Migrantes que transitan por el Darién son víctimas del Clan del Golfo: Ministro de Defensa
En la base militar de Alto Limón, ubicada a la entrada del Tapón del Darién, se reunieron delegados de Colombia, Panamá y Estados Unidos para hacer un reconocimiento de la zona, antes de emprender acciones coordinadas para favorecer la seguridad fronteriza y una migración más humana, en la extensa jungla.
Y es que, en lo que va del 2023, han intentado llegar al norte del continente (Estados Unidos y Canadá) la misma cantidad de migrantes que atravesaron este paso entre enero y mayo del 2022; es decir, unas 31 mil personas, de las cuales 21.307 cruzaron en enero.
Del encuentro participaron el ministro de Seguridad de Panamá, Juan Pino; el encargado de negocios de la Embajada de los EE.UU. en Bogotá, Francisco Palmieri; el canciller colombiano, Álvaro Leyva; el director de Migración Colombia, Carlos Fernando García, y el ministro de Defensa, Iván Velázquez, quien responsabilizó al Clan del Golfo, de engañar y violentar a los migrantes a su paso por la zona.
En un tweet del Ministerio de Defensa en el que se cita a Iván Velázquez se lee: Los migrantes que pasan por El Darién son víctimas de organizaciones criminales como el Clan del Golfo. “La acción debe ir dirigida contra esos grupos. Tenemos que enfrentarlos y afectarlos. Ese es también el compromiso de la Fuerza Pública”.
A la fecha, el mayor número de migrantes son de nacionalidad haitiana, 12.585; seguidos de ecuatorianos, 8.240; venezolanos, 3.535; indios, 641, y colombianos, 465. Tras el encuentro, los delegados de los tres países se comprometieron a trabajar, de manera conjunta, en las estrategias anunciadas por separado; al igual que en la construcción de un centro binacional (Colombia-Panamá), en el que, a través de labores de inteligencia y el intercambio de información, logren alcanzarse nuevos estándares en materia de ‘protección fronteriza’.
Francisco Palmieri concluyó: “La migración irregular es un reto regional que requiere de soluciones coordinadas. Seguiremos trabajando con los gobiernos de Colombia y de Panamá para proteger a los migrantes de los riesgos que conlleva este peligroso viaje”.
Mientras que, Colombia ratificó su compromiso con los tratados internacionales sobre migración en los que está inscrito, como la Declaración de Los Ángeles, que no solo promueve el respeto por los migrantes irregulares, sino también estrategias para que no se vean obligados a salir de su país de origen.
La crisis migratoria a la que se enfrentan los países de la región en el 2023
A pesar de tener una extensión de 266 kilómetros, según datos del Servicio Nacional de Migración (SNM) entregados a la agencia EFE, a corte del miércoles 8 de febrero, 31.610 migrantes atravesaron la selva del Darién para cruzar el continente americano hasta los países del norte. Pero lo más preocupante es que, al menos, un 15% fueron “personas en especial estado de vulnerabilidad: niños, niñas y adolescentes”.
Los rostros más frecuentes en la extensa jungla son de ciudadanos de nacionalidad haitiana, ecuatoriana y venezolana; sin embargo, estos patrones suelen ser cambiantes, según la subdirectora del Servicio Nacional de Migración de Panamá, María Isabel Saravia, “esperamos que sea cambiante a lo largo del año. Va a depender de las políticas (migratorias) de Estados Unidos y Canadá, que son los principales destinos”, ya que, las principales causas de migración son “sociopolíticas, geográficas, cambio climático, era poscovid, temas de oportunidades y la guerra”.
Defendió las cifras entregadas por Panamá y la provincia del Darién, y exigió a los demás países de la región asumir su corresponsabilidad en este asunto: “Tenemos que hablar de desincentivar las rutas irregulares y tener un compromiso entre los Estados (de origen, tránsito y destino) de luchar contra el crimen organizado, porque estas personas son traficadas y son tratadas por la delincuencia organizada”. Con Infobae