Grave gobernador indígena Awá que pisó una mina antipersonal
En el kilómetro 84 de la vía que conduce de Tumaco a Pasto, Alberto García Pai se dirigía a su hogar, como de costumbre, pero esta vez fue sorprendido por el estallido de una mina antipersonal. Un hecho que hoy tiene en alerta a la comunidad Indígena de Nariño.
García Pai, de 42 años, es actualmente el gobernador suplente de la comunidad indígena Güiza Sábalo, perteneciente al resguardo indígena Awá El Gran Sábalo. Según cuentan los testigos, el hecho ocurrió el pasado 17 de mayo, sobre las dos de la tarde, hora en la que pisó el artefacto. Las primeras versiones relatan que el líder, en medio de la confusión y el dolor, emitió gritos de auxilio que por fortuna fueron atendidos unos minutos después por algunos indígenas que pasaban por el lugar.
Alberto García fue atendido con primeros auxilios y trasladado hasta el hospital San Andrés de Tumaco. Sin embargo, según un comunicado expedido por la Unidad Indígena de Pueblos Awá (UNIPA), el gobernador se encuentra bajo pronóstico reservado. “Lamentablemente afectó parte de su pierna izquierda y, además género daños psicológicos a él y a su familia. Este hecho ocurrió en la entrada de la comunidad” se lee en el documento.
Según cuentan los locales, los esfuerzos de los galenos por salvar la extremidad izquierda de García Pai no parecen rendir frutos, y todo indica que el líder indígena tendría que ser sometido a una cirugía para amputar su pierna si su pronóstico no mejora en las siguientes horas.
El organismo indígena también señala en su comunicado que “nuestro Pueblo Awá continúa siendo víctima de las dinámicas y flagelos de una guerra ajena entre actores armados ilegales que operan en la zona del pacífico nariñense. En el desarrollo de esta dinámica se ha instalado en el territorio colectivo minas antipersonal que afectan y generan un peligro para la vida de niños, jóvenes, mujeres, mayores y la comunidad en general, que viven en los resguardos”. Aseguran también que Alberto García Pai no sería el primer afectado por la instalación de este tipo de artefactos. En lo corrido del 2023 se completarían seis los heridos por minas, de los cuales uno habría perdido la vida.
Entretanto, La Secretaría de Gobierno de Nariño maneja cifras diferentes: Según la entidad durante este año se han reportado ocho indígenas afectados: cinco hombres y tres mujeres. Así mismo, las minas antipersonal habrían cobrado la vida de dos personas en zona rural de Tumaco. El hecho más reciente se presentó en el mes de febrero, cuando dos indígenas Awá, entre los que se encontraba un menor de edad, fueron gravemente heridos al pisar una mina.
“En varios resguardos indígenas, especialmente, en El Gran Sábalo, la instalación de minas antipersonal se ha convertido en un flagelo constante y un peligro de muerte para cualquier persona que camina por la selva. Este desequilibrio en el territorio afecta nuestras formas propias de vida, la armonía y la tranquilidad de las comunidades” denuncia la UNIPA en su comunicado, aunque no se atreven a señalar culpables por temor represalias en contra de sus miembros. Aun así, se cree que la instalación de estos artefactos se da en medio de una lucha de varios grupos armados ilegales por apoderarse del territorio, que sería óptimo para establecer rutas del narcotráfico.
Además, la Unidad Indígena del Pueblo Awá solicitó al Gobierno Nacional “llevar a cabo un plan de desminado humanitario enfocado en los resguardos del Pueblo Awá – UNIPA, mediante el cual, se pueda localizar y desactivar estos artefactos explosivos”.
Finalmente, la comunidad indígena reiteró que dentro de sus principios se encuentra la defensa de la vida y la convivencia en armonía, además de hacer un llamado a las autoridades y grupos al margen de la ley a “encontrar un horizonte de esperanza y paz, que nos permita salir a caminar en tranquilidad”. Con Infobae