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Las grandes compañías McDonald’s, Starbucks, Coca-Cola y Pepsi se van de Rusia

La invasión rusa a Ucrania y la fuerte reprimenda económica y financiera que Occidente está imponiendo al Kremlin han hecho que varias de las más grandes compañías abandonen Rusia. Ahora anuncian su retirada del territorio ruso las firmas McDonald’s, Starbucks, Coca-Cola y Pepsi.

Esas grandes compañías siguieron el ejemplo de Shell Oil Company, mientras que las gigantes automovilísticas Toyota y Nissan, indicaron que lo harán prontamente.

Amazon.com Inc dijo este martes que dejaría de aceptar nuevos clientes para sus servicios en la nube en Rusia y Ucrania; Universal Music suspendió todas sus operaciones en el país invasor como lo hizo Netflix.

El presidente de EE.UU., Joe Biden, anunció este martes la prohibición de importaciones de petróleo y gas rusos.

«Hoy anuncio que Estado Unidos está apuntando a la arteria principal de la economía de Rusia», ha afirmado, detallando que «el petróleo ruso ya no será aceptado en puertos de EE.UU. y los estadounidenses asestarán otro potente golpe contra la máquina de guerra de Putin».

La víspera, la Organización Mundial del Turismo anunció su intención de suspender a Rusia como miembro del organismo por sus «acciones unilaterales» contra Ucrania.

La decisión fue tomada por una mayoría de los miembros del consejo ejecutivo de la OMT en Madrid, donde está la sede del organismo de Naciones Unidas, pero tiene que ser todavía aprobada en una asamblea general.

La propuesta, hecha a solicitud de Colombia, Guatemala, Lituania, Polonia, Eslovenia y Ucrania, debe, para hacerse efectiva, ser ratificada por dos tercios de los 160 países que conforman la organización en una asamblea general extraordinaria, que será convocada «en los próximos treinta días», dijo un portavoz a la AFP. Según la organización, es la primera vez en la historia del organismo, establecido en 1976, que su consejo ejecutivo se reunió para considerar la suspensión de un miembro.

Esta asamblea general extraordinaria, sin precedentes hasta ahora, se celebrará en Madrid. «Si eres miembro, debes comprometerte con nuestras reglas. Y adoptar nuestros valores. Así que cuando los miembros van en contra de nuestras metas, debe haber consecuencias», dijo citado en un comunicado el secretario general de la OMT, el georgiano Zurab Pololikashvili, agregando que «la guerra nunca es la solución». «Por ese motivo, la OMT debe hablar alto y claro, y así lo hago como su portavoz», dijo.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos también anunció la suspensión tanto de Rusia como de Bielorrusia en el organismo. «El Consejo de la OCDE ha decidido suspender inmediatamente la participación de Rusia y Bielorrusia de sus instancias», señaló en un comunicado el secretario general de la organización, el australiano Mathias Cormann. Rusia participaba en casi cincuenta instancias de la OCDE y Bielorrusia tenía una participación limitada en el sector de la educación y en el Programa Eurasia.

Además, los ministros responsables de deportes de 37 países, entre ellos Estados Unidos, España, Alemania, Francia, Inglaterra, Italia, Australia, Nueva Zelanda, Corea del Sur, Japón o Canadá, firmaron hoy un acuerdo para vetar a Rusia y Bielorrusia de cualquier evento deportivo, como reacción ante la «no provocada e injustificable» guerra rusa contra Ucrania. No podrán «albergar, presentar candidatura o ser elegidas para organizar evento deportivo alguno», informó el Departamento de Estado estadounidense en un comunicado oficial, y se anima «a la comunidad deportiva internacional a seguir mostrando solidaridad al pueblo ucraniano».

La agencia de calificación Fitch Ratings revisó a la baja nuevamente este martes la nota de la deuda rusa, una decisión que significa que el riesgo de un impago de la deuda soberana es, a sus ojos, «inminente».

Fitch Ratings, como las otras grandes agencias de calificación, colocó a principios de marzo la nota de la deuda rusa a largo plazo en la categoría de riesgo de no poder ser reembolsada. La agencia decidió bajarla nuevamente de «B» a «C», debido a la evolución de eventos «que han socavado la voluntad de Rusia de reembolsar la deuda pública».

Cuanto más baja sea esta nota, menos acreedores confiarán en el país y menos posibilidades tendrá de captar dinero a tasas de interés razonables. Para justificar su decisión, Fitch Ratings evocó un decreto presidencial de 5 de marzo que autoriza a Rusia a reembolsar a los acreedores de algunos países en rublos en vez de monedas extranjeras.

La agencia también mencionó una decisión del banco central ruso de limitar la transferencia de algunas obligaciones a los no residentes. «El refuerzo de las sanciones y las propuestas susceptibles de limitar el comercio de la energía aumentan la probabilidad de una respuesta política de Rusia que incluya al menos un impago selectivo de su deuda soberana», subrayó Fitch Ratings.

Asimismo, es posible que barreras técnicas como el bloqueo de las transferencias de fondos impidan el reembolso de la deuda. Si este fuera el caso, sería la primera vez que Rusia declara un default desde 1998. (Con información de RT, VOA y DW).

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