22 de noviembre
Opinión

El Emprendimiento: ¿estrategia para generación de empleo o camino para la Generación de Riquezas?

 

 “Hablar del Espíritu Empresarial es hablar del desarrollo socioeconómico, y hablar de Empresario es hablar del promotor y realizador del cambio productivo, del impulsador del progreso, del innovador por excelencia, del identificar y creador de las oportunidades con verdadero valor agregado. Estos dos temas, Espíritu Empresarial y Empresario, serán el centro de nuestras deliberaciones en estos dos días.”

Discurso Inaugural de Rodrigo Varela V.
IV Congreso Latinoamericano sobre Espíritu Empresarial
Publicaciones ICESI N° 37, Cali, 1990,P 19

El emprendimiento se ha convertido en una moda, y como estrategia de generación de empleo ha estado en la agenda de los gobiernos desde la década de los 80′. No obstante, 40 años después no ha tenido el éxito esperado. Esto lo han entendido los países desarrollados que, comprendiendo el valle de la muerte del emprendimiento, han sustentado su modelo de desarrollo en la economía de la innovación. De hecho, tal como se observa en la figura, el emprendimiento es la fórmula que adoptan los países con retraso tecnológico.

 

En las décadas de los 70´y 80´ la perenne crisis del estado del bienestar se caracterizaba por: estanflación, desempleo, posmaterialismo y excesiva carga sobre el gobierno (Gosta Esping-Andersen, Fundamentos sociales de las economías postindustriales, Barcelona, 2000), escenario que condujo a los gobiernos a implantar en la década de los 80′ programas de generación de empleo, y la creación de empresas (emprendimiento) salto a la palestra.

Según la RAE, emprender se entiende como “acometer y comenzar una obra, un negocio, un empeño, especialmente si encierran dificultad o peligro”. Etimológicamente la palabra proviene del latín vulgar (in, en, y prendĕre) cuyo significado es coger, atrapar, tomar. Así pues, el término emprendimiento se define como el esfuerzo que hace una persona o grupo de personas para impulsar un proyecto, crear una empresa o una solución innovadora. Por ello, hoy se habla de emprendimiento organizacional (al interior de una empresa), empresarismo (cuando se inicia una empresa) y emprendimiento social (para gestar soluciones de problemas de una comunidad).

El emprendimiento de todo tipo es necesario para agregar valor, y cuando se agrega valor estamos generando riquezas. No obstante, el concepto de riqueza se ha estigmatizado, limitando su interpretación como tenencias materiales (dinero y otras inversiones). Ciertamente un emprendimiento se realiza para obtener una rentabilidad financiera esperada (para los emprendimientos organizacionales y para el empresarismo), pero allende a esto también se busca un mayor bienestar integral; es decir, el emprendimiento debe concebirse como un satisfactor sinérgico, tal como lo explica Manfred Max Neef en su modelo de desarrollo a escala humana.

En concordancia con la Economía de la Innovación, escuela de la economía que reformula el modelo tradicional de crecimiento económico, poniendo el conocimiento, la tecnología, el emprendimiento y la innovación en el centro, y que estudia cómo las sociedades crean nuevas formas de producción, nuevos productos y servicios, y nuevos modelos de negocios, para expandir las riquezas y la calidad de vida, se ha definido una política del emprendimiento en Colombia, toda vez que el gobierno reconoce que existe insuficientes habilidades, competencias y cultura para acometerlo exitosamente, así como un inadecuado acceso e incipiente desarrollo de mecanismos de financiamiento. (CONPES 4011. Política Nacional de Emprendimiento).

De hecho, un estudio realizado en el 2022 concluye que “el espíritu empresarial es y seguirá siendo un foco de atención para la construcción de un país capaz de generar valor económico, social y ambiental. Por ello, la búsqueda de un ambiente favorable para la generación de emprendimientos y empresas exitosas es uno de los asuntos principales que deben atender los formuladores de políticas públicas, así como las múltiples instituciones que hoy conforman el ecosistema empresarial.” (GEM, Actividad empresarial en Colombia 2022 – 2023: En camino hacia la reactivación, Universidad Icesi, Cali, 2023, p 100)

Pero debemos empezar por reconocer que el emprendimiento se ha teorizado, pues en los programas existentes en el país se puede observar que la mayoría de los asesores “expertos en emprendimiento” no han tenido la mínima experiencia de hacer empresas, el requisito que se le exige para su vinculación es ser especialistas en la elaboración de planes de negocios. Bueno, en el país de los ciegos el tuerto es rey.

