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Captura de hijo de «El Chapo» deja 30 muertos y más de 50 heridos en México

El operación para recapturar a uno de los hijos Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, Ovidio Guzmán López, miembro del Cártel de Sinaloa, en la que criminales con ametralladoras y decenas de vehículos armados se enfrentaron a militares con helicópteros de guerra, dejó 30 muertos, más de 50 heridos y una ciudad en pánico.

El Secretario de Defensa, Luis Cresencio Sandoval, describió el operativo viernes al norte de Culiacán, la capital del estado, en el que no perdieron la vida civiles inocentes. En las fuerzas federales, hubo 10 muertos y 35 heridos. En las estatales, un policía fallecido y 17 lesionados, según informó el gobierno sinaloense.

Los pistoleros abrieron fuego contra las fuerzas de seguridad con fusiles Barret, armas calibre 50 y un convoy de 25 vehículos. Las tropas respondieron con la ayuda de un helicóptero Black Hawk, explicó Sandoval.

Los miembros del cártel intentaron rescatar a Guzmán López, como hicieron en octubre de 2019, cuando además de sitiar Culiacán tomaron instalaciones militares y a soldados como rehenes.

Esta vez los criminales no lograron su objetivo a pesar de los bloqueos con vehículos quemados, de los ataques a las aeronaves militares, o del intenso enfrentamiento que hubo en el aeropuerto donde las balas alcanzaron también un avión de pasajeros.

Sandoval reconoció que habían aprendido de lo ocurrido hace más de tres años y hubo mayor coordinación, se desplegaron 3.600 efectivos del ejército, la Guardia Nacional, las fuerzas especiales, los fusileros paracaidistas.

Finalmente Ovidio Guzman fue evacuado en un helicóptero, trasladado a Ciudad de México y luego a una cárcel de máxima seguridad cercana pero Sinaloa quedaba en llamas.

Además de los 250 vehículos robados, de los cuales medio centenar fueron incendiados y la paralización de las actividades, los vuelos, y gran parte de la vida diaria, cundió el pánico en los hospitales de Culiacán cuando hombres armados intentaron llevarse a médicos y las enfermeras para que atendieran a sus heridos, algo que finalmente logró evitarse, según Rocha.

El poblado donde tuvo lugar el operativo quedó incomunicado y sin luz y con la población aterrada por no poder acudir ni al médico. En otra comunidad cercana, un niño de 14 años fue herido en el abdomen en un evento que, según el gobernador, la fiscalía debía investigar si estuvo ligado al operativo. El viernes estaba en terapia intensiva.

Ayala sostuvo que entre la población sigue habiendo gente que apoya al cártel por el dinero que aporta y porque los residentes saben que las fuerzas federales acaban por irse pero el cártel no.

La captura de Guzmán se produjo en la antesala da una visita del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, quien llegará a México este domingo para reunirse el lunes con su homólogo mexicano, Andrés Manuel López Obrador, y participar el martes en la Cumbre de América del Norte.

Washington, que reclama en extradición a Guzmán, acusado de liderar el tráfico de metanfetaminas, saludó este viernes la captura. «Vamos a seguir trabajando para ver qué podemos hacer conjuntamente para tratar de eliminar ese flujo», dijo a la prensa John Kirby, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, refiriéndose al contrabando de fentanilo, una droga 50 veces más potente que la heroína y responsable de numerosas muertes por sobredosis en Estados Unidos.

Pero Guzmán, con varias cuentas pendientes en México, logró una suspensión judicial contra una extradición inmediata a ese país. El gobierno mexicano aclaró que la solicitud estadounidense seguirá su curso regular.

El gobierno mexicano negó que la detención fuera para congraciarse con Biden y recalcó que en el operativo no hubo participación de Washington, que ofrecía una recompensa de cinco millones de dólares por alias «El Ratón».

«Actuamos con autonomía, con independencia, sí hay cooperación y la va a seguir habiendo, pero las decisiones las tomamos como gobierno soberano», aseguró el mandatario izquierdista este viernes. Tras el arresto, solo se ha visto una imagen de Guzmán, que lo muestra barbado y subiendo al helicóptero que lo trasladó a la cárcel. La ley mexicana prohíbe exponer públicamente a los procesados.

El líder de los «Chapitos», como se conoce a los herederos del «Chapo» Guzmán, ya había sido detenido el 17 de octubre de 2019 en Culiacán, pero fue liberado por orden de López Obrador en medio de una asonada de la organización criminal. El mandatario defendió entonces su decisión, afirmando que se evitó un baño de sangre, cuando contingentes militares quedaron rodeados por civiles con armas largas.

López Obrador destacó que esta vez fue «completamente distinta», pues la operación se ejecutó en la periferia y no en pleno centro de Culiacán para no poner en riesgo a la población. Fundado hace cuatro décadas por el «Chapo, el Cártel de Sinaloa es considerado por la agencia antidrogas estadounidense DEA como el principal responsable del tráfico de fentanilo.

El presidente López Obrador dijo que las autoridades de Estados Unidos deben presentar las pruebas y los elementos correspondientes ante los jueces mexicanos, quienes deberán decidir si procede o no la solicitud de extradición.

Mientras tanto, un juez federal de México dictó este viernes prisión preventiva con fines de extradición contra Ovidio Guzmán López, hijo de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, quien deberá permanecer en el penal de máxima seguridad del Altiplano mientras dure el proceso para enviarlo a Estados Unidos, informa la prensa local.

La medida responde a una solicitud de extradición del Gobierno de EE.UU. y se estableció un plazo de 60 días para que ese país presente la documentación respectiva para ejecutar la extradición. (Información Voz de América).

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