24 de noviembre
Internacional

Museo Chaplin homenajea al filme que hace un siglo inauguró el cine social

El museo en honor de Charles Chaplin, en la casa de campo suiza donde el artista pasó los últimos 25 años de su vida «exiliado», conmemora con una exhibición el centenario de «El Chico», su primer largometraje, una obra en favor de los marginados sociales que en su día causó escándalo.

La muestra del museo Universo Chaplin recrea los escenarios donde se grabó esta obra social y autobiográfica del actor, estrenada en 1921, en la que comedia y melodrama confluyen para lanzar una ácida crítica social del puritanismo de la época y un revolucionario mensaje en favor de las madres solteras y los vagabundos.

Perseguido por el FBI

«La película se opuso a la gente de bien en la sociedad estadounidense de la época. Recién comenzados los años 20, Chaplin eleva dos figuras totalmente marginadas, lo que levantó en su contra a los sectores más conservadores», contó a Efe el promotor y diseñador del museo, Yves Durand.

Chaplin siempre estuvo del lado de los más desfavorecidos. En una época en la que el fantasma del comunismo aterraba a las altas esferas estadounidenses, el cómico se atrevió a denunciar el capitalismo, la explotación de los trabajadores y se enfrentó con su inconfundible estilo satírico al poder.

Esto provocó que el Gobierno de Estados Unidos le persiguiera durante prácticamente toda su carrera: el FBI buscaba constantemente motivos para encarcelarlo o expulsarlo del país, relató Durand quien aclaró que Chaplin nunca se definió como comunista sino como «humanista».

«El Chico» fue el punto de partida de una filmografía dedicada a denunciar las injusticias sociales, como más tarde mostraron «Tiempos Modernos» (1936) y «El Gran Dictador» (1940), película está última en la que demostró que se podía hacer humor de personajes tan siniestros como Hitler o Musolini.

«Creo que si Chaplin estuviese vivo hoy haría con Vladímir Putin algo parecido a lo que hizo en El Gran Dictador. A través del humor, encontraría la manera de representarlo de forma ridícula. Siempre estuvo en contra de los que atacan a los débiles», expresó Durand.

Su película más autobiográfica

Chaplin representa en «El chico» su infancia casi dickensiana en el distrito londinense de Lambeth. El filme, que vive en un extraño equilibrio entre el mayor de los abismos y la felicidad, reconstruye las calles, visibles en la exposición, donde se desarrolló esta difícil etapa de su vida, marcada por la enfermedad mental de su madre y la temprana muerte de su padre.

«Para comprender bien la obra de Chaplin, se debe conocer su infancia, porque todo viene de ahí, todo su trabajo está influenciado por esa etapa de su vida», cuenta Durand.

«El niño protagonista encarna al pequeño Chaplin, que desde muy pequeño tuvo que pedir comida en la calle y cuidar de su madre, ya que su padre, del que lo poco que se sabe es que era alcohólico, solía estar ausente», comenta el promotor del museo.

La exposición recoge también recuerdos de algunas icónicas escenas, como el cristal roto de la ventana que aparece en las escenas iniciales, y algunos objetos personales de la infancia del actor y director, como juguetes artesanales o sus primeros proyectores.

Jackie Coogan, una bendición para Chaplin

El primer largometraje de Chaplin comenzó a producirse tan solo tres semanas después de la trágica muerte de su primer hijo con la actriz Mildred Harris, un bebé que murió con menos de tres días de vida debido a una malformación.

Este episodio dejó «muy tocado anímicamente» a Chaplin, aunque la aparición de Jackie Coogan, el actor de cinco años que representó al niño de la película, fue una bendición para él, afirmó Durand.

«El encanto y la vitalidad del niño revitalizaron a Chaplin, quien vivió con él durante un año de grabación en el estudio entablando una relación paternofilial», agregó.

Coogan saltó al estrellato tras «El chico» y rápidamente se convirtió en uno de los niños actores más populares del momento.

Continuó haciendo películas, representando en esa época siempre ese papel de niño encantador, y entre 1924 y 1925 llegó a ganar cerca de 25.000 dólares por semana, señala Durand.

Sin embargo, el final de su carrera fue aciago, ya que cuando cumplió la mayoría de edad descubrió que todo su dinero había sido despilfarrado por sus padres y tras ello, su único papel popular fue, 40 años después, el de Tío Fétido en la serie televisiva de la original de la Familia Adams, emitida entre 1964 y 1966.

EFE

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