Villanueva rinde tributo al canto de Rafael Manjarrez
El pueblo de Villanueva dedica un homenaje especial al compositor Rafael Manjarrez en su máxima expresión folclórica: el Festival Cuna de Acordeones.
Por Uriel Ariza-Urbina – Cronista y Guionista
“Y va a saber tirapiedra, porque nació en Villanueva”, plasmó con afecto y sarcasmo Rafael Escalona al villanuevero de pura cepa que caminaba sus estrechas calles llenas de piedras. Y ese viejo dicho inspiró muchos años después a Rafael Manjarrez para hacer su alegoría a Villanueva en su canción Decisión: “La única villanuevera que no tira piedras, pero en cambio con detalles me pega en el alma”.
Villanueva está en el alma de las canciones de Rafael Manjarréz, aunque no la mencione. No hay rincón de La Guajira que no lo esté. Sus costumbres, su amistad fraternal, su manera de amar y morir, y el orgullo por una tierra de nostalgias y sumida en una historia de olvido. “Soy pueblerino por antonomasia, siento que esa es mi condición auténtica”.
Si a un villanuevero se le pregunta cómo quiere evocar a su tierra en un poema o en una canción, seguro recitará “Villanueva Tierra mía”, el himno del insigne educador Rafael Antonio Amaya; o cantará “Villanueva mía”, de Hernando Marín, o termine irremediable en “Benditos versos y Decisión”, de Rafael Manjarrez, esa mujer que se compara con la engreída y altanera Guajira que está en cada pueblo.
Hoy Villanueva le devuelve el honor a Rafael Manjarrez por llevar su canto a la cultura de todo el país. Le rinde tributo como uno de los mayores cultores de la música vallenata, en la edición 44 del Festival Cuna de Acordeones Rey de Reyes, un evento que preserva las raíces del folclor y celebra a sus grandes músicos, cantores y compositores de esta música.
En el Cuna de Acordeones, Patrimonio Cultural y Artístico de la Nación y su mayor manifestación folclórica, Rafael Manjarrez se sentirá de nuevo embargado por el sentimiento que lo une a un pueblo que se extiende en una misma franja verde de amistad y recuerdos hasta su natal La Jagua del Pilar, El Plan, de Toño Salas, o el Piñal al que le cantó Emiliano Zuleta.
Los tiempos hacen cambiar las historias de las canciones, pero una de ellas se quedó prendida también en el sentimiento villanuevero, porque allí hubo otra historia de amor. “Yo me volaba, me iba en bicicleta, me iba a verla como podía, que se asomara por una ventana, y eso era mi felicidad”, así recuerda Rafa Manjarrez cómo nació “El amor de mi tierra”, evento de amor difícil con una paisana que estudiaba en el internado de monjas de Villanueva.
El pueblo villanuevero hará sonar de nuevo los acordeones y los cantos en su gran fiesta, después de un tiempo de ausencia. “Este año le vamos a hacer un gran homenaje a ‘Rafa’, que se ha ganado el cariño de todos los colombianos, un autor que le ha compuesto a La Guajira y también compuso el himno del Festival de la Leyenda Vallenata”, dijo el alcalde de Villanueva, Carlos Alberto Barros.
Y allí se reunirán los grandes de las dinastías de acordeoneros y compositores junto con el pueblo para celebrar a Rafael Manjarrez, hoy vicepresidente de SAYCO y defensor de los derechos de autor de los compositores colombianos. “El Cuna de Acordeones es un festival de prestigio y muy querido, porque al ser la patria chica de tantos juglares y exponentes del folclor, la fiesta es casi espontánea”, dijo Rafa Manjarrez.
“Y es que siento que los carros nada andan, que los relojes se paran cuando voy pa’ él pueblo”.