiento más importante, porque sin amor no puede una persona lograr salud, éxito o felicidad, aunque posea todos los conocimientos y habilidades del mundo.

Tener a Dios dentro si, es decir, estar lleno de entusiasmo, nos permite sortear toda dificultada para ascender en la cúspide de la vida, tal como lo hizo José con su competencia de interpretar sueños. Al llenarnos de confianza en sí mismo podemos hacer realidad lo que para muchos es imposible; esto llevó a Moisés a abrir un camino en medio del mar rojo para salvar al pueblo de Israel. Pero sólo el amor nos insta a entregar la vida, si es necesario, para el bienestar de muchos, hito que dividió la historia de la humanidad en dos con la muerte de Jesús de Nazareth. Y precisamente la palabra amor se compone del prefijo a– y la palabra en latín –mors (cuyo significado es muerte). Es decir que «vivir con amor» equivale a «vivir sin muerte».

Los doctores Fox escriben en su libro ¡Despierta, estás vivo! Una receta médica para vivir más sano a través del pensamiento positivo las siguientes definiciones tomadas del diccionario: “1. Inmenso afecto o interés por otra persona. 2. Vivo deseo sexual por otra persona. 3. Fuerte apego o entusiasmo por algo.” Para ellos, el amor es la tercera virtud cardinal para lograr salud, éxito y felicidad. Por tanto, consideremos la mejor apreciación sobre el amor, la que hizo el apóstol Pablo a los corintios: “El amor es paciente, es bondadoso. El amor no es envidioso ni presumido ni orgulloso. No se comporta con rudeza, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no guarda rencor. El amor no se deleita en la maldad, sino que se regocija con la verdad. Todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor jamás se extingue.” (1 Corintios 13:4-8).

Al respecto, los doctores Fox explican a sus pacientes que “el verdadero amor no tiene tanto que ver con la otra persona como contigo. Amor es, o debería ser, una proyección de tus buenos sentimientos hacia otros. El amor de otros comienza con tu amor por ti mismo. Es imposible amar libremente si tú no te amas a ti mismo.” Sin embargo, la mayoría de la gente cree que amarse a sí mismo es un amor narcisista (como la madrastra de Blancanieves) o jactarse en todo momento lo maravilloso que es (como Joe Kingman en la película Entrenando a papá). No, el amor propio es una extensión de la confianza en si mismo, pues no podemos amarnos a sí mismo a menos que confiemos en sí mismo.

En consecuencia, los doctores Fox precisaban a sus pacientes: “Debes creer que eres una buena persona, merecedor de lo mejor que la vida tiene para ofrecerte. Debes creer en ti, en tu ser (en la persona que eres); no en los ingresos, el trasfondo familiar, o en las posesiones ni en el trabajo. Debes creer en ti mismo. Así, comienzas por confiar, luego añade entusiasmo y te llenarás de amor. Confianza más entusiasmo da como resultado amor propio.” (Paréntesis y subrayados propios)

Amarse a sí mismo es estimarse a sí mismo. Por ello debemos entender que amor propio es equivalente a autoimagen o autoestima, y precisamente la autoimagen determina si algo es posible o no en nuestra vida; en cierto modo, si puedes lograr o no lo que te propones. Por esto, los doctores Fox enmarcan todo lo que acontece en nuestras vidas en dos categorías: Lo posible y lo imposible; en donde lo primero nos genera bienestar, mientras lo segundo, tensión. Esto es esencial comprenderlo, es perentorio amarse a sí mismo, en pro de lograr salud, éxito y felicidad. Para hacerlo más entendible, a continuación, se utilizan las gráficas, construidas por los dotores Fox, para explicarlo de manera sencilla.

Gráfico 1

Con base a la gráfica 1, los doctores clarifican la importancia de aumentar nuestro amor propio o nuestra autoimagen. Como se observa en la gráfica, la zona de bienestar representa todo lo que podemos hacer, lo que experimentamos o manejamos sin mucha dificultad, y esta zona rodea nuestra autoimagen permitiendo dirigir hacia afuera los buenos sentimientos que tenemos de sí mismo.

