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Tres de cada diez colombianos que invierten en EEUU son estafados

Desde el inicio de la pandemia del covid-19 un sinnúmero de colombianos comenzó a explorar las posibilidades para trasladar sus capitales hacia economías más seguras con el fin de proteger los intereses y hasta migraron hacia otros países, dadas las condiciones que la misma pandemia generó. Sin embargo, en múltiples casos lo que comenzó como una iniciativa para blindar los patrimonios los convirtió en víctimas de fraude y los dejó inmersos en engorrosos litigios comerciales.

Según la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos (FTC, por sus siglas en inglés), las víctimas de fraude en ese país perdieron cerca de USD8.800 millones en el 2022, un crecimiento de 2.600 millones con respecto al año anterior (USD6.200 millones). Para la FTC, la Florida, uno de los estados preferidos por los colombianos para migrar e invertir, se ubicó en la cuarta plaza en el escalafón de los estados con mayor número de estafas denunciadas.

Después de un análisis a más de mil millones de transacciones hechas desde el inicio de la pandemia, se encontró que tres de cada diez colombianos son víctimas de fraudes digitales tras el estudio de más de 40.000 sitios web y aplicaciones.

El grupo poblacional más afectado por ese tipo de estafas en Colombia, con un 35%, es la generación X, aquellos nacidos entre 1965 y 1979. Le siguen los conocidos como millenials, las personas nacidas entre 1980 y 1994, quienes se ven afectadas por los fraudes digitales en un 32%.

En este contexto, se destaca un aumento en el número de casos en adultos latinoamericanos, donde cuatro de cada diez latinos son objeto de una estafa.

“Estamos viendo con preocupación que cada vez más colombianos son víctimas de fraude comercial en la Florida, ya sea que estén establecidos en Estados Unidos o que deciden invertir desde sus países buscando refugio para los capitales ante la inestabilidad política y económica de la región”, afirmó el abogado José M. Ferrer, especialista en arbitraje internacional.

Para Ferrer, se desencadenó una tendencia donde cientos de colombianos invirtieron en activos y oportunidades de negocios en Estados Unidos al pensar en la estabilidad económica y jurídica de ese país, sin antes consultar con un especialista, para después terminar estafados, ya que no existen contratos o documentos, o si los hay, son mínimos.

Tipos más comunes de fraude comercial

Aunque estafas como el fraude financiero, la adquisición de inmuebles que no existen o incumplimientos en acuerdos comerciales entre empresas algunas veces, son los casos más sonoros, existen otros tipos de fraudes que, aunque a primera vista pueden ser menores, son los más frecuentes y en los cuales caen las víctimas latinoamericanas.

Solo en la Florida, el 27% de los reportes de fraudes son por robo de identidad, el 21% relacionados con burós de créditos y proveedores, 9% estafas de impostores, 5% bancarias, 4% compras en línea, 4% relacionados con autos, 3% cobro de deudas y 2% las asociadas con premios, lotería, cuidado de la salud y tarjetas de crédito.

Ante esta realidad, la abogada Maia Aron, experta en casos de fraude financiero, brindó una serie de recomendaciones a las víctimas de fraude comercial en Estados Unidos.

“Convertirse en víctima es más sencillo de lo que se cree. Por ello, la principal recomendación es asesorarse con un abogado competente que lo acompañe durante el proceso. Es muy importante que haya fluidez entre la víctima de fraude y el abogado que lo represente por ello es aconsejable buscar a una persona que hable español, que lo entienda, oriente y sea capaz de informarle el paso a paso de las decisiones y procedimientos”, afirmó Aron.

Además, precisó lo siguiente:

• Actúe con rapidez y contacte a un abogado lo antes posible. Algunos tipos de fraude de inversión pueden tardar más en resolverse que otros, por lo que es necesario actuar con rapidez para tratar de recuperar su dinero.

• Evite brindar más información a los estafadores. Ellos intentarán seguir con la estafa hasta que la persona lo permita.

• Recaude la mayor cantidad de pruebas y comunicaciones con la contraparte. Guarde la correspondencia (incluyendo correos electrónicos) que tuvo con la compañía o persona involucrada.

• Los expertos revisarán el caso y determinarán si las pérdidas justifican una acción legal. Le guiarán a través del proceso de recuperación financiera

• No se desanime. Aunque en muchos casos el estafador se gasta el dinero robado, puede ser posible demandar a terceras personas o entidades que ayudaron al delincuente como bancos, contadores o abogados. Es muy importante explorar todas las opciones. Con Infobae

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