Israel aprueba la primera parte de la controvertida reforma judicial a pesar de las protestas
Los legisladores israelíes han aprobado este lunes el controvertido proyecto de reforma judicial que impide a la Corte Suprema revisar la razonabilidad de las decisiones gubernamentales y ministeriales.
El primer gran proyecto de ley de la reforma judicial del Gobierno fue aprobado en la Knesset (el Parlamento unicameral de Israel) por 64 votos a favor y 0 en contra, después de que todos los miembros de la coalición gobernante votaran a favor, mientras que todos los miembros de la oposición abandonaron el recinto mientras se celebraba la votación nominal.
La votación en segunda lectura incluyó 140 objeciones y duró varias horas. Se inició tras un agotador debate de 26 horas que comenzó el domingo pasado en horas de la mañana.
Según el texto de la ley, se prohíbe a los tribunales ejercer control alguno sobre la razonabilidad de las decisiones del gabinete y los ministros, incluidos los nombramientos y la decisión de no ejercer las facultades conferidas.
En su discurso de clausura, el líder de la oposición, Yair Lapid, criticó el proyecto de ley votado y denunció que el Gobierno de Israel está creando una profunda división en el país. «Me senté el último día con los jefes del sistema de seguridad. Con el jefe del Shin Bet, con representantes de las Fuerzas de Defensa de Israel. Vamos hacia el desastre», dijo.
Por su parte, el ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, aplaudió la aprobación de la ley, afirmando que «no dejamos piedra sobre piedra hasta el último minuto, pero la oposición se opuso desgraciadamente» al compromiso.
Siete meses de tensión social
Para presionar a los congresistas, decenas de miles de manifestantes, que llegaron el sábado a Jerusalén tras haber recorrido a pie 70 kilómetros desde Tel Aviv, se concentraron frente a la Knéset, cerca de la que decenas de manifestantes instalaron tiendas de campaña, pues planean permanecer allí durante tiempo indefinido. Por otra parte, miles de médicos de todo el país realizaron un mitin en la urbe, pues consideran que la reforma es un ataque a la democracia sin la que «no hay atención médica».
La víspera, más de 550.000 personas marcharon en todo el país para protestar contra la reforma, que, según los críticos, dará pie a una deriva autoritaria. Estas manifestaciones se suman a las de los siete últimos meses que se desarrollaron desde el pasado mes de enero, cuando Netanyahu anunció el proyecto de la reforma. Ante esa presión, el proceso fue detenido en marzo.
Paralelamente, alrededor de 300.000 israelíes se congregaron esta noche en la calle Kaplan de Tel Aviv para mostrar su apoyo a la legislación con pancartas que rezaban: «La gente está con ustedes: completen la reforma» o «¿Quién nos protegerá de la Corte Suprema?». Con RT