Caen los ‘Parkway’, la banda expendedora de la marihuana más costosa de Bogotá
En el reconocido sector de La Soledad, en el norte de Bogotá, fueron capturados los vendedores de los cigarrillos de marihuana más caros de Bogotá, tras siete meses de investigación, en un trabajo de búsqueda entre la Policía Metropolitana de Bogotá y la Fiscalía General de la Nación.
Este operativo está enmarcado en el ‘Plan choque 360′, una estrategia de las autoridades para desmantelar este tipo de negocios de microtráfico.
Según datos oficiales de la Alcaldía, el procedimiento de búsqueda incluyó seis diligencias de registro y allanamientos en localidades como Bosa, Teusaquillo y Santa Fe. De los expendedores capturados, cinco fueron arrestados por orden judicial y uno fue detenido en flagrancia.
El reporte de la Administración detalla que en el operativo se incautaron un arma de fuego, 36 cartuchos , 2 proveedores y 1.000 gramos de marihuana.
Las autoridades, por su parte, lograron identificar que la banda vende uno los cigarrillos de marihuana más costosos de la capital, valiéndose de los clientes que concurren este punto de la ciudad. Según la Alcaldía, los principales compradores serían extranjeros y jóvenes que frecuentan la zona.
También precisaron que los detenidos solían cambiar de residencia con mucha frecuencia, con el objetivo de evitar ser seguidos, y así poder desviar el curso de cualquier plan de investigación. Sin embargo, uno de los pormenores más insólitos es el expediente de algunos de los vendedores que integraban esta banda. Los capturados presentaron anotaciones previas por delitos tales como tráfico, fabricación y porte de estupefacientes, hurto agravado, lesiones personales y acceso carnal abusivo con un menor de 14 años.
En el operativo también cayó Michael Misael, alias ‘Millos’, uno de los objetivos de la búsqueda de las autoridades. Según la brigadier general Sandra Patricia Hernández, ‘Millos’ era la “cabecilla de la estructura, quien era el encargado de desplegar todo el accionar criminal, para la comercialización del estupefaciente, obteniendo una renta criminal de 40 millones de pesos mensuales”, afirmó. Asimismo, también se dio a conocer que Misael es un supuesto barrista del equipo azul de Bogotá.
El modus operandi de la banda lo encabezaba ‘Millos’, que distribuía las dosis de marihuana entre sus dealers (expendedores). Después de reunir las ganancias, las administraba y daba órdenes a sus ayudantes para determinar cuál perfil era apto o no para recibir las dosis de estupefacientes.
Uno de sus más allegados asistentes era alias ‘España’, apodado así por su nacionalidad. ‘España’ reunía a los posibles futuros distribuidores de las dosis, y los llevaba ante Misael para que este concretara quién podía unirse a la banda delictiva. Incluso, se conoce que ‘España’ traía a turistas extranjeros que necesitaban abastecerse de la droga en el sector, que cuenta con un amplia oferta de hospedaje para visitantes.
El investigador titular del caso le comunicó a El Tiempo que alias ‘Millos’ desterró de la zona a los vendedores como tinteros, chanceros y expendedores de comida ambulante por medio de la presión, para poder controlar cualquier movimiento comercial que se diera en el Park Way.
Ya una vez ubicado en el punto estratégico para su negocio, comenzó a vender ilegalmente estupefacientes. Pensado en sus clientes, resolvió vender el “cacho” de marihuana en 10.000 pesos, uno de los costos por gramo de marihuana más altos de la capital.
Para poder operar sin infiltrados, el plan de ‘Millos’ fue ubicar a entre dos y tres jibaros cada 200 metros para hacer guardia, evitando así que cualquier persona pudiera robarle el negocio. Adicionalmente se dio a conocer que la manera de camuflar las dosis era aún más perspicaz: los jíbaros cargaban hasta 20 cigarrillos de marihuana, porque si portaban más podían ser detenidos por las autoridades.
Así mismo, para el sostenimiento este modo de funcionamiento era urgente contar con quien surtiera esa mercancía. Para este efecto, alias ‘España’ era el encargado de ubicar las existencias de droga, localizando puntos estratégicos en el parque, para después revelar las coordenadas a los demás expendedores que requerían los suministros para venderlos. Con Infobae