EEUU y Reino Unido bombardean Yemen en respuesta a los ataques de los hutíes
Estados Unidos y el Reino Unido bombardearon hoy varias posiciones militares de los rebeldes hutíes en al menos seis provincias del Yemen en respuesta a los ataques de los insurgentes contra buques comerciales en el mar Rojo, una acción que ha provocado que el movimiento chií respaldado por Irán declare la guerra a estos países.
Los hutíes dicen que cinco de sus miembros murieron
Los rebeldes hutíes del Yemen, respaldados por Irán, anunciaron que cinco de sus combatientes murieron y otros seis resultaron heridos en un total de 73 bombardeos realizados por Estados Unidos y el Reino Unido contra el país árabe en respuesta a los ataques de los insurgentes en el mar Rojo.
El portavoz militar de los insurgentes, Yahya Sarea, informó en una declaración televisada de los efectos de la acción lanzada por EE.UU. y el Reino Unido contra diversos objetivos en las provincias de Al Hudeidah, Taiz, Hajjah y Saada, todas ellas en manos de los insurgentes.
“El enemigo estadounidense y británico tiene toda la responsabilidad por su agresión criminal contra nuestro pueblo yemení, y no quedará sin respuesta ni castigo”, amenazó Sarea.
Aseguraron, además, que continuarán atacando buques en el mar Rojo que estén vinculados a Israel, tras los bombardeos “injustificados” de Estados Unidos y del Reino Unido de esta madrugada.
“No hay ninguna justificación para esta agresión contra el Yemen, puesto que no había peligro para la navegación marítima internacional en el mar Rojo y Arábigo”, dijo en X (antes Twitter) Mohamed Abdelsalam, uno de los portavoces de los hutíes, movimiento respaldado por Irán.
Manifestaciones convocadas este viernes
Además, los rebeldes hutíes convocaron para este viernes manifestaciones multitudinarias en las zonas bajo su control para protestar.
Por su parte, el miembro del buró político de los hutíes Mohamed Ali al Huti calificó en la misma plataforma de “bárbaros y terroristas” los bombardeos estadounidenses y británicos contra distintas de sus posiciones en el Yemen, una acción que han justificado que se llevó a cabo para reducir la tensión en el mar Rojo.
Reino Unido no prevé lanzar más ataques “inmediatamente” contra los hutíes
El Gobierno británico no prevé que vaya a haber más ataques “inmediatamente” contra los hutíes en el Yemen, según dijo el secretario de Estado de Defensa del Reino Unido, James Heappey.
En declaraciones a la BBC, el responsable aclaró hoy que no hay “más acciones militares planeadas por el momento” tras los bombardeos llevados a cabo por aviones de la Real Fuerza Aérea británica (RAF) y de las fuerzas aéreas estadounidenses contra posiciones de esos rebeldes en el Yemen.
Además, el Gobierno británico aseguró en una argumentación jurídica que el ataque ha sido necesario y proporcionado, al tiempo que defendió que su respuesta armada está permitida por la legalidad internacional.
El primer ministro británico, Rishi Sunak, indicó también desde Kiev (Ucrania) que el Reino Unido debe enviar “un fuerte mensaje” a los rebeldes hutíes en el mar Rojo de que no pueden continuar con sus ataques “con impunidad”.
En declaraciones desde Ucrania, donde el dirigente ‘tory’ se encuentra hoy en visita sorpresa para reunirse con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, Sunak declaró a los medios que el Reino Unido y sus aliados no dudarán a la hora de garantizar la seguridad de la navegación comercial.
Hamás condena “enérgicamente” los ataques de EEUU
El grupo islamista palestino Hamás, por su parte, condenó “enérgicamente la flagrante agresión estadounidense-británica” contra Yemen e hizo responsables a ambos países occidentales de las repercusiones que esos ataques tengan en la seguridad de la región.
“Los consideramos un crimen y una agresión flagrante a la soberanía yemení, y una amenaza a la seguridad de la región, que es testigo de una militarización estadounidense y británica que vino a proteger la ocupación nazi-sionista y a encubrir sus crímenes contra el pueblo palestino y toda la región árabe”, afirmó Hamás en un comunicado.
