Hogares e iglesias se convierten en hogueras de amor y paz con la Novena de Navidad
Desde hoy y hasta el 24 de diciembre, los hogares del municipio de Valledupar y templos católicos, se convertirán en una hoguera de amor a través de la celebración de la Novena de Navidad o de Aguinaldo. A través de ellas se fortalece la unión familiar y la humildad, serán momentos para compartir la alegría hasta el nacimiento del Niño Jesús.
La Novena fue creada por Fray Fernando de Jesús Larrea, un franciscano quiteño, quien a finales del siglo XVIII la envió a la fundadora del Colegio La Enseñanza en Bogotá. Luego en el siglo XIX, una de las religiosas de La Enseñanza, la madre María Ignacia, reformó el texto de la novena y compuso los denominados “gozos”, canciones que intercalan los rezos.
La figura central de la Novena es el Niño Jesús, por quien se reza y se entonan villancicos que los niños acompañan con instrumentos musicales típicos de la temporada decembrina como maracas, tambores, arpas, flautas, guitarras y panderetas.
Durante estos encuentros se comparten tradicionales preparaciones culinarias como buñuelos y natilla, y en algunos casos, la celebración se prolonga hasta la madrugada. Los componentes de la Novena de Aguinaldos son: Oración para todos los días, al Niño Jesús, a la Santísima Virgen, a San José, gozos, consideración de cada día, reflexiones y villancicos.
Doriam Rocha, párroco de la Iglesia Inmaculada Concepción en Valledupar, manifiesta que la Novena de Navidad, es una tradición católica arraigada en Colombia, nació en este país, está hoy en Venezuela y es fuerte en Ecuador, ya que está relacionada con la festividad propia del nacimiento del Salvador.
Es análoga también a las posadas que se celebran en México, América Central. Se trata de una oración durante nueve días en la época previa a la Navidad.
“Más allá de una tradición católica, se ha convertido en una experiencia familiar en torno al pesebre, donde se reúnen para orar y lo acompañan con cantos y villancicos para recibir este tiempo maravilloso. La Navidad es un encuentro de la familia, es la posibilidad de compartir en torno a Belén, que está compuesto por la sagrada familia José, María y el Niño; además de una mula, un buey y otros animales como representación a lo que hizo San Francisco de Asís, quien un día quiso que se reviviera ese momento con animales de verdad y la sorpresa es que el 24 de diciembre el Niño Jesús apareció”, dijo.
LA UNIÓN ES EL NORTE
Destacó el padre Doriam Rocha, que desde el inicio de la pandemia, la Iglesia se está animando a que puedan vivir una experiencia en familia, que en cada casa hagan su pesebre, que se reúnan los miembros de la familia para meditar a través de la comunicación, el diálogo, el respeto, el valor de la vida, la gratitud, humildad, sencillez, la prudencia y otras virtudes que cada día de la Novena se deben destacar.
“Durante la Novena de Navidad, la misión es que cada hogar se convierta en una hoguera de amor, una Iglesia doméstica como verdadero sentido de la Navidad. Necesitamos agarrarnos en oración y mantenernos unidos en este amor sincero”, afirmó.
Valledupar es un municipio católico por excelencia. La llegada de la Novena Navideña es sinónimo de alegría, de reuniones entre familiares y amigos, pero sobretodo honrar a Jesús en su nacimiento. Es una verdadera fiesta católica en la que además el compartir y los regalos son los principales ingredientes.
Con el rezo de la novena, la feligresía se prepara para acoger al Mesías, meditando antes el misterio de su Encarnación, de la mano de San José y de la santísima Virgen María, los padres de Jesús, afirmó monseñor Oscar Vélez Isaza, obispo de la Diócesis de Valledupar.
Manifestó que por tradición y fe, en cada iglesia se representa el nacimiento de Jesús, un pesebre para que los fieles compartan la celebración durante los nueve días. En Valledupar no hay familia que no participe en la oración, unos lo hacen en los templos y otros lo hacen en sus casas para fomentar la unidad y paz en familia.