“La corte dio un golpe al Congreso y a la Constitución”: Monseñor
El mensaje de monseñor Oscar Vélez Isaza, obispo de la Diócesis de Valledupar, durante la celebración de la Eucaristía Mayor en honor al Santo Ecce Homo, fue en defensa a la vida humana, a los derechos del ser humano ante la reciente despenalización del aborto, por parte de la Corte Constitucional.
“La fuerza de la verdad que hoy proclamaremos en esta homilía, es una verdad que hace libres a quienes la aceptan y tiene capacidad de transformar sus vidas. El que es de la verdad, escucha su voz, sus seguidores son discípulos y testigos de esa verdad que está cambiando sus vidas, por ellos están ganados a pensar, decidir y actuar contra la tiniebla de la mentira y la falsedad que envuelven y gobiernan el mundo”.
Al igual que Jesús, sus discípulos parecen indefensos ante el cerco de engaños, falacias y embustes que se ocultan tras las decisiones de muchos de los centros de poder, donde se decide la vida y la muerte de los hijos de Dios.
En el fondo de todo ser humano, siempre hay una búsqueda de la verdad y nunca se construirá nada verdaderamente humano sobre la mentira y la falsedad. Poncio Pilato no ha llegado a comprender el alcance de la realeza de Jesús, ni qué es la verdad, así se lo dice en la cara a Jesús.
Sin embargo, creo en la inocencia de Jesús, “acaso pienso que es simplemente un loco y por eso intenta liberarlo, lo viste de rey de burla, su realeza causa risas y lo presenta ante el pueblo diciendo Ecce Homo, es decir, este es el hombre”.
Su visión exacerbó más el odio en quienes lo entregaron y exigen a gritos su crucifixión. Arguyen que se ha hecho pasar por hijo de Dios y como blasfema merece la muerte, sin embargo, cae la débil resistencia de Pilato, quien después de lavarse las manos condena a Jesús y lo entrega para ser crucificado.
Hoy en esta liturgia se recuerda la injusta condena a la muerte de Jesús. Inocente e indefenso por parte de los poderosos del momento, contra los cuales nadie se podía oponer. Pero esa condena de Jesús se ha revivido muchas veces en la historia, los mártires han sido su más visible encarnación y los primeros mártires del cristianismo fueron los niños inocentes, masacrados en Belén y sus alrededores por los esbirros del Rey Herodes que intentaban quitar del medio al Mesías recién nacido-
En la actualidad hay nuevos herodes que quieren sacrificar a los niños y masacrarlos. “Hoy en día se repite la historia cuando como ellos, he sido testigo este año como la Corte Constitucional de Colombia y como supremo poder inapelable y por encima del constituyente primario, el pueblo, al que quiere impedir aún un referendo y usurpando las funciones del Congreso elegido por todos los colombianos, pasa por alto el artículo 11 de la Constitución Colombiano que reza que el derecho a la vida es inviolable.
Decreta que se puede practicar el aborto hasta la semana 24 del embarazo. La Corte ha dado un golpe de Estado al Congreso y a la misma Constitución, ha dejado de ser guardián de la Constitución para dedicarse a legislar.
“Quiero hacer una confesión, siempre he ejercido mi derecho al voto, pero ese año estuve tentado a no votar en los comicios legislativos, porque si tenemos una Corte que es la que legisla, para que elegir a representantes para el Congreso. La Corte da un golpe como una nueva dictadura, exige su misión total de esclavos a todos los colombianos ante sus decisiones, queriendo mutilar hasta la libertad de expresión, que no tienen solo los medios, sino también nosotros que podemos estar en franco desacuerdo con sus disposiciones”. Manifestó Monseñor.
El primer derecho humano es el derecho a la vida, las violaciones más grandes han sucedido cuando algunos creen tener la autoridad para decidir cuando otros son dignos o no, de nacer y si merecen vivir.
La ley del Señor es clara y contundente, ‘no matarás, no matarás’, nadie tiene derecho sobre la vida, mucho menos sobre un ser inocente e indefenso, que es un niño en el seno materno, aparte de Dios nuestro sistema de valores se trastocará, empezaremos a confundir dulzuras y amarguras, luz y oscuridad, el mal y el bien.