En Valledupar existe un déficit de 1.500 donantes de sangre por mes
Un acto altruista de honor, así es definida la donación de sangre, iniciativa con la cual todo ser humano expresa el deseo de querer salvar vidas. Donar es ser la parte faltante de otra persona, por ello la necesidad de reforzar esta cultura por el bien de la sociedad.
En el municipio de Valledupar, lamentablemente no existe la costumbre de acudir a donar; las jornadas de captación extramurales se han convertido en la clave para abastecer la alta demanda en el territorio.
Sin embargo, en la capital del Cesar, al mes solo se reciben entre 1.400 y 1.500 donantes entre voluntarios y habituales, cuando la meta es de 3.000 mensualmente, stop que permitiría abarcar la demanda que a diario requieren los pacientes.
Pero otro problema que se presenta en Valledupar, es que en la actualidad solo funcionan dos bancos de sangre, por el cierre que desde el mes de junio de 2021, ordenó el Invima sobre el que funcionaba en el Hospital Rosario Pumarejo de López.
Según datos de del Ministerio de Salud, los bancos de sangre de cada ciudad deben tener un número de existencias equivalentes al 1 por ciento de su población, pero una de la razones que ha causado el déficit de sangre en el departamento y a nivel nacional son los temores y mitos que giran alrededor de los procedimientos de extracción de sangre, aclarando que la donación de sangre es un proceso seguro y todo el material utilizado es nuevo, de uso único, estéril y no existe posibilidad de contraer enfermedades infecciosas o de otra índole al momento de realizar dicha donación.
Daira Martínez, directora científica del Banco de Sangre del Hemocentro y Unidad de Aféresis de la capital del Cesar, informó que según indicadores de la Red Nacional de Sangre, coordinado por el Ministerio de Salud, existe una meta nacional que se adapta a la realidad de cada territorio. Este año es de 21%, de la cual el municipio de Valledupar no supera el 9%.
Así las cosas, en enero de 2022 se recibieron 1.407 donantes, de los cuales 126 fueron habituales y el resto voluntarios; mientras que en febrero la cifra reflejó un mínimo aumento a 1.417 donantes, de los cuales 99 son habituales.
Esto indica, que de la meta nacional (21%), durante el primer mes del año se logró el 9% y en febrero 7%, lo que indica un déficit de 1.500 donantes por mes, tomando en cuenta que la necesidad es de 3.000.
LAS UNIVERSIDADES, ESPACIOS CLAVES
Martínez explicó que la captación extramural, es la estrategia que más resultados genera para aumentar los niveles de donación en la capital del Cesar, ya que los donantes habituales acuden muy poco a pesar de las campañas de información.
Después de pandemia, con la apertura presencial en las universidades, los donantes voluntarios se logran captar con campañas especiales. Se está entrando a la Universidad Popular del Cesar, a Riohacha, Fonseca, Área Andina y en zonas de amplio tráfico para aumentar el stop y prepararse para las temporadas más críticas como diciembre, Semana Santa y Festival Vallenato, temporadas en las nadie acude a donar.
“No se cuenta con el stop que quisiéramos, sin embargo, la demanda se cubre satisfactoriamente, aunque se requiere que todos donen. También se hace un llamado al Ejército para que en el Batallón en Valledupar se permitan las jornadas de captación, lo que ayudaría una mejor operatividad y respuesta a la comunidad”, explicó.
Al ser consultada sobre las solicitudes de los centros de salud, Martínez detalló que la mayor demanda son las plaquetas, generando algunas deficiencias, ya que ellas vencen a los 5 días, lo que indica que en stop no se pueden acumular, a diferencia del glóbulo rojo que vence a los 42 días y el plasma al año.
NO EXISTE LA CULTURA DEL DONANTE
La mayor donación está por fuera de Valledupar, no hay cultura para esta iniciativa entre los vallenatos, incluso entre los habitantes del resto de los municipios del Cesar.
En cuanto a los tipos de donantes, existe el habitual, que es el que acude dos o tres veces al año; el voluntario que se decide por primera vez y cuya misión es convertirlo en habitual. También el donante por reposición, que no debe existir, porque es aquel que dona para reponer lo que ya le pusieron al familiar. “Nadie puede venir a donar solo porque alguien de su familia lo necesita, la cultura de donación es muy baja a diferencia de La Guajira y otros departamentos”.
