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De los semáforos de Pereira a la tarima del Festival Vallenato

Sus ilusiones por llegar a ser grande en el acordeón no se desvanecen. Llevar las melodías de la música vallenata de la calle a un concurso, ha sido su principal reto; no baja la mirada al fracaso, por el contrario, sigue el espinoso pasaje que ha iniciado presentándose en el Festival de la Leyenda Vallenata en homenaje a Luis Enrique Martínez, ‘El Pollo Vallenato’.

Se gana la vida tocando acordeón en las calles de Pereira, una ciudad colombiana donde poco se escucha el acordeón, pero Milciades Manuel Mendoza, se ha encargado de hacerla sonar y de poner a bailar al más aburrido, pero sobretodo defender un folclor que desde la Costa ha impulsado en la tierra que lo adoptó, ya que es oriundo de Barranquilla.

Es un hombre de estatura baja, tez morena y ojos rayados. Usa un gran sombrero y al Festival Vallenato se presentó con un impecable atuendo blanco digno de una ocasión especial. Lo acompañan sus hijos Deisy Mendoza en la caja y Luis Mendoza en la guacharaca, con quienes practicó a distancia, sin embargo, asegura estar afinado para medirse con los grandes.

Llegar al Festival Vallenato acarrea costos e inversiones, por parte de los participantes y sus acompañantes. Milciades es un hombre de bajos recursos y para estar presente en esta tierra se las ingenió, al punto de pararse en los semáforos de Pereira a tocar el acordeón y recoger el dinero con el cual llegó a la Capital Mundial del Vallenato.

“Soy un músico callejero, trabajo en los parques, semáforos y en las calles de Pereira para ganarme la vida; Pereira no es una tierra de música vallenata y yo me encargo de llevarla a los hogares y al público con una agrupación llamada La Familia Vallenata”.

Pero estas adversidades no hacen decaer en la búsqueda de sus sueños, al contrario, lo han fortalecido y en 18 oportunidades se ha presentado en competencia. Este año no fue la excepción y su preparación, aunque fue difícil por la lejanía con sus acompañantes (Cartagena y Barranquilla), se aferró a los medios digitales para alcanzar la precisión que muestra en el acordeón en sus aires de Paseo, Merengue, Son y Puya.

Melciades Manuel desde muy joven ha venido cumpliendo una carrera musical que inició con la agrupación Embajadores del Vallenato, a quienes acompañó en la guacharaca. “Esta historia inició cuando Ramiro Colmenares fue a Cúcuta a recibir la canción ‘El Borracho’, de Elio Maldonado, me vieron tocando la guacharaca y me invitaron a Bucaramanga para ensayar y acompañarlos en varias de sus presentaciones”.

Siempre sonriente, pero un poco inquieto mientras avanzaba la competencia y se acercaba su turno, Milciades afirmó estar orgulloso de competir al lado de grandes digitalizadores del acordeón, sin embargo, está muy claro en afirmar que cada uno tiene su estilo, su don y su cadencia. “Para Dios nada es imposible, yo pongo en tarima lo mejor y me gusta el vallenato clásico.

“Muchos a mi me critican que no toco vallenato, porque no ando brincoteando y corriendo, les voy a decir una cosa, no vivan en mi bocado, que este juego no es carrera ni juego de brincotear. Para correr está Quintana para saltar está Katerine, para tocar tengo la fama, y toco un vallenato firme…”, entonó esta estrofa del paseo ‘Yo si Toco Vallenato’.

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