Recomendaciones para lograr un buen sueño: tips sobre camas, colchones y almohadas
Todos conocemos los beneficios que tiene para nuestro día a día tener un buen descanso nocturno. Médicos y especialistas han destacado en numerosas oportunidades, la importancia que tiene para una persona adulta dormir por lo menos entre siete y ocho horas diarias de manera continuada. Esto se traduce en distintos aspectos que operan positivamente en todos los ámbitos de desarrollo de la persona, como mejoras en el humor, la concentración, el desarrollo profesional y la salud, entre otros puntos.
Sin embargo, cada vez nos parece más difícil alcanzar esas sagradas siete u ocho horas de sueño. A veces, incluso, nos cuesta dormir de forma continuada más de cinco horas, lo que genera serias dificultades en nuestra vida cotidiana. El estrés, el consumo a través de las pantallas, la sobrecarga de tareas, entre otras cosas, nos afectan al momento de llegar al estado de relajación necesaria para dormir bien. Pero estas no son las únicas razones por las que sufrimos de déficit de sueño.
Muchas veces, los problemas se encuentran únicamente dentro de nuestra propia cama. Es importante no descuidar nuestro mobiliario para dormir, y renovar en un tiempo razonable nuestra base cama y colchón para obtener, no solo la comodidad necesaria, sino también la estabilidad recomendada para evitar dolores físicos que surgen por un mal suelo.
Diferentes tipos de camas y colchones a tener en cuenta
Existen muchos estilos de camas y colchones, y es preciso conocer sus características y ventajas, para saber cuál es el ideal para cada uno.
En general, se recomienda prestar particular atención al tipo de colchón, su tamaño y dimensión, el nivel de firmeza, los materiales con los que está elaborado, entre otros aspectos relevantes que se deben considerar antes de renovar la cama. Pero también es importante considerar el tipo de base de cama que funcionara como sostén del colchón, dado que muchas veces una base deficiente puede arruinar un gran colchón.
Siempre es preferible contar con una buena base de cama antes que tirar el colchón sobre el piso. Permite mantenerlo en mejor estado, evitar problemas de líquidos, humedad y suciedad, además de resultar más confortable al momento de acostarse, levantarse o incluso sentarse en la cama.
Uno de los puntos claves a tener en cuenta al momento de seleccionar y adquirir una base de cama determinada, es considerar el nivel de resistencia de los materiales con los cuales está fabricado, tanto de la base en sí misma como de sus patas. Este nivel de resistencia va a permitir una vida útil más larga de la base, sin generar hundimientos o desestabilidad que afecta enormemente al momento de dormir.
Otro aspecto fundamental a considerar antes de comprar una cama, es el espacio que se le puede destinar en la habitación. Una cama simple puede ser sumamente útil en caso de tener poco lugar en el cuarto. No obstante, en caso de poder hacerlo, suele ser más elegida una cama doble con colchón, dado que otorga mayor posibilidad de movimiento del cuerpo al dormir, y más comodidad en caso de que tengamos la costumbre de dormir acompañados.
Otro punto importante para lograr un buen sueño: la almohada
Al igual que la base de cama y el colchón, otro elemento que no debemos descuidar es la almohada. Una cabeza mal apoyada o incomoda, difícilmente logre conciliar de manera armoniosa el sueño, por eso es importante adquirir una buena almohada o almohadón que nos resulte cómoda y se ajuste a nuestro cuerpo.
Existen innumerables tipos de almohadas. Grandes y chicas, duras y esponjosas, simples o dobles. El gusto y la preferencia, es totalmente personal. Sin embargo, hay recomendaciones que bien vale tenerlas en cuenta antes de comprar.
Una almohada ortopédica siempre es una buena opción en especial para aquellas personas que suelen sufrir dolores de espalda, en la columna, en el cuello o en otros lados del cuerpo, producto de un sueño deficiente. Este tipo de malestares, prologados en el tiempo, pueden generar lesiones serias a la persona.
En igual sentido, una almohada cervical suele ser muy recomendada en los casos de insomnio, estrés o contracturas más agudas. Estas almohadas tienen como objetivo mantener la columna vertebral y el cuello a la misma altura para evitar dolores. Son especialmente recomendadas para personas que suelen dormir de costado o con la cabeza apuntando al techo de la habitación.
Por último, otro tipo de almohada muy popular es la almohada viscoelástica. Estos almohadones particulares, son generalmente recomendados por especialistas médicos en los casos de problemas o dolores en la cervical o en la espalda. Al igual que las almohadas cervicales, las de tipo viscoelásticas se adaptan a las características de la cabeza y del cuello de la persona sin deformarse, dado que es un material que permite que la almohada vuelva a su forma original cuando no está en uso.
Nunca compres sin antes haberlo probado…
Estas recomendaciones generales son sumamente útiles para tener en cuenta las distintas opciones que existen hoy en día en el mercado sobre camas, colchones y almohadones. Pero debemos advertir que cada persona es única, así como particular su forma preferida de dormir.
Hay quienes disfrutan de dormir abrazados, otros solos, personas que necesitan de una habitación con total oscuridad y otras que eligen contar con una luz prendida. Lo mismo sucede con el equipo de descanso: una cama firme y robusta puede resultar ideal para muchas personas pero no para todas; o una almohada que se adapta a la cabeza puede ser de las más elegidas, aunque muchos pueden preferir una almohada dura, que no se hunde con el uso.
Por eso, siempre, y esto es lo más importante, se debe probar el colchón y la almohada antes de comprarla. Sentir cómo nos resulta al estar acostados en la posición habitual en la que solemos dormir, reconocer cómo se acomoda nuestra cabeza y cuerpo. Y si el producto cuenta con garantía o posibilidad de devolución, mejor. Puede suceder que al probarla la resultemos cómoda, pero que en el uso diario nos sintamos arrepentidos de la compra realizada.
Con estas recomendaciones, ya no tenemos excusas: dormir bien, depende solo de nosotros.