El Abrazo de Ocha…
Cuando estoy triste hasta las letras conocen mi nostalgia…
Tras el sensible fallecimiento de Rosa ‘Ocha’ Rosado Quintero, un cúmulo de recuerdos galopan en mi alma.
Todas estas emociones podrían resumirla en un recuerdo muy especial: El abrazo de Ocha en pandemia…
Ese encuentro especial ocurrió cuando ella se enfermó de covid-19. Durante algunos días, este virus la obligó a permanecer en su residencia.
El gremio periodístico en general estaba preocupado por su estado de salud, 28porque su trabajo podría seguirla exponiendo a este contagio…
A las semanas siguientes hubo un encuentro en la Gobernación del Cesar y convocaron a la prensa.
Cuando vi a Rosa Rosado, experimenté una felicidad por todos los costados de mi cuerpo. Le dije: “Ocha, sé que has estado muy enfermita estos días. Sé que tenemos que guardar distancia para protegernos, pero permíteme arropar tus manos porque yo quiero abrazarte…”
Ella se quedó mirándome con dulzura, esbozó una amplia sonrisa y extendiendo los brazos me respondió: “Ven mama!!!, dame ese abrazo” … fue el abrazo más irresponsable de parte mía, pero el más tierno y dulce que haya recibido de personas tan especiales como Ocha…
Ese abrazo rompió todos los miedos de esta pandemia, distanció los pesares de aquellos días, fue el símbolo de gratitud, abrió las compuertas de un abanico de sentimientos, dio rienda suelta a un te quiero, te admiro ….Ese abrazo me hizo sentir que todo estaba bien….y yo estaba allí para apoyarla.
La muerte de esta maravillosa pionera del periodismo digital deja un gran vacío en el gremio periodístico de esta región. Un virtuoso legado cosechado a través de un arduo trabajo ejercido con profesionalidad, responsabilidad, ética, esfuerzo, generosidad y sencillez, plasmado en su tierna sonrisa.
Por: Ludys Ovalle Jácome