Ucrania ataca el corazón de la flota rusa en Crimea tras la victoria rusa en el Donbás
El ejército ucraniano asestó este martes un duro golpe a la flota rusa del Mar Negro al alcanzar, en un ataque con misiles, a uno de sus grandes buques de guerra, el Novocherkassk, que habría resultado hundido, según Kiev, en la anexionada península de Crimea.
“Felicitaciones a nuestras Fuerzas Armadas por sumar otro buque a la flota submarina rusa del Mar Negro. Sus ocupantes no encontrarán un lugar feliz y tranquilo en Ucrania”, escribió Volodímir Zelenski, presidente ucraniano, en su canal de Telegram.
La sagaz operación perpetrada por la aviación ucraniana fue la respuesta a la toma el lunes por parte de las tropas rusas del bastión de Márinka, la mayor victoria enemiga en el Donbás desde mayo pasado.
Hundido al segundo intento
El Novocherkassk, un buque de desembarco de 112 metros de eslora, ya había sido alcanzado al poco de comenzar la guerra, aunque entonces sólo resultó dañado en un ataque que dejó tres muertos.
“Esta vez, el gran barco de desembarco Novocherkassk sigue al buque insignia de la flota del mar Negro de la Federación Rusa, el Moskvá, que fue hundido en abril de 2022”, escribió en Telegram el comandante de la Fuerza Aérea ucraniana, teniente general Mikola Oleschuk.
Precisó que el ataque se produjo sobre las 02.30 horas locales, cuando la aviación táctica “atacó con misiles de crucero” dicho buque “en la región de Feodosia”, en el este de Crimea.
Su portavoz, Yuri Ignat, explicó en Radio Libertad que la “gran explosión” en el buque se debió a que portaba munición y otros equipos militares, aunque no precisó si se trataba de drones iraníes Shahed.
En los vídeos publicados en Telegram, se puede escuchar una estruendosa explosión y ver cómo se declara un incendio en el puerto crimeo, mientras las imágenes de satélite confirmarían que el barco resultó completamente destruido.
El secretario de Defensa del Reino Unido, Grant Shapps, resaltó en la red social X (antigua Twitter) que “en los últimos cuatro meses el 20 % de la flota rusa del mar Negro ha sido destruida”.
El Kremlin sólo reconoce daños
Al contrario que en otras ocasiones, Moscú no negó el ataque, aunque sólo reconoció que el barco había sufrido “daños”, a lo que añadió un saldo de un muerto y dos heridos.
El buque resultó dañado al “repeler un ataque de las Fuerzas Armadas ucranianas con misiles guiados”, informó el Ministerio de Defensa ruso.
Según el Kremlin, el presidente ruso, Vladímir Putin, fue informado “esta mañana (…) sobre el ataque en Feodosia y los daños que sufrió el buque Novocherkassk” por el ministro de Defensa, Serguéi Shoigú.
Ucrania ya había logrado destruir otro gran buque de desembarco de la flota del mar Negro, el Sarátov, en el ataque del 24 de marzo de 2022 contra el puerto de Berdiansk (mar de Azov), en el que resultó dañado el Novocherkassk.
Un logro de Kiev
El último gran golpe a la flota del mar Negro de Rusia se produjo en septiembre pasado, cuando Kiev atacó también con misiles de crucero el puerto crimeo de Sebastopol, donde resultaron dañados otro buque de desembarco y un submarino que estaban en reparación en un astillero.
Precisamente, el mayor logro de Kiev en 2023 ha sido alejar a la Armada rusa de sus costas y obligarla a retirar a varios de sus buques de sus bases permanentes en Crimea debido a sus continuos ataques y sabotajes con misiles y drones aéreos y acuáticos.
Ucrania, contra la evasión militar de la población
Para frenar al ‘general invierno ruso’, el Gobierno ucraniano envió hoy a la Rada Suprema (Legislativo) un proyecto de ley para mejorar las condiciones de movilización, después de que el mando militar propusiera alistar hasta 500.000 soldados adicionales y combatir la evasión militar.
El texto prevé rebajar la edad de reclutamiento de 27 a 25 años; introduce el entrenamiento militar básico para todos los ciudadanos de 18 a 25 años durante un máximo de tres meses y un servicio militar opcional hasta los 25 años para quienes no hayan completado la instrucción.
El punto de vista ruso
El ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, dio por abortada la contraofensiva ucraniana que comenzó a principios de junio de este año y aseguró que el Ejército ruso avanza en todos los sectores del frente.
“Los principales esfuerzos en el año que concluye se concentraron en lograr los objetivos de la operación especial militar. El más importante fue el de abortar la contraofensiva tan anunciada por Ucrania y sus aliados de la OTAN. La misión fue cumplida con éxito”, afirmó en una reunión con la plana mayor del Ejército ruso.
Según Shoigú, “esto se debió a varios factores determinantes: la creación de un sistema eficaz de fortificaciones, la alta capacidad combativa de todas las unidades, la fiabilidad y efectividad del equipamiento bélico ruso”.
“Y sobre todo, a las acciones hábiles y decididas de los defensores de la patria, que garantizan abnegadamente la seguridad del país y sus ciudadanos”, añadió.
Avances rusos en todo el frente
El ministro ha informado de que “El Ejército ruso ocupa constantemente posiciones cada vez más ventajosas y amplía el control de nuevos territorios en todos los sectores del frente”.
Rusia “avanza consecuentemente hacia el logro de los objetivos declarados de la operación especial militar” en Ucrania, ha asegurado Shoigu.
Desde hace dos meses, las fuerzas rusas han intensificado considerablemente sus acciones en diversas zonas, especialmente en la región de Donetsk, donde ya han tomado la localidad de Márinka e intentan cercar la de Avdivka, ambas importantes bastiones ucranianos cercanos a la capital regional.
También han logrado avances discretos en la región de Járkiv, en un intento de acercarse a Kúpiansk, ciudad de la que las fuerzas rusas se vieron obligadas a retirarse en septiembre de 2022.
Ucrania inició en junio pasado una contraofensiva, con el objetivo de empujar las fuerzas rusas al sur y cortar el puente terrestre que une Rusia a la península de Crimea, anexionada en 2014, pero sus esfuerzos se vieron frustrados debido al intenso minado y las fortificadas líneas de defensa rusa en el sector de Zaporiyia. Con EFE