Rusia ataca Járkov con misiles Iskander mientras Europa se vuelca con Ucrania en Granada
Mientras líderes de países de toda Europa reafirmaban en Granada su compromiso de seguir ayudando con armas y dinero a Ucrania, el Ejército ruso ha atacado el centro de la ciudad ucraniana de Járkov y sus alrededores con misiles de alta precisión Iskander, en uno de los bombardeos más mortíferos de toda la guerra.
Muchos ucranianos interpretan estas acciones como un castigo, por el apoyo que su país está cosechando en la escena europea.
El primero de los ataques se produjo el jueves por la tarde, cuando el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, se reunía con los principales dirigentes del continente en la cumbre de la Comunidad Política Europea que se celebra en España.
Un total de 51 personas morían en el pueblo de Groza de la región de Járkov al impactar un cohete de alta precisión en una zona residencial, y el número de muertos aún podría aumentar por la gravedad de algunos heridos.
“Deliberado” Y “Ejemplarizante”
Zelenski denunció el ataque como “deliberado” y “ejemplarizante”, y prometió represalias contra la Federación Rusa.
Según el presidente ucraniano, las víctimas -entre las que hay un niño de 6 años- participaban en un memorial ortodoxo por un muerto en el momento del impacto.
“¿Quién puede disparar un misil contra ellos? ¿Quién? Sólo quien representa el mal absoluto”, dijo Zelenski en su discurso de anoche a la nación, en el que insistió en que sólo con las armas que ayer en Granada se comprometieron a enviar los líderes de España, Italia, Francia, Reino Unido y Alemania se puede poner fin a este tipo de acciones.
“No hay palabras o documentos que puedan parar esta maldad”, remachó
Más misiles contra el centro de Járkov
El terror contra la región de Járkov, mayoritariamente rusófona y fronteriza con la Federación Rusa, ha continuado durante la mañana del viernes, con otro ataque que ha causado dos muertos, una abuela y su nieto.
Otros dos misiles Iskander han alcanzado y destruido varios edificios en dos zonas distintas de la capital de la provincia, la segunda ciudad más grande de Ucrania.
Entre los escombros de uno de los edificios derruidos, los equipos de rescate han encontrado el cuerpo sin vida de un niño de 10 años, que se suma a los más de 500 menores muertos en ataques rusos desde el comienzo de la invasión en febrero del año pasado.
Horas después, se localizaba el cadáver de una mujer, que resultó ser la abuela del menor.
Además, 28 personas han resultado heridas, entre ellas un bebé de 11 meses.
El presidente ucraniano, que también ha condenado este ataque, ha insistió en que los responsables del “terror ruso” deben pagar por sus acciones.
Drones rusos contra un puerto ucraniano del Danubio
En Odesa, drones kamikaze destruyeron anoche nueve camiones y un granero en un puerto ucraniano del Danubio, en distrito de Izmaíl, fronterizo con Rumanía.
Se trata de un nuevo ataque ruso contra las exportaciones agrícolas de Ucrania, tal y como informó este viernes el jefe de la Administración Militar de la región de Odesa, Oleg Kiper.
“La alarma antiaérea se extendió durante tres horas y media en la región de Odesa debido al ataque de los terroristas rusos con drones de ataque”, escribió Kiper en su cuenta de Telegram, donde explicó que las defensas aéreas ucranianas derribaron tres de los drones kamikaze Shahed lanzados por Rusia.
Kiper añadió que el objetivo del ataque eran “infraestructuras portuarias del distrito de Izmaíl”, situado en la región sureña de Odesa.
El ataque ha obligado a suspender el servicio de ferry que conecta el distrito de Izamíl con la orilla rumana del Danubio.
Rusia lanza a diario bombas aéreas sobre el corredor del Mar Negro abierto por la Armada ucraniana para permitir las exportaciones de materias primas desafiando al bloqueo naval declarado por Moscú. Con EFE