Nuestro reto mayor es lograr una cultural emprendedora, como una actitud que nos eleva de la medianía y que saca a la gente y a las naciones de las pobrezas, tal como lo esbozó Rodrigo Varela Villegas en el discurso de instalación del primer congreso del Espíritu Empresarial: “La gente considera el espíritu empresarial una moda o un producto de esta época, pero no es así, el espíritu empresarial es una actitud que ha estado presente en todas las etapas del desarrollo de la humanidad y que ha permitido salir de las limitaciones de la Edad de Piedra, generar los grandes imperios de la antigüedad, modelar las estructuras políticas y sociales, crear la ciencia y la tecnología que dio origen a la revolución industrial, vencer las barreras que ideas estrechas han tratado de colocar a hombres y mujeres, identificar y aprovechar las oportunidades que el espacio provee, generar la nueva sociedad informática y del conocimiento; y será el espíritu empresarial lo que le permitirá a las personas en el futuro seguir siendo el centro de la acción creadora de nuestro planeta.”

Por lo anterior, sostengo en mi libro Despierta ESE ALGO que las riquezas de una región se encuentra en proporción directa con las diferentes capacidades creativas de la gente, y no con la cantidad de dinero que se acumula. Pero desafortunadamente es obtener dinero lo que motiva a muchos “emprendedores” al empresarismo, generalmente con la intención de lograr un capital semilla que le permita su subsistencia, pero sin una actitud de servicio centrada en el bienestar humano, que es la meta única de la actividad económica, Pero la mayoría de la gente teme emprender, porque hemos sido educados, tanto en la casa como en las escuelas y universidades para ser empleados. Es muy complejo crear empresas y lograr su sostenibilidad sin un espíritu empresarial o mentalidad emprendedora, caracterizada por un conjunto de valores, hábitos, comportamientos, creencias y actividades que inducen a una persona a considerar de manera prioritaria la alternativa de hacer, mantener y desarrollar empresa, porque ve en ella una manera de realizarse tanto personal como profesionalmente, y de proporcionarse los niveles de vida de deseados.

En mi charla Crecimiento personal a la hora de emprender, promuevo con los participantes lo anterior, y esbozo las implicaciones al inicio del emprendimiento, así como los mitos y temores para emprender, para luego precisar sobre el perfil empresarial: conocimientos, habilidades, actitudes y valores. Y concluyo con la importancia de crecer como personas, pues el crecimiento personal es una disciplina de gran auge que tiene el propósito de desarrollar en las personas la conciencia de su propia estima, a que se afirmen como personas seguras en sí y puedan, de este modo, definir su proyecto de vida, y lo más importante que puedan realizarlo confiada y gozosamente en su vida cotidiana.

Todos tenemos la capacidad de utilizar adecuadamente la inteligencia y el amor para hacer que el futuro tenga un sentido. Carlos Master Muñoz en el libro 100 ideas de negocios para arrancar hoy. Innovación tendencias y futuro del emprendimiento (Grijalbo, México DC, 2022), nos invita a lo siguiente: “Los que nos consideramos emprendedores seriales sabemos que quedan muchos negocios por crear”. Este libro motiva al lector a: 1) Soltar creencias limitantes para ver las oportunidades por todos lados, lo que precisa visión, creatividad y sangre fría para aventurarse a ejecutar alguna; 2) Dejar de pensar en crear un único negocio y entender que la misión como emprendedor es la de persistir en la creación de negocios todo el tiempo; y 3) Empaparse de las tendencias que presenta el mundo hiperhibrido postpandemia en el que estamos metidos.  Y al respecto Juan Diego Gómez Gómez, en su libro Hábitos de ricos. Nuevas ideas para alcanzar la libertad financiera, asevera que: “El valor de un emprendedor, que ha decidido ser una persona rica, es que si quiere generar nuevos ingresos, se atreve a hacer cosas que antes no había hecho y se apalanca de las tecnologías par realizarlas. Allí está el secreto.”

Finalmente, debemos tener presente que un buen emprendedor es una persona de fe y, sobre todo, de acción. La Fe puesta en Acción nos lleva a transformar el mundo. Deja tus miedos y atrévete a emprender, y de esta manera contribuyamos con la construcción de un mundo mejor.

Por: Carlos Rafael Melo Freyle

2 comentarios en «El Emprendimiento: ¿estrategia para generación de empleo o camino para la Generación de Riquezas?»

  • Viernes 10-11-2023

    EMPRENDER ES EL MEJOR CAMINO PARA LA SALUD MENTAL LA PAZ EL BIENESTAR ECONÓMICO Y PROSPERIDAD DEL MUNDO

    Respuesta
  • Cierto ❗ que importante tener claro el que? El por qué? El para que? Del emprendimiento, del emprender, del emprendedor … para lograr ir más allá del anhelo económico y verlo / el emprendimiento como una oportunidad para el desarrollo y beneficio personal y comunitario

    Respuesta

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