Comercio, política y tecnología: los objetivos claves de Lula en su viaje a China
Después de posponer su viaje por una bronconeumonía y cuando se cumplen 100 días de su llegada al poder, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, de 77 años, voló este martes a China para reforzar los lazos diplomáticos y comerciales entre ambos países, que quedaron muy desagastados durante la gestión de Jair Bolsonaro.
En una entrevista el lunes al programa Voz de Brasil, Lula comentó que invitará al presidente chino a Brasil. «Vamos a consolidar nuestra relación con China. Voy a invitar a Xi Jinping a venir a Brasil para una reunión bilateral, para mostrar los proyectos que tenemos de interés para inversión china», dijo.
En su tercer viaje internacional desde que llegó al poder -previamente estuvo en Argentina y EE.UU.-, el mandatario viaja acompañado de una nutrida comitiva de parlamentarios, ministros y asesores.
Su primera parada en el gigante asiático será Shanghái donde el jueves participará en una ceremonia simbólica de toma de posesión de Dilma Rousseff al frente del Nuevo Banco de Desarrollo (NDB) del grupo BRICS -compuesto por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica-, y con sede en esa ciudad.
La exmandataria brasileña está desde el 28 de marzo oficialmente en el cargo de la institución, que nació en 2015 con el objetivo de financiar importantes proyectos de infraestructura en economías en desarrollo.
Socio estratégico
Tras la ceremonia, Lula mantendrá un encuentro con empresarios brasileños y chinos, y después partirá rumbo a Pekín.
Brasil exportó a China más de 89.700 millones en productos como soja y minerales, e importó insumos por unos 60.700 millones, con lo que obtuvo un saldo positivo en su balanza comercial.
Con un récord de 150.000 millones de dólares de flujo comercial entre ambos países en 2022, el Gobierno de Lula desea ampliar la venta de productos brasileños a China.
La primera comitiva, cancelada en marzo, estaba integrada por más de 200 empresarios, la mitad del sector agropecuario, y parte de ellos sí viajaron al gigante asiático junto al ministro de Agricultura brasileño, Carlos Fávaro.
Brasil y China tienen previsto firmar unos 20 acuerdos en áreas como salud, agricultura, educación, finanzas, industria, ciencia y tecnología.
Entre estos acuerdos destaca el intercambio de tecnologías de semiconductores, el 5G, 6G y la construcción de CBERS-6, un satélite fabricado entre ambos países y que permitirá monitorear la deforestación de la selva Amazónica, incluso si está cubierta por nubes.
Reunión con Xi Jinping
Lula se reunirá el viernes con el presidente chino, Xi Jinping, a quien, según adelantó el ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, Mauro Vieira, propondrá crear un «Club de Paz» para mediar en el fin de conflicto en Ucrania.
A finales de enero, tras un encuentro con el canciller alemán, Olaf Scholz, el mandatario brasileño indicó que su país no enviará armamento para que sea utilizado en el marco del conflicto entre Rusia y Ucrania.
Lula dice que Occidente no dio margen de tiempo para la paz en Ucrania
Ya entonces habló de crear un club de países que quieran «construir la paz en el planeta» y destacó el rol asumido por China en ese sentido.
Por su parte, China ha expuesto un plan compuesto de 12 puntos que las partes involucradas podrían seguir para retomar las negociaciones y poner fin a las hostilidades.
El sábado, Lula viajará a Abu Dabi, capital de Emiratos Árabes Unidos, para reunirse con su homólogo emiratí, el jeque Mohamed bin Zayed al Nahyan.
Ambos abordarán cuestiones económicas y se espera que el gobierno brasileño aproveche para presentar oficialmente su candidatura para organizar la cumbre climática de las Naciones Unidas (COP30) en 2025. Con RT