España justifica la compra de uranio ruso alegando que Europa aún no lo ha vetado
El Gobierno de España se acoge a la inexistencia de un veto comunitario al uranio procedente de Rusia para justificar las importaciones estatales de este combustible nuclear, según figura en la respuesta parlamentaria dada a la pregunta del diputado de Unidas Podemos Juantxo López de Uralde.
«Hasta el momento, ninguna de las sanciones impuestas a Rusia derivadas del conflicto bélico de Ucrania afecta a las líneas de negocio de Enusa [Empresa Nacional de Uranio], ni a la importación de materias primas como el uranio», explica el Ejecutivo en su contestación.
En la misma respuesta se afirma que Enusa ha tomado medidas para «paliar los efectos de la eventual falta de suministro de uranio ruso», gracias a contratos existentes con otros proveedores y a los stocks de la materia prima ya existentes.
López de Uralde solicitaba las cifras de los transportes de material nuclear que han llegado a España en los últimos meses y el Ejecutivo ha detallado que desde el pasado 1 de enero el Gobierno español ha gestionado la recepción de tres transportes de uranio de origen ruso. Uno de ellos a través de EE.UU., otro en Alemania y otro en el Reino Unido.
«Dichos países han permitido la entrega en su territorio del uranio de origen ruso», consta en la respuesta parlamentaria, que concreta que «el uranio recibido en EE.UU. ha sido posteriormente transportado a España el día 22 de marzo para el consumo de los reactores nucleares nacionales».
El Gobierno español gestiona la compra de este material a través de la empresa de titularidad estatal Enusa, que se ocupa del suministro de uranio enriquecido a las empresas eléctricas propietarias de las centrales nucleares españolas.
1.260 toneladas y 145 millones de dólares
Lo cierto es que el uranio es uno de los pocos combustibles que se han librado del régimen de sanciones impuestas por la Unión Europea a Moscú tras el inicio del conflicto bélico en Ucrania. En 2021 Rusia proveyó el 29,1 % de la demanda española de concentrados de uranio, por lo que es uno de los principales suministradores al país ibérico.
En total, cada año el parque nuclear español consume alrededor de 1.260 toneladas de uranio, lo que supone una inversión cercana a los 145 millones de dólares para la importación de este combustible nuclear.
López de Uralde ha reaccionado sosteniendo que «es legal, pero éticamente inaceptable», en declaraciones al periódico El Mundo. «La industria nuclear ha recibido un trato privilegiado por parte de la Unión Europea. Para el uranio no hay embargo, lo que deja una percepción de que la energía nuclear nos acerca a la independencia de Rusia y esto no es real», argumentaba el diputado.
Frente empresarial
En esta cuestión, el Gobierno español también afronta un proceso judicial por la prohibición del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico de la explotación del yacimiento de uranio en el municipio de Retortillo, en la provincia de Salamanca, en el interior del país.
En abril, la minera australiana Berkeley recurrió esa prohibición ante los tribunales. La compañía pone el acento en la contradicción que supone paralizar la explotación nacional y continuar con las importaciones desde Rusia. Con RT