13 de septiembre , 2024
General

Se llevó a los niños con la excusa de comprarles un par de zapatos

Desconsolada y aturdida se encuentra Yeraldin Montejo Sosa, madre de los niños de 7 y 4 años respectivamente que fueron envenenados por su propio padre, Francisco Hernández Rojano, en el corregimiento de San José de Oriente, jurisdicción del municipio de La Paz.

Este caso no solo tiene consternada a la progenitora de los infantes sino también a toda la comunidad de esta población considerada tranquila luego de los episodios violentos del conflicto armado. Sin embargo, los lugareños contaron que ni en la época de violencia vivieron un hecho como este.

El País Vallenato, conoció que Hernández Rojano y Montejo Sosa tuvieron una relación cercana a 11 años, la cual fue marcada por maltratos por parte de él. Esto llevó a que Rojano en varias oportunidades decidiera separarse, pero con mentiras de un cambio de comportamiento por parte de Hernández hacía que volvieran a estar juntos.

Anterior al día de los hechos, es decir, el sábado 26 de marzo, este hombre llegó a casa de unos familiares de Yeraldin, donde se encontraba con sus dos pequeños hijos acompañada por sus familiares ya que había decidido irse de la casa donde convivieron hasta hace tres meses ya que la maltrataba.

Ese día le dijo que al día siguiente (domingo) iba a ir por los niños para llevarlos a comprar un par de calzado, a lo cual ella no se opuso.

A eso de las 8:40 de la mañana del domingo pasó y los recogió.

“La niña estaba feliz, ella decía que él era el mejor papá del mundo, los dos niños se fueron contento”, relató una familiar de los menores.

Posterior a ello a eso de las 2:30 de la tarde, tanto Yeraldin como los familiares de ella empezaron a sospechar que algo le habría pasado a los niños, inicialmente creyeron que se los había llevado a otro lugar, puesto que en varias ocasione la había amenazado de quitárselos y darlos al cuido a familiares de él.

Posterior a ello la mamá de Yeraldin recibió una llamada de Francisco en la que le dijo que llegaran a la casa donde había residido junto a su hija. Fue así como se enteraron que los niños habían sido asesinados.

Una vez se dirigieron a la vivienda encontraron los cuerpos de los niños acostados y tapados con una sábana.

Asimismo vecinos del barrio El Mirador donde sucedieron los hechos indicaron que en horas del mediodía Francisco los saludó y barrió las afueras de la vivienda e incluido el patio.

Luego salió de la vivienda caminando sin estabilidad, creyeron que estaba en estado de embriaguez, pero realmente tenía síntomas de envenenamiento ya que también tomó del mismo herbicida que le dio a consumir a los niños, al parecer, en una gelatina. Llegó a la estación de Policía y contó lo que había cometido.

Actualmente este sujeto se encuentra fuera de peligro en la Clínica Santa Isabel de Valledupar. Las autoridades han indicado que una vez se recupere será judicializado.

Igualmente se conoció que este martes los niños serán sepultados en el cementerio de San José de Oriente en horas de la mañana, previamente les rendirán un homenaje en una de las sedes en la Institución Educativa Técnica Agropecuaria, donde la niña estudiaba primer grado de primaria.

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