Legalizan la captura de los implicados en el señalado ‘falso positivo’ en Chochó
Durante la noche del martes legalizaron la captura de los 10 policías capturados por el señalado ‘falso positivo’ en el que fueron, al parecer, torturados y asesinados tres jóvenes del municipio de Chochó (Sucre) y que posteriormente hicieron pasar como miembros del Clan del Golfo que estarían implicados en el homicidio de un uniformado dentro del ‘plan pistola’ que perpetró a finales de julio ese grupo al servicio del narcotráfico.
Según informaron en el periódico regional El Heraldo, la diligencia judicial de legalización de captura duró cerca de cinco horas desde el Juzgado Primero Municipal de Sincelejo, capital del departamento, y que se desarrolló en simultáneo, de forma virtual, con Medellín, Montería y Cartago donde estaban varios de los procesados.
Durante la audiencia se legalizaron las capturas de Rafael Paz Barbosa, Jesús María Bolaños Castro, María Camila Buriticá, Santiago Garavito Díaz, Álvaro Antonio Álvarez Ricardo, Yamid Alfonso Henao Araque, Huber Guillermo Mieles Arroyo, Bernardo Pontón Mercado, Diana Marcela Puerta Rodríguez y Leila Carolina Ávila Pestana.
En el diario barranquillero indicaron que durante las capturas les incautaron teléfonos celulares a los uniformados que ahora formaran parte de las pruebas.
Entre tanto en el portal digital de noticias Agencia de Periodismo Investigativo recordaron que estas personas están respondiendo, en calidad de coautores o cómplices, por los delitos de homicidio agravado en concurso con privación ilegal de la libertad, tortura y ocultamiento de material probatorio.
Mientras que en el informativo de televisión Noticias Caracol aseguraron que fuentes cercanas a los procesados les habrían manifestado que dos de los procesados estarían teniendo acercamientos con la Fiscalía para llegar a preacuerdos y buscar beneficios judiciales.
En El Heraldo destacaron que la Fiscalía adelantó 196 actividades de campo, de criminalística y forense para aclarar el crimen de los tres jóvenes.
“En cumplimiento a más de 44 órdenes de policía judicial como inspección técnica a cadáver, necropsias médicolegales con protocolo de Minnesota, fijaciones fotográficas en el lugar de los hechos. También se adelantaron entrevistas, declaraciones juradas, reconocimientos fotográficos y de video, inspecciones en lugares de interés e incautación de armas”, citaron de la intervención del ente acusador.
El caso ha provocado rechazo en la opinión pública del país ya que se trataría de un caso de los mal llamados ‘falsos positivos’, donde el perpetrador final de los homicidios sería el coronel Benjamín Núñez, quien se desempeñaba como comandante operativo en ese departamento del norte del país.
“Cuando veníamos por una parte del camino, el señor coronel le dio el primer disparo a uno de los sujetos que estaba herido. Al momento quedamos atónitos, no sabíamos qué hacer ni qué decir”, esa fue una parte del escalofriante testimonio que entregó uno de los patrulleros que confesó que su entonces superior cometió el crimen.
Cronología del crimen
El pasado 25 de julio los jóvenes víctimas Carlos Alberto Ibáñez Mercado, de 26 años; Jesús David Díaz , de 20 años, y José Carlos Arévalo Contreras, de 21 fueron presentados como abatidos por la Policía en medio de los operativos que desarrollaba la fuerza pública para dar con los responsables del homicidio de un policía que habría sido ultimado en el ‘plan pistola’ que por esos días perpetraba el Clan del Golfo en noroccidente del país.
“Unos sujetos en motocicleta accionan arma de fuego contra la humanidad del Policía, lo hieren, posteriormente fallece y en la reacción de los otros policiales logran herir a estos delincuentes los cuales son interceptados ya mal heridos y posteriormente también fallecen cuando eran trasladados a centro hospitalario”, informó el entonces comandante de la Policía de Sucre, el Coronel Carlos Andrés Correa.
Las declaraciones de la autoridad, sin embargo, fueron refutadas por la familia de los tres jóvenes el martes 26 de julio, quienes acusaron a la Policía de haber presentado a sus hijos como delincuentes sin pruebas. Aseguraron que ninguno de ellos estaban participando en el ‘plan pistola’ y que ninguno hace parte de grupos armados al margen de la ley. Vecinos del sector en el que habitaban los tres jóvenes respaldaron a los familiares y aseguraron que, en efecto, no eran criminales. Los tres eran residentes del Chochó, corregimiento de Sincelejo.
“Había un retén y a ellos los hacen bajar de la moto y los tiran al suelo y a mí me empujan y me alejan de mi hermano, en ese momento dos policías me agarran de los brazos y me alejan un poquito más y a mi hermano lo empiezan a golpear, al otro muchacho (Carlos Arévalo) también lo golpean”, denunció Sindy Sierra, hermana de Jesús Díaz, en una charla con Caracol Radio.
Esto que relata la mujer habría pasado Sincelejo y el corregimiento Las Palmas. Se encontraban haciendo acrobacias con sus motos e intentaron huir al pensar que los policías les iban a llamar la atención por ello.
Jesús David terminó con una herida de bala en la pierna en medio de la huida. Mientras José Carlos Arévalo trataba de llevarlo a un centro asistencial, contó Sindy, fueron interceptados, nuevamente, por los policías. “En esos momentos los policías dijeron ‘usted también viene con ellos’ (…) le dijeron que se tirara al suelo y al momento también empezaron a golpearlo”, dijo Sindy respecto a la otra víctima, Carlos Ibáñez, vecino de la zona que se acercó a preguntar respecto a lo que estaba pasando. Según ella, los jóvenes fueron subidos, arrastrados, a una camioneta. “Y ahí ellos estaban bien, ellos estaban con vida”, recordó.
Fue sobre las ocho de la noche de ese día que le informaron, sin mayor explicación, que su hermano estaba muerto, y que los otros dos jóvenes también habían perdido la vida. “Y cuando ella llega (la mamá de Jesús) a María Reina no la dejan entrar, al rato le dicen que ellos fallecieron y no me explico porque ellos estaban con vida”, destacó en su charla con Caracol Radio.
“Lo mataron, lo torturaron porque tenia toda la boca reventada y moretones en el cuerpo (…) Nosotros venimos a ver donde estaba, que es lo legal, el CAI más cercano es el de (el barrio) La Gran Colombia, no estaba en La Gran Colombia, fuimos a la URI, que es donde normalmente se llevan a los detenidos, tampoco estaba en la URI, cuando llegamos al CAI de la Ford nos dice uno de los agentes: no se pongan a buscarlo en los CAI ni en ninguna otra parte busquen en los hospitales porque hay más de un herido (…) a las 4:45 de la tarde el comandante Correa ya estaba dando el parte de victoria, que habían dado de baja a tres miembros del Clan del Golfo, sin conocer de donde son estos pelaos”, dijo, por su parte, Rodolfo Contreras, tío de José Carlos Arévalo Contreras. Con Infobae