Senador de EE.UU. propone derribar cazas rusos y Moscú responde
Tras el incidente ocurrido con un dron de EE.UU. en el mar Negro, el embajador de Rusia en Washington, Anatoli Antónov, subrayó que «hay que responsabilizar no a los pilotos rusos, sino a los políticos estadounidenses que instigan el inicio de un conflicto apocalíptico».
El diplomático comentó así las declaraciones del senador estadounidense republicano Lindsey Graham, quien aseveró en una entrevista con Fox News que hay que derribar aviones rusos en el espacio aéreo internacional en caso de que se acerquen a aeronaves militares de EE.UU. «Un ataque deliberado a un avión ruso en el espacio aéreo neutral no es solo un delito según el derecho internacional, sino una abierta declaración de guerra a una gran potencia nuclear», advirtió.
Según Antónov, «un enfrentamiento armado entre Rusia y EE.UU. sería radicalmente distinto de la guerra subsidiaria» que Washington está llevando a cabo en Ucrania. «¿Está dispuesto el Capitolio a poner a los ciudadanos estadounidenses y a la comunidad internacional en riesgo de una guerra nuclear a gran escala?», preguntó.
Además, Antónov subrayó que los cazas rusos «no entraron en contacto con el vehículo aéreo no tripulado de EE.UU.» y que «Rusia hizo todo lo posible para evitar este tipo de incidentes: informó con antelación a la comunidad internacional sobre los límites de la zona de utilización temporal del espacio aéreo establecidos con el fin de llevar a cabo la operación especial militar».
«En este caso, las acusaciones de falta de profesionalidad por parte del Ejército estadounidense deberían dirigirse hacia él mismo», señaló.
Por su parte, el representante permanente adjunto de Rusia ante Naciones Unidas, Dmitri Polianski, calificó la incursión del dron de combate y vigilancia MQ-9 Reaper de EE.UU. en el espacio aéreo del mar Negro de «provocación deliberada y muy peligrosa». «El dron estaba violando los límites del régimen temporal del espacio aéreo y EE.UU. conocía bien esos límites. Creo que forma parte de los acuerdos de prevención de conflictos que se suelen acordar entre las grandes potencias en este tipo de situaciones», manifestó en una entrevista con la periodista Kim Iversen.
En este contexto, Anatoli Antónov resaltó que Moscú no busca «un conflicto con una potencia nuclear». «Seguimos manteniendo contactos, incluido a través del Ministerio de Defensa, para evitar colisiones involuntarias. Me gustaría que los políticos estadounidenses tuvieran la misma actitud respecto a las relaciones con Rusia», concluyó.
La mañana del martes, un dron de combate, vigilancia y reconocimiento MQ-9 Reaper de la Fuerza Aérea de EE.UU. violó las restricciones temporales impuestas al uso del espacio aéreo sobre el mar Negro.
Según el Ministerio de Defensa de Rusia, el dron se dirigía hacia el espacio aéreo ruso con los transpondedores apagados y perdió el control tras realizar una maniobra brusca, perdiendo altitud hasta estrellarse en el agua. Los cazas Su-27 rusos que despegaron al detectar la aeronave no entraron en contacto con el dron y tampoco hicieron uso de sus respectivos equipos, aclaró el organismo.
Los MQ-9A Reaper tienen una envergadura de 20 metros y pueden permanecer en el aire más de 24 horas. Estos drones, con capacidad de carga útil de unos 1.740 kilogramos, se usan principalmente para ejecutar tareas de inteligencia y reconocimiento, aunque también tienen capacidad de portar armamentos. Con RT