«Sin justicia social no habrá paz total en Colombia»: Francia Márquez
La vicepresidenta de Colombia, Francia Márquez, concedió en exclusiva una entrevista para RT en la que habló, entre otros temas, de los avances del actual Gobierno, de su papel en la construcción de un país en paz y con igualdad, y de los retos que le ha significado asumir el cargo.
En un balance de la gestión del presidente, Gustavo Petro, en estos primeros seis meses de Gobierno, Francia Márquez piensa que se han dado «pasos importantes», principalmente gracias a la reforma tributaria, el Plan Nacional de Desarrollo y el Ministerio de la Igualdad.
Por un lado, con la reforma tributaria se ha logrado obtener recursos para definir importantes temas del programa de Gobierno, como la inversión social, la reforma agraria y la paz. Entretanto, con la creación de la nueva cartera de la Igualdad se abre una vía de acceso hacia las «personas y territorios más vulnerables y excluidos del país». «Sin justicia social no habrá paz total en Colombia», añade.
Asimismo, explica Márquez, con la construcción del Plan Nacional de Desarrollo, se espera lograr «indicadores claros» frente a la igualdad y equidad poblacional, que acojan a las mujeres, los discapacitados, la comunidad LGBTQI+ y a los pueblos campesinos y afrodescendientes.
«Hemos estado trabajando en que los programas y proyectos que hemos ido definiendo tenga presupuesto para poderlos implementar y poder cumplir con nuestras metas, como se lo planteamos a los colombianos para que nos eligieran a Gustavo Petro y a mí», subraya.
Hacia la paz total
Hablando de los retos que supone lograr que la paz llegue a los territorios menos favorecidos, la vicepresidenta resalta que durante el Gobierno de Juan Manuel Santos, cuando tuvieron lugar los diálogos de paz en Cuba con las FARC-EP (2012-2016), se logró un «avance importante». No obstante, señala que con la llegada de Iván Duque al poder en Colombia «no hubo una voluntad política para avanzar». Se «inventaron estrategias» y existieron «muchas trabas» que llevaron a profundizar la crisis humanitaria que hasta ahora existe en los territorios, subraya.
«Por esta razón, nuestro Gobierno asumió el compromiso de avanzar con la paz total a partir de varias miradas», comenta, destacando que «parte de ese camino» implica la «implementación de los acuerdos ya firmados entre el Estado y las FARC».
En cuanto a su papel específico para lograr los objetivos, Márquez explica que sobre ella recae la responsabilidad de la implementación del capítulo étnico para la paz, que recoge una serie de estrategias en temas ambientales y sociales en territorios con mayor presencia étnica como la región del Pacífico colombiano. «Hemos ido avanzando, destrabando proyectos que estaban aplazados desde hace cinco años. Ese ha sido mi trabajo», dijo.
«El colonialismo lo tenemos metido en nuestros propios hogares»
Márquez resalta la importancia del derecho de los pueblos de vivir en libertad y de la clara postura de muchos países, como Colombia, de no estar dispuestos a someterse nuevamente a la «barbarie de la colonización». Opina que este fenómeno «lo tenemos metido en nuestros propios hogares» y que debe combatirse desde la «justicia social» y la «reparación histórica».
Para la vicepresidenta, hacer frente al colonialismo implica no solo «expulsar a quienes colonizaron», sino también «enfrentar el capitalismo» y luchar contra las consecuencias del cambio climático. Así, la propuesta consiste en acciones de reparación histórica en el marco de las obligaciones que tienen los países desarrollados de compensar por perdidas y daños a los que sufren por sus emisiones de gases de efecto invernadero.
Mi apuesta es que se avance en acciones de cambio climático, articuladas con acciones de reparación histórica, que implican justicia racial y justicia de género. No podemos olvidar que esas son las estructuras coloniales que han sostenido el modelo económico que ahora tiene al planeta muriendo. Y son las mismas poblaciones que han sido colonizadas, esclavizadas y sometidas a condiciones de exclusión y de marginalidad las que están sufriendo las consecuencias
«Las élites creen que estoy ocupando un lugar que no me pertenece»
Francia Márquez revela que ha sido un gran reto y ha tenido grandes repercusiones haber llegado a la vicepresidencia de Colombia. No solo por el simple hecho de ser mujer, y además ser afrodescendiente, sino por provenir de un «clase popular» que «no pertenece a la élite».
«Eso ha generado incomodidad en las élites porque creen que estoy ocupando un lugar que no me pertenece; que estoy ocupando un lugar que es herencia de la élite colonial o es herencia de quienes en un momento decían que eran de ‘sangre azul'», asevera.
Márquez considera que quienes han ostentado el poder por generaciones en el país la consideran un «peligro». Sin embargo, eso no le ha impedido compenetrarse con el Gobierno actual, que «surgió de los sectores populares». «Estamos trabajando de manera articulada con el presidente, conociéndonos más como personas y como seres humanos; desde el respeto que cada uno se merece y desde las funciones y el papel complementario que cada uno juega en esta apuesta de un Gobierno del cambio», explica.
Venezuela: «construir en medio de la diferencia»
La paz en Colombia también significa mejorar, mantener y restablecer los nexos con los países vecinos. En este contexto, la vicepresidenta asegura que no es una tarea fácil ya que el diálogo se convierte a veces en una lucha de intereses en medio de un ambiente de «desconfianzas históricas». Sin embargo, confía en que «si hay voluntad, se puede construir en medio de la diferencia».
En cuanto a la situación con Venezuela, Márquez cree que sobresale la participación de Caracas en los diálogos con la guerrilla del ELN, además de que se han dado pasos claves para reparar los nexos entre ambas naciones, con la apertura de la frontera y la reactivación del comercio. «Eso es importante porque eran casi 12 millones, entre venezolanos y colombianos, que por un conflicto diplomático estaban viéndose perjudicados. Creo que eso permite decir que vamos por buen camino», señaló.
Tensión con Perú
Hablando de Perú, y en el marco de la crisis política y social que afronta, la vicepresidenta opta por una solución dialogada y hace un llamado a los líderes políticos peruanos a establecer una mesa de negociaciones para dejar de «hacer daño a una nación que ha sufrido tanto». Recalca la importancia del respeto a los derechos humanos y recuerda que el desafío de «garantizar que la gente no siga muriendo por la violencia» también forma parte de la agenda colombiana.
Estoy en la disposición de acompañar a Perú en un diálogo que permita devolverle la estabilidad
Por otro lado, Francia califica de «lamentable» el ambiente de hostilidad que viven las relaciones entre ambos gobiernos y desaprueba la decisión del Congreso peruano de declarar persona no grata a Gustavo Petro.
«Por el hecho de que un mandatario opine sobre violaciones de derechos humanos, sobre lo que se estaba haciendo con la gente, no da derecho a declararle persona no grata. Igual, toman las decisiones porque así es el poder y a veces así funciona». Con RT