12 de noviembre
Variedades

Exponen robots en Japón para reflexionar sobre la vida humana

Desde androides a entidades virtuales o exoesqueletos mecánicos, la mayor exposición de robots celebrada en Japón hasta la fecha invita a reflexionar sobre la evolución del hombre, su esencia y la cada vez más difusa frontera entre hombre y máquina.

La exposición «You and Robots – What is it to be Human?» (Tú y los robots – ¿Qué es ser humano?), en el Museo Nacional de Ciencias Emergentes e Innovación (Miraikan) de Tokio, «no busca sólo mostrar muchos robots, sino hacer reflexionar sobre el cuerpo, la mente y la vida del ser humano a través de los robots», dice a Efe Yukie Sonoyama, del departamento de comunicación científica del centro.

La muestra aborda a lo largo de tres zonas el origen y evolución de los robots hasta nuestros días, el significado de qué supone ser humano y la frontera en ocasiones difusa entre hombre y máquina, además de las perspectivas sobre el devenir del futuro compartido entre ambos.

Un total de 130 robots de 90 tipos se exhiben en el Miraikan hasta el 31 de agosto. Procedentes de más de 50 instituciones y universidades de todo el país, entre ellos hay desde icónicos androides como ASIMO o Pepper hasta dispositivos zoomorfos como el perro Aibo o la foca peluche Paro, con más de 20 años de historia.

En torno a un tercio de los robots en exhibición son interactivos. Se pueden tocar y hablar con ellos, como en el caso del robot afectivo Lovot o el conversacional RoBoHon, y también hay una parte dedicada a la aplicación de la robótica en el sector médico, el de las prótesis o el industrial.

Entre las muchas curiosidades de la muestra se encuentra un modelo de Posy, el robot que debutó cinematográficamente en «Lost in Translation» (2003), de Sofía Coppola. Aunque su escena junto a la protagonista (Scarlett Johansson) fue eliminada del montaje final, las imágenes pueden ser rescatadas hoy en día gracias a internet.

Frontera difusa

Al margen de los androides o robots humanoides, quizá los que más llaman la atención por el parecido morfológico, muchos robots fueron creados para expandir el potencial de las actividades humanas.

Los brazos industriales han permitido acelerar e incrementar la producción en fábricas, los dispositivos que permiten aumentar la propia fuerza para cargar palés o personas sin lesionarse están más generalizados, y las prótesis y exoesqueletos mecánicos para suplir extremidades o cuerpos sin movilidad son cada vez más comunes.

La exposición también dedica un espacio a estas innovaciones y permite al visitante interactuar con algunas, como la androide OriHime, el robot avatar que ha permitido a personas con parálisis y otros problemas trabajar como camareros.

Entre los modelos más llamativos expuestos está JINKI type Zero ver.1.2, un imponente robot de 4 metros de altura manejado a través de un dispositivo de realidad virtual y cuyo desarrollo está orientado al uso en excavación de túneles, entre otras funciones.

«¿Donde termina el robot y comienza el humano? ¿Qué es el ‘cuerpo’ humano?», plantea la exposición.

«El límite entre el cuerpo y la propia vida se está haciendo borroso, el robot y el ser humano se van uniendo y esto puede cambiar el valor mismo de la vida», dice Sonoyama, que explica que entre sus objetivos la exposición incita a reflexionar sobre ello e invitar a «imaginar un futuro de convivencia con los robots».

El término robot, dice, es cada vez más ambiguo, «porque cada vez hay más que no son corpóreos, como las inteligencias artificiales» o entidades virtuales u hologramas, también presentes.

Consuelo emocional

En una sociedad como la japonesa, con un envejecimiento galopante y unos elevados índices de soledad, llevan décadas surgiendo robots para suplir carencias afectivas, como Aibo, Paro y Lovot.

Esta realidad también queda recogida en la exposición, que de forma más sutil aborda también el coqueteo del potencial uso de la tecnología para preservar la vida después de la muerte. Lo hace a través de hologramas, personalidades que vuelven gracias a avatares digitales o incluso a través de robots humanoides.

Hasta la muestra se han traslado dos androides a escala real del artista italiano Leonardo Da Vinci y el novelista japonés Natsume Soseki, que llevan años generando expectación allá donde se exponen.

«You and Robots – What is it to be Human?» busca abordar los robots desde la cotidianidad, desde una perspectiva alejada de la concepción que en numerosas ocasiones se plasma en el cine o la animación, donde abundan los seres imponentes mecanizados que en ocasiones influyen en el propio desarrollo de robots reales.

EFE

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