La Contraloría General de la Nación señaló que la deforestación en el país es “una masacre ambiental”
La Contraloría General de la República presentó un informe donde señaló que cada año se pierden, en promedio 170.000 hectáreas de bosques, lo que equivale a un territorio tan grande como Bogotá. El organismo anotó que eso significa que diariamente se talan 500 hectáreas de bosques, lo que representa un daño irreversible para el medioambiente, porque se rompe con los ciclos de conectividad biótica de todos los ecosistemas y genera un aumento en las emisiones de CO2.
“El tema del cambio climático nos está golpeando y cerca del 60 % de las emisiones de CO2 que se emiten en el país son producto de estos procesos de deforestación, particularmente por las quemas que se están haciendo”, anotó Gabriel Jurado, contralor delegado para el Medio Ambiente.
Las advertencias del organismo de control van de la mano con el informe del Ideam donde se señal que todo se relaciona con actividades como: la siembra de los cultivos de uso ilícito, malas prácticas de la ganadería extensiva, expansión agrícola en áreas no permitidas, la tala ilegal y la extracción ilícita de minerales.
Recodemos que las alertas más importantes que se han hecho en el país es por la protección del Amazonas. Por ejemplo, a comienzo de año un grupo de académicos y expertos en temas ambientales solicitaron al Gobierno nacional tomar medidas urgentes para detener la deforestación en la Amazonía Colombiana, luego de que se presentaran graves incendios que afectaron amplias áreas protegidas en los departamentos de Caquetá, Guaviare, Meta y Putumayo.
Los académicos pidieron al presidente Iván Duque y al ministro de Ambiente, Carlos Eduardo Correa, diseñar una estrategia que detenga esta tragedia ambiental que actualmente está afectando al Parque Nacional Natural Tinigua, la Serranía de la Macarena y la Serranía de la Lindosa en la que los bomberos están necesitando de voluntarios y “no cuentan con agua ni sistemas aerotransportados para sofocar los incendios”.
“Coincidimos en que es necesario tomar medidas inmediatas para frenar esta alarmante situación. Es urgente diseñar e implementar una hoja de ruta que movilice articuladamente al Ejército Nacional, los Bomberos de todo el país, la defensa civil y las Fuerzas Aéreas Colombianas para que con su intervención se detenga esta tragedia ambiental que supone enormes costos sociales y ecológicos”, señalaron los 190 firmantes de la carta.
En ese sentido, señalaron que las acciones que se tomen deben ser “preventivas” mas no “reactivas”, y manifestaron que durante noviembre y diciembre del año pasado se presentaron las condiciones idóneas para que se generaran los peores incendios que se habían registrado desde hace 15 años, con grandes cantidades de madera acumulada, más de 40 días sin lluvia, y dinámicas fortalecidas de apropiación de tierras.
Asimismo, señalaron que la “impunidad frente a los grandes deforestadores, y la falta de una respuesta oportuna y efectiva del Estado”, han ocasionado que el norte del Amazonas se dirija a un punto de daños irreparables, debido a que lo que se encuentra en juego es la pérdida de la biodiversidad de la que “depende la vida en el planeta y el agudizamiento de la crisis climática”.
“El bioma Amazónico tiene un papel vital en la disponibilidad de agua para el consumo humano a través de los “ríos voladores”, la capacidad de retención de agua, y la evapotranspiración. Por cuenta de los incendios estamos emitiendo monóxido de carbono y dióxido de azufre, que son gases de efecto invernadero en unas magnitudes que afectan inclusive a otros países, lo que nos hace responsables internacionalmente en caso de no actuar de inmediato”, indicaron los expertos. Con Infobae