Colombia es el cuarto país con mejor madurez digital en Latinoamérica
Los efectos de la pandemia por COVID-19 siguen revolucionando a las organizaciones de Latinoamérica, dado que su impacto ha colocado a los programas de transformación digital como una de sus máximas prioridades, impulsado en buena medida por los directores y gerentes generales, de forma que los presupuestos asignados se han venido incrementando sin excepción en la mayoría de los países.
La razón principal de esta transformación en las compañías es la simplificación y eficiencia de procesos, acorde con los resultados del estudio Transformación con sentido digital 2022: Un nuevo ritmo en la madurez digital de Latinoamérica, elaborado por EY, firma líder en servicios profesionales de auditoría, impuestos, consultoría, estrategia y transacciones.
Esto fue posible gracias a la participación de 715 líderes de 16 diferentes industrias en México, Chile, Colombia, Perú, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Venezuela, Ecuador, Bolivia y República Dominicana, con lo cual se pudo medir la reacción de los empresarios en cuanto a la transformación digital de sus organizaciones, en un periodo agravado por efectos de la pandemia y retado por los nuevos jugadores digitales en diferentes industrias.
La encuesta está conformada por 24 preguntas que cubren siete ámbitos: Estrategia e Innovación, Experiencia de Cliente, Operaciones y Cadena de Suministro, Áreas Administrativas, Información y Tecnología, Riesgos y Ciberseguridad y, por último, Cultura y Organización al interior de los negocios.
Acorde con el estudio, Latinoamérica se ubica en un nivel de madurez de 61.16 en una escala de 100 puntos. Este valor promedio ubica a Latinoamérica en el rango de “En desarrollo de capacidades digitales”; sin embargo, la madurez digital parte del supuesto de que para alcanzarla plenamente es importante un avance homogéneo entre varios ámbitos que son comunes a las empresas, independientemente del sector al que pertenezcan.
Cuando las compañías enfrentan considerables brechas de avance, se alejan de un estado maduro y se identifican como incipientes. Un claro ejemplo es cuando se realizan compras a través de aplicaciones o páginas web, cuya operación interna no permite hacer reclamos en línea, realizar el seguimiento de los pedidos o falla en informar al cliente sobre su estado.
El 53% de los encuestados confirmó que ha destinado más presupuesto para la transformación digital, con el objetivo de incrementar el número de iniciativas, ejecutar proyectos concretos, incorporar talento y adoptar metodologías para acelerar los cambios que demanda el mercado; de los cuales el 42% afirmó haber invertido más con la intención de simplificar y hacer más eficientes los procesos, el 37% debido a la exigencia del cliente y para ofrecerle más valor y el 15% por un cambio de estrategia.
El dato es consistente, ya que las compañías con ingresos superiores a los 500 millones de dólares anuales tienen un nivel considerablemente mayor de madurez digital que el resto de los negocios de la región. Esto, derivado de entender las consecuencias que esta determinación ha generado en la evolución y resultados de las compañías, de forma que 1 de cada 3 empresarios ha decidido priorizar un ámbito sobre los demás concentrando los esfuerzos en la incorporación de tecnologías de núcleo.
“La búsqueda de eficiencias operativas, aunado a la obligación de aumentar la presencia de en los nuevos canales de negocio digital, ha motivado la necesidad imperativa de que las compañías aceleren la transformación digital en la totalidad de sus procesos de negocio, destacándose principalmente los relacionados con mejorar la experiencia del cliente y los de operación en la cadena de suministro”, señaló Diego Sáenz, Digital Emerging Technology Leader en EY Latinoamérica Norte.
Inclusive, 62% de los encuestados respondió que el proceso de transformación digital se ha acelerado en todos los ámbitos de la compañía, en tanto que 63% de ellos se consideró satisfecho o muy satisfecho frente a su avance en transformación digital en los últimos tiempos.
Latinoamérica presenta niveles cercanos entre las diferentes dimensiones analizadas en el estudio; sin embargo, resaltan la estrategia de innovación y crecimiento, la evolución de la interacción con los clientes y los frentes tecnológicos, aunque se evidencia rezago en la percepción de la madurez digital en áreas como Finanzas, Recursos Humanos y Legal. Igualmente, la evolución de la cadena de suministro y operaciones presenta una grieta que le impide alcanzar niveles de alta eficiencia, disrupción o transformación estructural.
Siguen destacándose los sectores de Telecomunicaciones y Servicios Financieros, junto con el de Minería y Metales, que muestra un gran crecimiento frente al año anterior. Otros ramos que se ubican por encima del promedio son los de Salud y Servicios Profesionales, los cuales, comparativamente hablando con la medición del año pasado, han logrado importantes avances de su madurez digital.
Desempeño por país
Los países con mayor madurez digital, de acuerdo con el estudio, son Ecuador (64.67 puntos), Chile (62.73) y México (62.11), sobre todo por el nivel de avance en los sectores financiero y de consumo.
Colombia por su parte, se encuentra en los mismos niveles de Madurez Digital comparado con el año anterior (60.55 puntos), sin embargo, la distribución de niveles de avance si muestra un incremento en las compañías con nivel incipiente en su índice de madurez.
«Según nuestro estudio, la principal motivación de los ejecutivos colombianos en el proceso de transformación digital es el convencimiento del impacto estratégico de la misma, seguido por el cambio de estrategia propia, mientras que la exigencia de los competidores y la de los clientes, son de las razones que menos los incentivan» señaló Sáenz.
Acorde con el documento, aún hay desafíos que las compañías deben afrontar, dado que más del 45% de los participantes considera que la falta de personal capacitado constituye la mayor barrera para emprender exitosamente la transformación digital en sus organizaciones, seguido de un 43% que culpa a la resistencia al cambio como el mayor impedimento, lo cual ubica al cambio en la cultura organizacional como un principal impulsor de la transformación.