Ministro de Hacienda plantea que en Colombia no haya vehículos a gasolina y ACPM
El ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, anunció durante una entrevista con la Presidencia de la República que el país se enfocará en la creación de un plan para la sustitución del parque automotor, con el objetivo de reducir el consumo de combustibles fósiles y mejorar la calidad del aire, así como impulsar el uso de energías limpias.
Estas acciones forman parte de los esfuerzos del Gobierno Nacional por combatir el cambio climático y manejar el déficit en el Fondo de Precios de los Combustibles. Además, se encuentran en curso negociaciones con los camioneros sobre el incremento en el precio del ACPM.
Durante la conversación con medios institucionales, Bonilla destacó que, aunque un punto clave de las negociaciones actuales es determinar cómo se ajustará el precio del galón de diésel, el gobierno tiene especial interés en “cómo generamos una senda de sustitución del parque automotor para que vayamos abandonando el consumo de este combustible”. Esto indica un esfuerzo gubernamental por actualizar la flota vehicular del país hacia opciones más sostenibles y amigables con el medio ambiente.
El ministro Bonilla señaló que el plan de sustitución vehicular permitirá a largo plazo una transición efectiva hacia fuentes de energía renovable, una política alineada con los compromisos internacionales de reducción de emisiones y de promoción de tecnologías limpias.
“Es tiempo de que pasemos a otro tipo de combustibles menos contaminantes o más amigables con el medio ambiente, que vayamos pasando a carros híbridos o vayamos pasando a carros eléctricos”, resaltó el ministro de Hacienda Ricardo Bonilla.
El país se enfrenta a un futuro donde los vehículos eléctricos e hidrógeno dominarán el mercado automotor, según indicó Ricardo Bonilla, en un esfuerzo por reducir la huella ambiental del país y fomentar una mejor calidad del medioambiente. Ante la pregunta sobre el elevado costo actual de los automóviles libres de combustibles fósiles, Bonilla sostuvo que, aunque es un proceso arduo, no se debe flaquear, ya que representa las aspiraciones ambientales de la población colombiana y la protección de sus ecosistemas.
El ministro Bonilla también señaló que es esencial establecer un punto de referencia temporal claro para la transición energética en el sector automotriz. En términos de políticas públicas, se deberá determinar a partir de cuándo no se autorizarán más matrículas de vehículos que utilizan combustibles convencionales como el diésel o la gasolina. Esta medida tiene el objetivo de solamente permitir la entrada de autos eléctricos o aquellos que funcionen con hidrógeno al mercado.
“Eso es lo que tenemos que ir planteando, que significa que de entrada sí tenemos que dejar un horizonte en el mercado colombiano de a partir de qué año, en qué momento no podemos autorizar más la matrícula de un vehículo que consuma diésel o gasolina y solamente entren eléctricos o entre vehículos con hidrógeno”, resaltó el jefe de la cartera de Hacienda.
El cambio hacia un parque automotor sostenible no solo se trata de un desafío regulatorio y de mercado, sino que además implica una revisión de la oferta económica de dichos vehículos. Bonilla enfatizó que en un futuro próximo se esperan opciones más accesibles en el mercado, lo cual requerirá un análisis detallado y una estrategia para implementarlo de manera efectiva. Resalta la importancia de esta transición al señalar que la huella ambiental provocada actualmente por la quema de gasolina y diésel sigue siendo considerablemente alta en Colombia.
Qué va a pasar con el aumento en el precio del ACPM
El ministro de Hacienda resaltó el déficit de 37 billones de pesos en el Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC) y la necesidad de ajustes en el precio del diésel. Mientras se han aplicado incrementos a la gasolina, el precio del ACPM se mantiene inalterado en $9.065 por galón en promedio para no afectar la inflación y la cadena logística del transporte de carga.
El déficit generado por la diferencia entre el precio interno congelado y el precio internacional del combustible ha sido financiado por el presupuesto nacional, según explicó el ministro.
El subsidio diario a la gasolina ha implicado una considerable distracción de recursos que se podrían haber utilizado en áreas como la salud, la educación y la renta ciudadana. Para controlar este gasto, se plantea un control mensual del precio de la gasolina en función del mercado y la tasa de cambio, una vez se cierre la brecha con el Fepc.
Las decisiones sobre el ACPM se tomarán en concertación con los gremios de transporte, buscando minimizar el impacto en la inflación y en los componentes del transporte. El gobierno trabaja en conjunto con estos sectores para implementar ajustes considerados y equilibrados. La finalidad es mantener la meta de inflación en un 5% al cierre del año, clave para el control del costo de vida.
La revisión mensual de las tarifas de la gasolina comenzará una vez solucionado el desajuste en el Fepc y dependerá de los movimientos del precio del petróleo y la tasa de cambio en Colombia. El Gobierno busca así una gestión prudente y sostenible de recursos evitando sobrecargar el presupuesto nacional y distribuyendo mejor el mismo en áreas prioritarias para el bienestar social. Con Infobae