Internacional

El opositor cubano Otero Alcántara dejó la huelga de hambre y optó por ir a juicio

El opositor cubano Luis Manuel Otero Alcántara abandonó la huelga de hambre que mantenía desde enero en la cárcel en donde está detenido desde las protestas del 11 de julio pasado, confirmó este miércoles Claudia Genlui, del disidente Movimiento San Isidro (MSI), en sus redes sociales.

La activista, curadora de arte y amiga de Otero, aseguró que el líder del MSI también está dispuesto a enfrentar un juicio.

Genlui, señaló que “se cumplen 16 días de que ya él dejó la huelga de hambre” y explicó que ha recibido noticias del disidente después del intercambio “abierto y profundo” que mantuvo con su abogado por cuatro horas.

El artista opositor había iniciado su ayuno el pasado 18 de enero después de que, tras seis meses de prisión provisional, la Fiscalía cubana rechazó modificar la medida cautelar de cárcel y dejarle en libertad a la espera de juicio.

Genlui apuntó que “ya dejó atrás la estrategia de la huelga de hambre, lo que no significa que cambia su postura respecto a otras cosas: no se va del país porque lo quiera ningún agente del estado cubano sino cuando él lo decida”.

También relató que el opositor “está dispuesto a enfrentar un juicio y a asumir las consecuencias; sigue declarándose inocente y apoya a todas las personas que han salido de Cuba por alguna razón”.

Pero señaló que Otero “sigue estando en el “corredor 25″ de los castigados, de los que no tienen derechos a llamadas telefónicas”.

“Luis ha bajado muchísimo de peso, ya no sale a tomar el sol porque sus fuerzas son limitadas y está débil”, añadió la activista.

Además, adelantó que el próximo jueves -si Otero no se comunica con sus familiares- su abogado “presentará un recurso ante el fiscal para exigir que sea trasladado con el resto de la población penal”.

Otero, de 34 años, está detenido en la prisión de Guanajay (occidente), luego de intentar sumarse a las masivas manifestaciones antigubernamentales de aquella fecha.

La justicia cubana le incrimina por los presuntos delitos de desacato, desorden público e instigación a delinquir, así como de ultraje a los símbolos patrios, acusaciones que la ONG Human Rights Watch considera injustas e infundadas.

El régimen cubano acusa a los opositores y activistas críticos como “mercenarios” al servicio de Estados Unidos para subvertir el orden en la isla.

(Con información de EFE)

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