Abuelo de niño que murió en accidente en Santander contó cuando vio rodar la ruta escolar
Aldair Ferney Gómez Díaz fue una de las víctimas que falleció producto del impacto del accidente en un bus que prestaba los servicios de ruta escolar en el municipio de San Andrés en Santander.
Sus familiares se reunieron en Piedecuesta para velar su cuerpo y realizar el darle cristiana sepultura en un acto privado en el que lo despidieron.
“Mi nieto estaba tan contento ese día porque iniciaba la ruta escolar”, expresó Ignacio Díaz, abuelo del niño que cursaba el séptimo grado de Instituto Técnico La Laguna de Órtices.
Aldair era nuevo en el colegio. Antes estudiaba y vivía con sus papás en un municipio de Antioquia y tomó la decisión de vivir en el corregimiento de la Laguna de Órtices para “compartir con su abuelito”.
“Yo lo recibí, le dije que de una. Lo matriculé y le dije que podía estudiar en el colegio que está mi hija y así fue que hicimos”, contó Díaz.
Esta decisión la tomaron en noviembre del 2021 y así fueron los inicios de Aldair en el Instituto del municipio de San Andrés.
Antes de que la Administración Municipal pusiera el transporte escolar, los niños (Aldair y la hija de Ignacio) eran transportados de la institución a su casa en una moto.
“Ese día del accidente le dijo a la nona que estaba muy contento porque ya tenían transporte para llevarlos y traerlos”, agregó su abuelo.
Esta ruta escolar, que se inauguró en la mañana del 22 de marzo y que partió con 44 estudiantes, regresó en las horas de la tarde, solo con la mitad de ellos porque el resto se quedaron en jornada única; así lo explicó el rector de la institución Pascual García.
Ignacio Díaz señaló que sobre las horas de la tarde, cuando sucedió el accidente, él estaba trabajando en el lugar de los hechos del siniestro vial y vio que el bus rodó los 300 metros.
“Yo vi cuando el bus rodó, lo primero que pensé fue: Diosito guárdame a mi niño y salimos corriendo. Todo fue horrible”, señaló el hombre entre lágrimas.
La hija de Ignacio, quien también había tomado la ruta en la mañana, fue de las estudiantes que se quedó en jornada única en la Institución y no se devolvió al medio día con la mitad del grupo.
En la memoria del abuelito de Aldair queda que su nieto era muy obediente, que le gustaba el estudio y eso sí, que le quedaron muchos sueños por cumplir.