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Sergio Cabrera se estrena como director escénico en ópera ‘El elíxir del amor’


Una puesta en escena que se desarrollará en un caserío indígena wayúu, como homenaje al departamento de La Guajira.
El cineasta colombiano Sergio Cabrera, designado por el presidente Gustavo Petro como embajador en China, se estrena como director de escena en la ópera «El elíxir de amor», una puesta en escena que se desarrollará en un caserío indígena wayúu, como homenaje al departamento de La Guajira, que encierra en su sequía hermosos paisajes.

«Esto es una cosa que no había imaginado», dijo Cabrera en una rueda de prensa en Bogotá, en donde recordó que su amor por la ópera tuvo que esperar porque parte de su niñez y juventud la vivió en China, en donde estaba prohibida.

«Crecí en China, en medio de la revolución cultura en donde Mozart era el sinónimo del demonio y donde escuchar ópera o música clásica era realmente prohibido», rememoró el director de cintas como «Perder es cuestión de método», «Golpe de estadio» y «La estrategia del caracol».

Con esta producción, se despide temporalmente de las artes escénicas por los próximos años debido a su designación como embajador de Colombia en China.

«Todavía tengo pendiente una reunión con el presidente Petro para recibir las instrucciones de mi labor en China pero la cultura tendrá un lugar especial», explicó a EFE Cabrera.

Al hacer otra remembranza sobre su gusto por la música clásica y la ópera, detalló que cuando militó en la guerrilla fue sancionado: «Estando una noche con el pequeño radio (…) me pillaron escuchando ópera. Se consideró que era un ‘pequeño delito’ estar utilizando las baterías (del transistor) del colectivo para darse un gusto de pequeño burgués que era escuchar música».

Cabrera se unió a la guerrilla del Ejército Popular de Liberación (EPL) a los 19 años y tras cuatro años de estar en la selva, abandonó las filas.

La apuesta de Cabrera

«El elíxir del amor», de Gaetano Donizetti, es una de las óperas más populares por su historia, su música, y libreto. En ella se narra la historia de Nemorino, un joven que hace lo imposible para conquistar a Adina, antes de que esta se case con el vanidoso sargento Belcore.

Buscando llegar al corazón de Adina, Nemorino encuentra una «solución» entre las mercancías de Dulcamara, un embaucador que garantiza tener un elixir para solucionar todos sus males, siempre y cuando se tenga el dinero para pagar.

Esa historia la desarrolla Cabrera en una ranchería wayúu, indígenas que en su mayoría viven en el departamento colombiano de La Guajira, fronterizo con Venezuela.

«La idea de la ópera es hacer un homenaje a La Guajira, su gente y la cultura wayúu», explicó el cineasta, que tendrá en la parte musical a la Orquesta Filarmónica Juvenil de la Orquesta Filarmónica de Bogotá y la dirección del maestro venezolano Manuel López-Gómez.

Cabrera cuida cada detalle y por eso se rodeó de diseñadores y artesanos de la comunidad wayúu, quienes acompañan el desarrollo de los conceptos de arte aplicados a la escenografía, ambientación, vestuario y maquillaje, «pues cada uno tiene un significado para esa cultura».

Esta producción del Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo y la Ópera de Colombia tendrá su primera función el próximo 26 de octubre, la segunda será dos días después y cierra una tercera el 30.

EFE

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