Por ello, cuando hay épocas críticas, la demanda se cubre con la sangre captada en La Guajira y departamentos cercanos, alternativa que debe ser superada con la voluntad de cada ciudadano.
VOLUNTAD, PRIMER REQUISITO
Pero no todas las personas se niegan a formar parte de este acto altruista por excelencia, como es el caso del deportista Marco Antonio Almendrales Torres, de 34 años, residente en Valledupar, quien consciente de su aporte a la sociedad acude cada cuatro meses a donar.
“Por mi salud, rendimiento en las canchas de fútbol, pero sobre todo saber que estoy salvando vidas, acudo a esta obligación como ciudadano y la cual deben replicar los jóvenes de Valledupar y el Cesar”, dijo.
Gota a gota, así se expulsaba la sangre hacia los recipientes donde una especialista en el área, la recolectaba bajo un proceso científico que permite ayudar a otros seres humanos. Sereno se mostraba Marco Antonio, quien durante tres años ha cumplido con la misión, con la cual asegura ha salvado hombres y mujeres, que aunque no conozca, sabe que ha sido su contribución.
SITUACIÓN EN EL HRPL
Jairo Neira, director científico del Hospital Rosario Pumarejo de López, al referirse al cierre del banco de sangre de la entidad, explicó que la medida se debió a una visita que hace el ente de vigilancia y control, encontrando inconformidad en algunos equipos, específicamente en el congelador, lo que llevó a un cierre temporal, por el cual se está trabajando y haciendo un chequeo de todos los estándares que pide el Invima, como ente certificador.
“Se está a la espera de una nueva visita de verificación, programada para la primera semana del mes de abril, lo que permitiría lograr nuevamente la certificación y poder responder a la comunidad”, dijo.
Sobre la capacidad de respuesta para la atención de urgencias, dijo que en el hospital existe una unidad de servicio pre transfusional, la cual se alimenta a través de la compra de los hemoderivados o otros bancos de sangre de la región.
Es importante destacar que el Rosario Pumarejo de López, viene de una ocupación de camas hospitalaria del 23% durante el año 2021, lo que evidencia que el requerimiento de sangre ha sido muy bajo. “Lo que sí espera la Superintendencia de Salud con la intervención del hospital, es que el centro de salud vuelva a ser referencia a nivel regional y podamos llegar a una ocupación del 80%, y es allí cuando vamos a necesitar más unidades de sangre”.
Se están haciendo proyecciones para garantizar la existencia de hemoderivados de los principales grupos sanguíneos, para atender los pacientes en los próximos meses, sin embargo, se requiere de la contribución de la comunidad a través de la donación.
¡SOLO DECÍDETE!
ElkIer Castilla, coordinador del Banco de Sangre del Hemocentro y Unidad de Aféresis, informó que el primer requisito para donar sangre, es tener la voluntad de querer ayudar a los demás, porque cuando se hace el acto de donar se está conscientes y seguro que su sangre no va a poner en riesgo a los pacientes que van a recibir los hemocomponentes .
Toda persona en buen estado de salud, entre 18 y 65 años, con un peso mínimo de 50 kilogramos, puede cumplir con la donación. Las mujeres lo pueden hacer cada cuatro meses, mientras que los hombres cada tres.
No pueden cumplir con esta misión quienes estén enfermas o que crean tener alguna conducta de vida de riesgo, como el VIH. No haber sufrido enfermedad infectocontagiosa en los últimos siete días, tener 72 horas sin consumir bebidas alcohólicas y la mujer embarazada tampoco lo puede hacer.
Castilla resaltó que igualmente se le aplican al paciente exámenes físicos para determinar la condiciones y una encuesta que permite tener plenamente identificada a la persona. “Quienes hayan sufrido Hepatitis B y C no pueden donar, si le dio durante la niñez antes de los 10 años y es Hepatitis A si pueden hacerlo. Nosotros aplicamos las pruebas infectocontagiosas como el VIH, Hepatitis B y C, Sífilis, Chagas y la gota gruesa para la malaria”, dijo.
En el caso del Covid-19 la persona contagiada debe esperar un mes, siempre y cuando no haya tenido complicaciones; después de aplicarse la vacuna anticovid, debe esperar siete días.