Rusia pide reunión urgente del Consejo de Seguridad por los ataques
Rusia demandó además una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU en relación con los ataques aéreos contra Yemen por parte de Estados Unidos y el Reino Unido, que el Kremlin condenó rotundamente.
La Embajada rusa ante la ONU pidió anoche la celebración de dicha reunión hoy, viernes, en Nueva York.
“Los condenamos (los ataques)”, dijo el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, en su rueda de prensa telefónica diaria y añadió que “desde el punto de vista del derecho internacional son ilegítimos”.
La OTAN justifica los ataques
La OTAN aseguró este viernes que los ataques de Estados Unidos y el Reino Unido contra posiciones militares de los rebeldes hutíes en Yemen fueron “defensivos” y estuvieron “diseñados para preservar la libertad de navegación” en el mar Rojo.
“Estos ataques fueron defensivos y estaban diseñados para preservar la libertad de navegación en una de las vías navegables más importantes del mundo. Los ataques hutíes deben terminar”, afirmó el portavoz de la OTAN, Dylan White, en una declaración facilitada a EFE.
Otras reacciones
Irán advirtió que los bombardeos de Estados Unidos y Reino Unido contra Yemen alimentan la inseguridad y la inestabilidad en la región y llamó a la comunidad internacional a que actúe para evitar la propagación del conflicto.
China expresó asimismo su preocupación por la escalada de tensión en el Mar Rojo.
Australia ha subrayado su “respaldo” al bombardeo llevado a cabo por Estados Unidos y el Reino Unido y ha asegurado haber enviado personal a la central desde la que se condujo la operación.
Japón se sumó también a los países que justifican los bombardeos. Mientras, Arabia Saudí, uno de los principales aliados de EE.UU. en Oriente Medio, pidió “moderación”.
Francia dio un respaldo implícito a la acción militar dirigida por Estados Unidos contra los hutíes al subrayar su apoyo a la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que autoriza una respuesta a los ataques que ese grupo rebelde de Yemen ha llevado a cabo contra barcos en el mar Rojo.
El ataque “no es proporcional” y tiene la intención de convertir el mar Rojo “en un mar de sangre”, dijo a su vez el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan.
El Gobierno alemán reiteró su disposición a participar en una misión europea para salvaguardar el tráfico comercial en el mar Rojo ante los ataques de los rebeldes hutíes, una opción que se está debatiendo en Bruselas “de forma intensiva y con urgencia”.
El fabricante de coches eléctricos Tesla informó de que se ve obligado a paralizar durante dos semanas la mayor parte de su producción en su planta de Grünheide, cerca de Berlín, debido a vacíos en las cadenas de suministro como consecuencia de los ataques a buques por parte de los rebeldes hutíes del Yemen en el mar Rojo.
Biden confirma los ataques
El presidente estadounidense, Joe Biden, confirmó en un comunicado que, bajo su dirección, las fuerzas de EE.UU., junto con el Reino Unido y el apoyo de Australia, Baréin, Canadá y los Países Bajos, llevaron a cabo con éxito ataques contra varios objetivos en el Yemen utilizados por los hutíes.
“La respuesta de la comunidad internacional a estos ataques imprudentes ha sido unida y decidida”, aseguró el mandatario estadounidense.
Testigos consultados por EFE apuntaron que los bombardeos impactaron contra al menos seis provincias en manos de los hutíes, que controlan gran parte del noroeste del Yemen desde 2014, cuando estalló una sangrienta guerra aún en marcha que ha sumido al país árabe en la peor catástrofe humanitaria del planeta.
Objetivos militares
De acuerdo con los testigos, las zonas bombardeadas fueron la capital, Saná; la ciudad portuaria de Al Hudeidah; y las provincias de Saada, Dhamar, Taiz y Hajjah, todas ellas en el oeste del Yemen.
Dos de los bombardeos en Saná tuvieron como objetivo la base aérea de Al Dailami, ubicada en el aeropuerto capitalino, mientras que otros dos ataques aéreos en Taiz impactaron contra posiciones militares y también contra su aeródromo.