Envolviendo a la zona de bienestar está la zona de tensión, que describe esas cosas que se nos imponen y nos hacen sentir incómodos o aquellas cosas que no podemos hacer; son esas situaciones, personas o sentimientos con lo que resulta difícil o imposible tratar.

Amarse a sí mismo aumenta la autoimagen, expandiendo la zona de bienestar.

Gráfico 2

La zona de tensión siempre existirá. Si la dejas crecer, es decir, si te dejas agobiar por las dificultades, por lo que digan o piensan los otros de ti, tu vida se llenará de imposibles; tu bienestar se reduce y tu autoimagen, se disminuye. Es menester aumentar tu autoimagen para hacer posible lo que anhelas, lo cual aumenta la zona de bienestar y reduce la zona de tensión (ver gráfica 2). Siempre existirán dificultades en la vida, pero cuando tenemos una adecuada autoimagen, o amor propio, siempre buscaremos opciones para superarlas de manera creativa.

Mucha gente no sabe cómo mejorar su autoimagen, no saben cómo amarse a sí mismo. Estas personas son abatidas por la culpa o paralizadas por el miedo. Temor y culpa son los enemigos del amor. Se siente culpa y temor cuando se tiene una pobre autoimagen o baja autoestima, y de esta manera se permite que estas dos terribles negaciones disminuyan los límites del bienestar, haciendo grande las tensiones. Como resultado se mantienen pensamientos negativos, ansiedad, preocupaciones y estrés.

Como se observa en la gráfica 3, la culpa se encuentra al otro lado del temor. Mientras la culpa mira hacia atrás, con sentimientos de infelicidad, admitiendo los fracasos del ayer, fallas y equivocaciones del pasado. Por la otra parte, se teme al futuro, se siente miedo por cosas que es posible que sucedan o no. Pero el pasado y el futuro están fuera de nuestro alcance, pero dominan la mente de la gente con una pobre autoimagen, ahogando el presente, perdiendo el control del aquí y del ahora, deteriorando la salud, impidiendo el éxito y la felicidad.

Gráfico 3

Pero si el temor y la culpa son los enemigos del amor, el amor mismo es el antídoto,” afirman los doctores FOX. Cuando empezamos a amarnos a sí mismo, cuando aumentamos nuestra autoimagen, podremos admitir los errores y aprender a reirnos de nuestras equivocaciones, sin sentir culpa. Además, el amor propio se convierte en autoconfianza para emprender con resolución y con entusiasmo, venciendo el temor. Tengamos presente que la culpa y el temor jamás desaparecerán de nuestra vida, pero con una grande autoestima, se reducen ostensiblemente, tal como se visualiza en la gráfica 4.

Gráfico 4

Mientras mejor te sientas, más positiva será tu perspectiva de la vida y mayor tu autoimagen; y a medida que tu amor propio crece te llenarás de amor por los otros. Y lo más gratificante es que el amor es un ciclo de retroalimentación positiva que nunca termina, pues el amor es infinito. Jamás a una persona se le agotará el amor que tiene, porque mientras más amor da, mas amor recibe de su interior y de otros. Con elocuencia Almustafá, el profeta, se dirigió al pueblo de Orfalese, para enseñar, en primer lugar, sobre el amor: “… El amor no da nada más a sí mismo y no toma nada más que de sí mismo. El amor no posee ni es poseído. Porque el amor es suficiente para el amor.” (Khalil Gibrán).

Hay gente tan maravillosa que sólo está esperando que le recordemos su esencia amorosa. Por ello, los doctores Fox instan a sus pacientes a llenarse de amor: “Sin amor, el espíritu se vuelve frio y el sistema inmunológico se marchita. El amor es la cura de la enfermedad (allende a los síntomas) que nos marchita. Da tu amor incondicional, sin expectativas o exigencias. Ama por el gozo de amar.” El amor hace que valga la pena vivir la vida, da significado a esta, pues nos permite ver lo bueno en lo demás, haciendo evidente lo bueno. Con amor en nuestro corazón hacemos la mayor contribución para la construcción de un mundo mejor.

Por: Carlos Rafael Melo Freyle

Un comentario en «El Amor, el Mandamiento más Importante»

  • Sin duda me fue de gran ayuda poder reafirmar lo que el significado del amor abarca en nuestras vidas.

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