Más de mil detenidos se han fugado en lo que van del 2022 en Colombia
Uno de las problemáticas más recurrente en los centros carcelarios del país en los últimos años es el hacinamiento. De acuerdo con datos del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario -INPEC-, actualmente en los centros de reclusión del país el hacimiento está en un 42 %, un porcentaje que aunque ha disminuido se ha repartido en URI´s y Estaciones de Policía llegando a un 60 %.
Debido a lo anterior, una de las medidas que se han venido tomando tienen que ver con dar casa por cárcel a las personas que han cometido delitos menores, pero esto ha dejado otro problema del sistema penitenciario en evidencia y es que la institución no tiene la estructura para controlar a las personas que son privadas de su libertad en sus viviendas, pues los datos oficiales señalan que en lo que va el 2022 se han fugado 1.149 personas de las cuales 821 tenían casa por cárcel, 97 que aprovecharon un permiso de salida de prisión de 72 horas; que se le da a los presos por buen comportamiento, otro porcentaje logró escapar estando en centros hospitalarios, entre otros.
En este sentido, el director del INPEC, el coronel Daniel Gutiérrez, que habló con el diario de El Tiempo, sostiene que no se puede controlar en su totalidad las actividades que ejercen los presos al interior de sus hogares, pues hay que tener en cuenta, que no se encuentran vigilados todo el tiempo: “El problema radica en que las personas que reciben esta medida no la cumplen; incluso, si se adelantan estas visitas diariamente, sería imposible controlar el 100 % del tiempo a una persona con esta medida y no es lo que establece la ley; en este caso sería mejor una detención intramuros. Por eso es fundamental que cuando se transgrede, con el apoyo de las autoridades judiciales, se revoque y que terminen su condena en un centro carcelario”.
En este sentido, explicó que pese a que se les da un brazalete para controlar y poderles hacer seguimiento, para las personas que son condenadas a pena desde sus hogares no es suficiente motivo, en su mayoría, para no seguir delinquiendo, pues en muchos casos para los presos la medida es más una oportunidad de libertad que una pena punitiva.
“Los dispositivos electrónicos cumplen con la respectiva emisión de señal y cuentan con el correspondiente mecanismo fuerte que dificulta retirar dicho elemento, pero en ningún caso restringe la movilidad. Los casos de evasión se presentan por determinación de la persona sobre la que recae la medida de incumplir el compromiso adquirido con el juez”, anotó el coronel Gutiérrez al diario colombiano.
Reclusos de la cárcel El Pedregal entregaron armas artesanales en mesa de paz total
El pasado 10 de noviembre el INPEC presentó un pacto por la paz en la cárcel El Pedregal, en Medellín, Antioquia. Los reclusos de 11 grupos armados al margen de la ley entregaron las armas que habían fabricado de manera artesanal.
En total fueron 29 mujeres y 20 hombres los que se acogieron al desarme y anunciaron su vinculación a la mesa de Paz Total. Las personas privadas de la libertad pertenecían a grupos criminales como Los Manrique, Los Pesebre, La Oficina, Los Mesas, el Clan del Golfo, el Ejército de Liberación Nacional (ELN), las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) y Los Caparros.
“Tenemos la participación de 11 grupos delincuenciales que generaron sus actividades por fuera de las cárceles, pero hoy están aquí unidos para aceptar la paz”, manifestó el coronel Daniel Gutiérrez, el director del INPEC. Los miembros de la entidad encontraron al menos 40 armas hechizas, que “son armas fabricadas dentro de los establecimientos y seguramente son todas armas blancas. No hablamos de arma de fuego”, agregó. Con Infobae