En la ciudad portuaria de Al Hudeida, desde donde los hutíes han lanzado gran parte de los ataques contra navíos mercantes, los bombardeos tuvieron como objetivo diferentes posiciones cercanas a su aeropuerto, mientras que unos cuarteles militares en la localidad de Saada también sufrieron el impacto de los ataques.
“Nuestro país ha sido objeto de una agresión masiva por parte de barcos, submarinos y aviones de combate estadounidenses y británicos, y no hay duda de que Estados Unidos y Gran Bretaña tendrán que estar preparados para pagar un alto precio”, dijo en X el viceministro de Exteriores de los hutíes, Husein al Ezzi.
Asimismo, amenazó que tanto Washington como Londres “soportarán las terribles consecuencias de esta flagrante agresión”.
Según Washington, la acción militar se da en respuesta a los ataques “sin precedentes” de los rebeldes hutíes, que este jueves lanzaron un misil balístico con el objetivo de golpear las rutas de navegación del Golfo de Adén, una vía estratégica para el transporte del petróleo proveniente del golfo Pérsico.
Los hutíes declaran la guerra a EE.UU.
Poco después de que se produjera la primera ronda de bombardeos, el miembro del buró político de los hutíes, Ali al Quhom, advirtió a través de su cuenta de X que estas acciones han desencadenado una “guerra abierta” entre el movimiento respaldado por Irán y la coalición naval liderada por Estados Unidos.
“La batalla será más grande, y más allá de la imaginación y las expectativas de los estadounidenses y los británicos. Es una guerra abierta”, dijo el responsable insurgente, que aseguró que EE.UU. y el Reino Unido “se arrepentirán de su agresión”.
Asimismo, Al Quhom confirmó que los hutíes “ahora están respondiendo enérgicamente a los acorazados estadounidenses y británicos en el mar Rojo”, donde aseguró que se está desarrollando “una guerra furiosa”.
Proteger el comercio marítimo mundial
En su comunicado, Biden afirmó que los ataques de los hutíes en el mar Rojo “han puesto en peligro al personal estadounidense, a los marines civiles y a nuestros socios, han puesto en peligro el comercio y amenazado la libertad de navegación”.
En apoyo de los palestinos de la Franja de Gaza, los insurgentes han estado atacando en el mar Rojo desde el 19 de noviembre a embarcaciones supuestamente vinculadas a Israel, aunque aseguran que su intención no es hundir barcos sino ejercer presión económica sobre el Estado judío para que detenga la guerra.
Biden explicó que más de 50 naciones se han visto afectadas por estos ataques, mientras que más de 2.000 barcos se han visto obligados a desviarse para evitar el mar Rojo, lo que eleva los costes del transporte y puede causar semanas de retrasos en los tiempos de envío de productos.
Las principales navieras a nivel mundial continúan ajustando sus rutas para evitar navegar por esta vía marítima, por donde transita casi el 15 % del comercio marítimo global, incluyendo el 8 % del comercio mundial de cereales, el 12 % del comercio de petróleo y el 8 % del comercio mundial de gas natural licuado.
Los ataques contra el Yemen se producen apenas unas horas después de que el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, culminara una gira por Oriente Medio en la que advirtió que la coalición naval capitaneada por EE.UU. en el mar Rojo respondería si los hutíes continúan lanzando ataques contra buques mercantes.
Republicanos dicen que la acción contra los hutíes debió darse antes
Los líderes republicanos del Congreso de Estados Unidos dijeron que la orden del presidente Joe Biden de realizar una acción militar, apoyada por al menos nueve países, contra los rebeldes hutíes de Yemen debió darse antes.
El presidente de la Cámara Baja de EE.UU., el republicano Mike Johnson, reprochó que hasta hoy se realizara el operativo conjunto con el Reino Unido. “Esta acción por parte de las fuerzas estadounidenses y británicas hace mucho que debería haberse hecho”, señaló el congresista en su cuenta de la red social X.
El líder de la minoría republicana en el Senado de EE.UU., Mitch McConnell, coincidió con Johnson, y dijo en un comunicado que la decisión del presidente estadounidense contra los rebeldes, a los que calificó de representantes iraníes, está atrasada.