Ministro de Hacienda afirmó que se sienten vientos de recesión en el país
El ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, advirtió que en el país existe el riesgo de que haya recesión económica después de haberse revelado que el Producto Interno Bruto (PIB) experimentó una contracción del -0,3 % en el tercer trimestre de 2023.
Este indicador abre la posibilidad a que Colombia entre oficialmente en este fenómeno si se reportan dos trimestres consecutivos de decrecimiento económico.
El país se enfrenta a la posibilidad de tener una recesión, definida como dos trimestres seguidos con caídas en el crecimiento del PIB. Con la dificultad económica observada en el último trimestre, Colombia ya se encuentra a mitad de camino de padecer este escenario, generando preocupación en los ámbitos gubernamental y financiero.
La declaración del ministro pone en perspectiva un reto significativo para la economía colombiana, la cual había mostrado solidez en los últimos años.
El término “recesión económica” mencionado por Bonilla alude a un periodo extendido de declive en la actividad económica, que afecta la producción, las inversiones, y el empleo, entre otros factores. Aunque un solo trimestre en negativo no representa aún una recesión formal, es una señal de alarma para las políticas económicas del país y podría influir en las decisiones futuras del gobierno en cuanto a el gasto público y el estímulo económico.
El gobierno colombiano, por consiguiente, se encuentra ante la necesidad de implementar medidas que puedan revertir o, al menos, mitigar la tendencia a la baja en el próximo informe del PIB. En este contexto, el análisis de los factores que han conducido a este retroceso del -0,3% se vuelve crucial para determinar las estrategias que podrían ser efectivas en la prevención de una recesión de mayores proporciones y consecuencias económicas potencialmente adversas para la población.
“Corremos el riesgo porque desde que ya se presente un primer trimestre con tasa negativa podría llegar un segundo. La expectativa es que, en lo que se está haciendo, logremos en el último trimestre no tener una cifra negativa y no se configure el fenómeno”, dijo el ministro Ricardo Bonilla en su intervención en el Congreso Nacional de Infraestructura en Cartagena.
Desde el Ministerio, se anunciaron medidas para contrarrestar el riesgo de recesión económica, poniendo énfasis en la supervisión activa de las obras civiles en desarrollo. La estrategia propuesta subraya la importancia de asegurar que dichas obras estén progresando adecuadamente y destaca la necesidad de que los investigadores del Dane (Departamento Administrativo Nacional de Estadística) verifiquen avances reales en las construcciones para permitir una reversión positiva en las tendencias económicas del país.
“En vivienda lo que hemos encontrado es que los subsidios están sirviendo para reducir inventarios y que por ahora hay lentitud en hacer nuevos lanzamientos de obra y la pregunta es: ¿qué es lo que está mirando el Dane? No está mirando ventas sino iniciaciones de obra, necesitamos que el Dane mire efectivamente por dónde está para que tenga un indicador distinto el cuarto trimestre”, resaltó Bonilla.
La preocupación del Ejecutivo se centra en validar la productividad y el cumplimiento de las obras civiles, que son esenciales para mantener la actividad económica y el empleo.
La intervención del Dane es crucial, ya que este ente es el responsable de proporcionar datos precisos sobre el progreso de dichas obras y, por ende, sobre el dinamismo económico del territorio nacional. Uno de los objetivos específicos de esta supervisión es que la información recopilada sea reflejada en las estadísticas oficiales, proporcionando así un panorama más fidedigno de la situación económica actual.
La implementación de este plan de seguimiento se considera un paso fundamental tanto para la transparencia en la gestión de proyectos como para la confianza inversora y la estabilidad macroeconómica. La iniciativa también se alinea con las políticas gubernamentales que buscan fortalecer la infraestructura y la competitividad del país.
Se espera que el esfuerzo conjunto entre entidades gubernamentales y el sector de la construcción se traduzca en una mejora general de la economía colombiana.
Es relevante notar que el ministro de Hacienda ha hecho hincapié en la importancia de este tipo de acciones para generar un impacto positivo directo en el producto interno bruto (PIB) del país. Movilizando efectivamente recursos y personal hacia el seguimiento de estas construcciones, se aspira a que Colombia no solo evite una recesión, sino que además fortalezca sus cimientos para un crecimiento económico sostenido en el futuro. Con Infobae